El pasado miércoles 12 de febrero se dio a conocer el documento final escrito por el Papa Francisco sobre los resultados del sínodo de la Amazonía. Las reflexiones finales se encuentran recogidas en la exhortación “Querida Amazonía” y versan sobre cuatro visiones que propone el Papa y que narra a modo de sueños con el sello específico de haber sido orados y reflexionados desde el discernimiento comunitario y que, por ello, si bien es él quien los propone, no son suyos si no del Espíritu que ilumina los corazones de todos los fieles y, especialmente, de esas comunidades indígenas.
Los cuatro grandes sueños que Francisco propone, fruto de su discernimiento, son: el sueño social, el sueño cultural, el sueño ecológico y el eclesial.
Del sueño social se desprenden la actitud de indignación que surge cuando se constatan las reiteradas injusticias cometidas contra quienes habitan y han habitado originariamente el territorio y a quienes se les ha despojado de su riqueza familiar, social, comunitaria y cultural.
Sólo promoviendo la defensa de los más débiles mediante el sentido de comunidad y la práctica de la fraternidad y del diálogo social avanzaremos hacia la recuperación de la dignidad de cada persona y de cada territorio.
El sueño cultural invita, por su parte, a una cultura del encuentro, tan presente siempre en el pensamiento del Papa desde el inicio de su pontificado. Sólo el encuentro fraterno y abierto permite recuperar la cultura original que da sentido de vida e identidad, pero este encuentro intercultural necesita la apertura solidaria a dejarse enriquecer por lo “otro”.
Este sueño, es, por lo anterior, la propuesta contraria a la globalización y al paradigma tecnocrático que pretende anular lo diverso para alentar el consumo de lo igual.
El tercer sueño, el ecológico parte de la necesaria interconexión entre todo lo creado en donde el ser humano es, también, creatura que tiene el deber de cuidar de la casa común y permitir que, cada creatura, pueda llegar al fin para el que ha sido creada y que no es ella misma. Lo mismo para el ser humano, su fin, no es él mismo si no Dios que le ha dado su existencia gratuita y por puro amor. Por esto, la relación que debe existir entre la persona y su ambiente debe ser de sumo respeto, procuración y sobre todo, contemplación.
La actitud, pues, que acompaña este sueño es la contemplación entendida como la capacidad de profundizar en la belleza natural del cosmos que supera la mirada superficial y frívola de la simple productividad.
Finalmente, el cuarto sueño, el eclesial propone “nuevos testimonios de santidad con rostro amazónico”[1]. Lo anterior significa encontrar nuevos caminos para la Iglesia en esa región, desafíos que comprometan la acción de todos, laicos y religiosos que entiendan que lo que distingue a la acción de la Iglesia es el esencial kerygma, es decir, el anuncio del infinito amor de Dios por cada uno y, de modo preferencial, por los más pobres y débiles, de modo tal que, se encuentren nuevas formas de inculturación de la liturgia donde lo más importante no sea el distractor de los signos y símbolos propios de cada cultura si no la tarea siempre renovada de encontrar, aún en esos símbolos y formas, modos de anunciar el amor de Dios.
Por lo anterior, la exhortación nos invita a mirar y mirarnos de nueva cuenta: a mirar a nuestro alrededor y advertir la grave crisis medioambiental que no está separada de la crisis social y que nos interpela a, mirarnos a nosotros mismos y descubrir a qué estamos llamados. Nuevos caminos se avecinan, ¿estamos preparados para transitarlos?
Categoría:Bioética
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Todos los seres humanos somos vulnerables, es decir, en función de nuestra condición humana el límite, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte se asoman a nuestra existencia de manera veraz y constatable, por ello conviene partir de esta hecho para abordar los fenómenos que ameritan consideraciones bioéticas.
Así, podemos hablar de dos tipos de vulnerabilidad humana:
- Vulnerabilidad antropológica: propia de la condición humana y UNIVERSAL, es decir, común a todos los seres humanos sin distinción alguna. Esta es la que nos pone en la antesala de la muerte, enfermedad, corrupción, dolor, sufrimiento, límite. Se manifiesta, también como la constatación del fracaso y el no cumplimento de expectativas.
- Vulnerabilidad social: pertenece a la situación histórica, el ambiente, nuestro entorno, condición social y económica, sexo, etc. También va directamente relacionada a la disponibilidad y accesibilidad de recursos, a los prejuicios y creencias existentes etc.
Así, como vemos, mientras que la primera no depende de nosotros si no que es parte de nuestra existencia fenomenológica, la segunda pende de nuestras acciones y nuestras decisiones, por ende, ésta puede ser reversible poniendo las condiciones necesarias para disminuirla o erradicarla.
