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La ética: Principal elemento de la vida, El COVID-19 como actual enemigo.
La ética: Principal elemento de la vida, El COVID-19 como actual enemigo.

Por : Eduardo David Velasco Dávalos  y Samantha Lilián López Gómez

  Actualmente una de las problemáticas que más se vive en nuestro país es la deficiencia que hay en el funcionamiento y eficacia del sistema de salud pública, tomando en cuenta la disparidad de las posibilidades económicas y la escasez de recursos que la gran mayoría de la población tiene. Debemos estar conscientes de que este tema no es nuevo ya que en los últimos años ha generado diferentes problemas que hoy en día se han visto más expuestos.

La actual Pandemia del COVID-19 ha situado a México en una posición donde el sistema de salud pública queda al descubierto, por lo que surgen los siguientes cuestionamientos ¿se puede priorizar pacientes por encima de otros? ¿vale más la vida de un adulto que puede ser económicamente activo que la de un señor de la tercera edad? , lo que desafortunadamente pone en una situación difícil a nuestros profesionales de la salud ya que se han visto en la necesidad de recurrir a estas prácticas debido a la gran demanda y por los pocos recursos con los que cuenta nuestro sistema de salud, pensando en lo que supuestamente es óptimo para la situación cuando la realidad debería ser completamente otra. Siendo éticos esto puede cambiar.

       Hoy en día sabemos que la situación en nuestro país no entra en los criterios para poder considerarla normal, la actual pandemia mundial ocasionada por el nuevo coronavirus (COVID-19) le ha dado un giro drástico al mundo entero, tanto la economía como la sociedad están de cabeza, sufriendo las consecuencias que cualquier problema imprevisto puede tener y que hablando estrictamente sobre los problemas que implican la salud de la población pueden conllevar limitaciones más abruptas y complejas para la misma que al momento de buscar cuidar y preservar un aspecto esencial de la vida se tienen que adoptar ciertos sacrificios y estrategias que afectan otros aspectos de ésta y conlleven a actuar de manera que no es considerada éticamente correcta.

Desafortunadamente en los últimos años se ha presentado un incremento notable en algunos problemas del país, tales como la pobreza o el desempleo, pero no podemos dejar de lado el inminente problema que existe en el sector de salud, la Secretaría de Salud se ha visto envuelta en problemáticas de gran importancia recientemente como es la falta de capital y los desabastos que ha originado en las diferentes instituciones de salud. La pandemia del coronavirus llegó a México en un momento poco favorable en el que las debilidades del sistema de salud se han visto aún más expuestas, el rápido incremento de los casos de esta nueva enfermedad ha superado la capacidad de muchos hospitales tanto en el sector público como privado y el número del personal de salud como médicos y enfermeros, también se ha visto sobrepasado por el número de pacientes. Esto no sólo refleja un problema directamente en la práctica y en el manejo de la situación, sino que también ha llevado a muchas personas a un extremo en donde tienen que tomar decisiones drásticas en cuanto a la vida de las personas, aquí es donde podemos hacernos preguntas de suma importancia como ¿Se pueden priorizar algunos pacientes por encima de otros? ¿Vale más la vida de un adulto que puede ser económicamente activo que la de un adulto de la tercera edad? Todas estas preguntas están hechas con un único fin, ir más allá de la práctica inmediata de la medicina y de las estrategias actuales de salud y sobre todo pensar en los pacientes como personas, teniendo una visión futura que sólo tomar en cuenta el presente.

Lamentablemente muchos profesionales de la salud se han visto en esta situación de haber tomado decisiones apresuradas y radicales sobre la vida y la dignidad de algunos pacientes, pero si nos enfocamos a revisar a fondo todas las características del ser humano como persona y todos los aspectos que esto involucra, la decisión deja de ser tan complicada.

        ¿Qué es el COVID-19 y por qué es tan peligroso para la salud?

La actual pandemia es ocasionada por un virus perteneciente a una amplia familia de los llamados coronavirus, estos son causantes de diferentes enfermedades de las vías respiratorias, desde resfriados comunes hasta insuficiencias respiratorias graves, una característica importante de estos es que son zoonóticos, es decir, pueden transmitirse entre animales y humanos. Algunos de estos virus han sido responsables de enfermedades como el síndrome respiratorio de medio oriente (MERS-CoV) o el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), en este caso el virus llamado SARS-CoV2 (de las siglas en inglés severe acute respiratory syndrome coronavirus 2) ocasiona la enfermedad catalogada como COVID-19 (de las siglas en inglés coronavirus disease of 2019).

