Encontramos quienes, con el afán de confundir, nos presentan el término pre-embrión queriendo abarcar con el mismo desde la constitución del cigoto, por la unión del óvulo y el espermatozoide, hasta el inicio de su diferenciación celular, que ocurre hacia el 7° día posterior a su concepción, cuando comienza a anidarse en la pared uterina o hasta su anidación completa, que demora hasta el día 14° aproximadamente.
El Dr. Ward Kischer, profesor de Anatomía y Embriología Humana, miembro de la American Bioethics Advisory Comission y autor de un ensayo con el sugerente título de Corruption of the Science of Human Embryology, señala que “el término pre-embrión es la gran mentira de la embriología humana. El término pre-embrión no existe en Biología […] el llamado pre-embrión es una falsa fase del desarrollo humano, inventada por un embriólogo de los anfibios sólo por razones políticas. No tiene justificación creíble alguna.
Por lo tanto, su inclusión en el lenguaje de la embriología representa un enredo de colosales dimensiones. Adolph Hitler decía: ‘Las grandes masas serán más fácilmente víctima de una gran mentira que de una pequeña’” (Kischer, C.W. 1997. «The big lie in human embryology: The case of the preembryo«, American Life League. 2004). Al respecto nos dice la Dra. Claudia Navarini, especialista en Bioética: “El término ‘pre-embrión’ desde su aparición ha tenido poco que ver con el rigor científico. Fue acuñado en 1979 por el embriólogo Clifford Grobstein, especializado en estudios en ranas, quien admitió querer de este modo ‘reducir’ el estatus del embrión humano precoz”.
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