De igual modo, hay que distinguir entre ser vulnerable y ser vulnerado, es decir, la primera es ontológica pero no implica, necesariamente, el hecho de haber sido vulnerado, mientras que la segunda implica ya la primera más el daño provocado y sufrido. No siempre lo que es vulnerable termina siendo vulnerado aunque lo primero lo pone en mayor riesgo de ser lo segundo.
Existe, incluso, una tercera vulnerabilidad que es cuando dándose la antropológica y la social, además, la persona se encuentra sin recursos para hacerle frente a ambas, esto es cuando carece de los recursos, medios, opciones para defenderse, para salir delante de la situación que le ocasionó daño o para sobreponerse a las dificultades sufridas; esto conforma, pues, un mayor nivel de sufrimiento que debe ser valorado especialmente por quienes se acercan a los casos desde la Bioética.
Es por lo anterior que en el año 1995 surge el Proyecto BIOMED II ”Basic ethical principles in European Bioethics and Biolaw” que pretendía rescatar cuatro principios básicos: autonomía, integridad, dignidad y vulnerabilidad consagrados en el año 2000 por Rendtorff y Kemp en la Declaración de Barcelona. Con esto se quería hacer notar la condición de vulnerabilidad de los pacientes como agravante de la complejidad de los casos y alertar a la comunidad internacional sobre la especial protección que debía otorgárseles a todos pero especialente a quienes sufrieran una segunda o triple vulnerabilidad por su condición, raza, etnia, idioma, color de piel o grupo social y porque carecían, además, de recursos para su defensa y resistencia.
De igual modo, el principio quedó consagrado en la Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos en el artículo no. 8: “Al aplicar y fomentar el conocimiento científico, la práctica médica y las tecnologías conexas, se debería tener en cuenta la vulnerabilidad humana. Los individuos y grupos especialmente vulnerables deberían ser protegidos y se debería respetar la integridad personal de dichos individuos”.
Así, resulta imperativo para la Bioética analizar las distintas condiciones que pueden afectar la vida, salud, recuperación o procesos clínicos de los pacientes atendiendo con solitud al principio de vulnerabilidad pues de esto dependerá el éxito o fracaso de las acciones médicas enfocadas a restaurar la salud de las personas.
Autor: Dra. Marieli de los Rios
En nuestro país febrero se considera el mes del amor y la amistad, en concreto el día 14. Semanas antes empieza el bombardeo de publicidad y la mercadotecnia se pone en práctica. Yo me pregunto: ¿Realmente febrero es el único mes para dar amor, amistad y regalos a los seres que más amamos?
En las tiendas comerciales encontramos ofertas y regalos para nuestra pareja; en las escuelas, los alumnos llevan regalos para intercambiar con su grupo; en el trabajo aparece constantemente el mensaje de: feliz día del amor y la amistad.
Chocolates, osos de peluche, cenas, comidas, flores (cuyo costo sube considerablemente este día), son comunes entre los mexicanos. Unos días antes y en especial el 14, las tiendas y las calles luces abarrotadas de regalos. Muchas personas salen a comprar un detalle para regalarlo a quien consideran que es el amor de su vida y a sus mejores amigos.
No es que yo esté en contra de este día, pero si me cuestiono: ¿entendemos bien la fecha? El amor es el sentimiento más poderoso y puro del ser humano, gracias a él decidimos compartir nuestra vida con otra persona, formamos una familia y brindamos ese amor a los demás: hijos, padres, familiares; somos leales y queremos a nuestros amigos y compañeros de trabajo.
Y en esta fecha lo que más se brinda y se comparte son regalos; quizá sea una manera de expresar el amor, pero lo que sientes por otras personas se puede expresar perfectamente cualquier día del año y no necesariamente con obsequios.
Hablemos del matrimonio, el cual debe cultivarse día tras día: el amor no es estático, crece con el tiempo, o puede disminuir. El amor no es un sentimiento, es un acto de la voluntad, es decir, me levanto todos los días y quiero quererte cada vez más.
Al reflexionar sobre el amor que les tenemos como padres a nuestros hijos, me atrevería a decir que es un amor incondicional. Pase lo que pase durante su vida, o hagan lo que hagan seguiremos amando a nuestros hijos profundamente.
No así, el amor de ellos hacia nosotros; tristemente un hijo puede dejar de amar a su padre o a su madre si lo que ha recibido de parte de ellos ha sido violencia, falta de respeto o abandono.
El amor filial entre hermanos también debe cultivarse. Es una conexión que no se tiene con nadie más. Nuestros papás nos dejan cuando aún somos jóvenes, nuestros esposos e hijos aparecen más tarde. Son nuestros hermanos quienes nos acompañarán durante todo el camino de nuestra vida. Debemos de cuidar y mantener esta relación.