Esta enfermedad tiene las mismas características que cualquier otra que involucre la afectación de las vías respiratorias, por lo que se presenta con los mismos síntomas: fiebre, tos seca y cansancio, congestión nasal, dolor de cabeza y dolor de garganta, estos síntomas suelen comenzar de forma repentina y leve pero con el tiempo puede agravarse hasta llegar a presentar una dificultad para respirar. El contagio es principalmente por el contacto con el virus y cualquier zona del cuerpo que tenga mucosas y de esta manera un acceso directo al organismo, la conformación estructural del virus es muy similar a la de los genes del humano por lo que ingresa de manera muy fácil al organismo, de ahí el peligro que representa, aunado a que tanto la enfermedad como el virus que la ocasiona eran desconocidos en el mundo hasta el inicio de su brote en la ciudad de Wuhan en China, por lo que no se cuenta con ningún antecedente de tratamientos o vacunas para poder contrarrestarlo.

        La actual situación

Como se ha visto México se encuentra en una situación poco favorable con respecto al COVID- 19, el número de casos hasta hoy son más de 35,000 personas y seguirán aumentando con el paso de los días, esto genera una suma preocupación para el resto del país. Es por ello la importancia de analizar el sistema de salud con el que contamos hoy en día los mexicanos,

desde hace algunos años se conoce que ha existido un mal manejo en cuanto a los recursos económicos que dispone el gobierno para la inversión en el sector público de Salud, por lo que en los hospitales esto se ha visto reflejado con un desabasto de medicamentos, con conflictos en el desvío de recursos financieros en la compra de equipo e insumos médicos, entre otras situaciones. Pero ¿Cómo es que se llegó a esta crisis en el Sector de salud? Esto es una de las cuestiones que causa mayor conflicto, debido a la falta de transparencia por parte de las distintas autoridades, ya que hay que recordar que la decisión no sólo es tomada por uno sino por un conjunto, por lo que México es uno de los países que destina menos porcentaje de PIB hacia el sector de salud.

Actualmente esta problemática se ha visto mucho más expuesta frente a la pandemia, debido a que los profesionales de la salud desde un principio no contaban con el equipo de seguridad necesario para poder atender a los pacientes con COVID-19 y por supuesto el gobierno les ha negado la prueba de detección de dicha enfermedad, esto ha generado inconformidades en ellos ya que anteponen su seguridad y la de sus familias. Además de que día con día se encargan de preservar la salud de los pacientes, es indispensable recordar que los médicos, enfermeros y todo el personal de salud juegan un rol sumamente importante, no debemos olvidar que también son personas que arriesgan su vida por los demás, que tienen derecho a la salud, entonces

¿Dónde queda su derecho a la salud? Todos los individuos con respecto al artículo 4º constitucional tienen “derecho a la protección de la salud, donde se tiene que brindar un sistema digno y completo” (Secretaría de Salud, 2015, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). Por lo que en este caso se estaría violando sistemáticamente este derecho y no sólo el de los profesionales de salud sino también de cada uno de los pacientes que son atendidos por ellos. Y es en donde nos damos cuenta de que el que más viola los derechos humanos es el propio hombre.

Aunque se esperaba que las cifras fueran positivas en cuanto a la curva de contagios, esto no fue así por lo que México ahora enfrenta otra cuestión que es la alta demanda hospitalaria, esto conlleva a que los mismos médicos tomen decisiones de índole ética en escenarios más complejos y esto los puede orillar a actuar de manera que para algunos no es considerado éticamente correcta. Es donde a partir de esto, se pueden discutir distintos puntos como:

La asignación de los ventiladores en los pacientes es una situación en la que se implica una decisión muy difícil hoy en día, ya que al encontrarnos en una fase donde el número de casos incrementan, se necesita priorizar pacientes con respectos a otros, aquí es donde surgen los siguientes dilemas éticos ¿Se puede priorizar la vida de una persona sobre otra? ¿Vale más la vida de alguien económicamente activo que de una persona de la tercera edad? ¿Por qué le darían el respirador a alguien con más posibilidades de vivir? Cabe recalcar que todo ser humano tiene derecho a la vida y que este es inalienable, todos contamos con los mismos derechos sin importar la religión, raza, etc.