Y al hablar de la amistad, estoy convencida de que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano. No importa cuantos tengas en Facebook o en Instagram, quienes en realidad importan son aquellos que te quieren y aceptan tal y como eres, que están contigo en las buenas y en las malas.
Por lo tanto, si tu eres de los que celebran el 14 de febrero y todo el mes, ¡adelante: disfrútalo!, es una fecha importante para hacer honor al sentimiento más potente que existe. Pero, no te confundas, a veces el mejor regalo para brindar en estas fechas es un momento con esa persona, una carta, o un detalle sin importar su precio.
Aprovecha también para llamar a aquellos amigos o familiares a quienes no ves tan seguido para preguntarles como están y que ha sido de su vida.
Mantente siempre muy cerca de aquellos a quienes amas, y demuéstraselos continuamente.
Recuerda que el amor no es un sentimiento, sino un acto de la voluntad y de la inteligencia. Por lo que a nuestros seres queridos tenemos que demostrarles nuestro amor con actos y palabras, ya que un amor que no se cultiva, puede terminarse.
¡Feliz día del amor y de la amistad!
Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. Facebook: Lucia Legorreta
Categoría:Vida
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La clonación comenzó a ser un tema a debatir a partir del logro de la primera de un ser vivo, cuando se dió la noticia de que una oveja nombrada Dolly había sido clonada con éxito fue que comenzó la polémica en decidir si continuar con las experimentaciones hasta llegar a ser una realidad en seres humanos, claro que antes de este gran acontecimiento la pregunta ya se planteaba pero al no haber ninguna prueba contundente de ser posible en todos los sentidos se encontraba en segundo plano.
Las repercusiones de este experimento se han visto reflejadas en todos los ámbitos, aunque con mayor impacto en el científico y el ético claro está, las opiniones dadas por expertos, comentaristas, figuras públicas o en general de cualquier persona resaltan por la gran imaginación y falta de clarificación, esto solo se puede resolver volviendo un poco atrás para realizar un análisis de los principios y las repercusiones éticas que este hecho que parece sacado de una película de ciencia ficción puede tener.
La clonación se realiza a partir de la obtención de las células somáticas de un ser vivo, los primeros intentos lograron la creación de un renacuajo partiendo de los núcleos de las células embrionarias en sustitución del núcleo original pero el organismo no lograba sobrevivir por mucho tiempo, esto debido a que dichas células perdían por completo su capacidad de ser pluripotenciales por lo tanto el desarrollo y la morfogénesis no eran posibles.
Los primeros acercamientos exitosos se dieron cuando se acordó que la manera más rápida para la clonación era por medio de la fisión embrionaria, esto no es más que las división de un embrión de pocas células que al ir dejando células se produce un adulto completo, esta ciencia fue muy criticada al ser empleada en humanos en el experimento Hall y Stillman en 1993 donde se tomaron de dos a ocho células sobrantes de 17 embriones in vitro, lo particular de los embriones es que eran el resultado de un óvulo fecundado por tres espermatozoides por lo tanto no eran viables y se consideraban como desecho, los resultados fueron considerados como exitosos pero al ser realizados con embriones no viables la experimentación no fue válida en seres humanos.
La clonación ha tenido repercusiones muy grandes en el ámbito científico, principalmente por el hecho de que no fue permitido continuar con las experimentaciones en seres humanos, limitando el conocimiento de los genetistas, que aunque cada día conocen más sobre los genes, el conocer a profundidad el funcionamiento celular a nivel embrionario es cada vez más complejo haciendo de la clonación humana cada día algo más lejano.
Otro factor importante por el cual la investigación se ve interrumpida es por las cuestiones éticas, por el momento solo se ha realizado la clonación en la ganadería pero los expertos afirman que en un par de años con más investigación lo mismo se podría realizar en los humanos, y no con un fin de ciencia ficción. La ética ataca principalmente a la disminución de la biodiversidad de especies animales clonadas, los grupos serían homogéneos al ser creados en un laboratorio y quitar ese factor único y de sorpresa que la naturaleza da, esto mismo se puede dar en la clonación humana arrebatando así algo de lo más importante para toda persona, su autenticidad. Aún más al hablar de clonación humana se habla de algo innecesario e incorrecto, pues esto no otorga ninguna aplicación clínica; al pretender recuperar a un ser querido fallecido por medio de la clonación no estarían haciendo más que recrear una imagen visual y fisiológicamente de la persona en cuestión, los pensamientos y personalidad no se logran conservar en la clonación, quitando así lo que realmente hace a un ser vivo valioso por sí mismo. Por estas razones es que la clonación está prohibida por el derecho europeo, aunque no en Estados Unidos, pues no se puede prohibir un acto que no es probado ser nocivo, pero si se retiró todo tipo de financiamiento en la materia.
Autor: Paula Regina Sumarán Tovar
Categoría:Bioética
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