“El motivo por el que la vida humana debe ser respetada se basa sobre todo en el hecho de que la vida humana, en su integridad y globalidad, y por ello mismo en realidad biológica, pertenece a la persona con la que constituye una unidad orgánica existencial” (Tarasco M., 2017)

Es importante recalcar que los criterios tomados en cuenta no siempre resultarán éticos para todos, por ejemplo:

En medicina de emergencias, existe un mecanismo de atención de desastres o de accidentes con víctimas múltiples que se denomina triage, que significa “clasificación”, de esta manera ejecutando un protocolo de evaluación rápida se determina quienes tienen mayores posibilidades de sobrevivencia y quiénes por su condición presente o subyacente, no. Actualmente se están elaborando guías de criterios éticos que pretenden apoyar la labor de seleccionar pacientes para la asignación de recursos escasos (Profesora e Investigadora: De los Ríos Uriarte María Elizabeth, 2020)

Por ello se ha generado una situación de gran controversia para muchos, ya que buscan involucrar la edad de los pacientes como uno de los criterios establecidos, esto nos sitúa a tener una actitud utilitarista y en parte sociobiologista porque se reduce la dignidad de la persona y el derecho a la vida, mientras que si se toman criterios absolutos esto reduciría aún más las posibilidades de no poder salvar más vidas ante esta situación. Sin embargo, algunos médicos han tomado en cuenta otros criterios como: la autonomía del paciente, su estado general de salud y la gravedad de la enfermedad, ya que para los casos graves de COVID-19 no resulta nada fácil la reanimación debido a que puede generar secuelas importantes para pacientes con estado de salud delicado, entonces se recomienda optar por cuidados paliativos. Por lo que entra uno de los principios de la ética que es “No todo lo técnicamente posible es éticamente aceptable”.

De esta manera se ha visto implicada la labor de todos los profesionales de la salud ya que, pese a las recomendaciones, son ellos quienes toman las decisiones de forma espontánea y con la falta de recursos de los hospitales en los que se encuentran resulta complicado, esto ha orillado a que lleven una gran carga moral conforme a las medidas que han tomado frente al COVID-19. Es de suma importancia recordar que ningún ser humano tiene la capacidad de decidir sobre quién puede vivir, la vida es una ley moral natural del ser, por lo que uno de los principios de la bioética corresponde a la inviolabilidad de esta.

Probablemente sin la falta de recursos, las decisiones que se tienen que tomar ante esta situación serían más aceptables, pero no sólo influye esto, sino la relevancia de un ser humano ético en la sociedad, que posea valores, virtudes y una conciencia moral recta y verdadera, es decir, que no juzgue, sino que ésta obligue a actuar de forma concreta, ya que nos lleva a discernir entre lo bien y lo mal. De esta manera al tener implícita la ética en nuestras vidas podemos determinar nuestras acciones con respecto a nuestros pensamientos y así proveer soluciones a las diversas situaciones que se suelen presentar.

        Conclusión

Finalmente, después de haber revisado diferentes puntos acerca de la actual problemática ética/médica que enfrentamos ante la pandemia del COVID-19 podemos darnos cuenta que no es algo simple ni sencillo de lo que estamos hablando, el hecho de poner a unas personas y su vida sobre otras refleja la falta de ética que se tiene en la sociedad, no sólo por parte del personal médico si no de todas las demás personas que aun estando al pendiente no hacen nada al respecto. Siendo objetivos y con base en todos los principios de la bioética todo lo que está pasando no tiene justificación alguna, la manera en la que se nos presentan las cosas es meramente utilitarista y no debemos de ir por ahí.

Viéndolo así la solución es muy evidente, dejando de lado que una opción muy favorable sería el apoyo y el desarrollo de la infraestructura del sector salud para poder evitar estas situaciones desde un principio, la mejor solución es que todos debemos de tener presenta la ética y ser éticos, podríamos basarnos en el imperativo categórico de Kant y actuar de manera que nuestro actuar pueda considerarse una ley universal, ver los actos no solo como cosas que pasan, pensar en estos viendo los diferentes factores para que sean actos éticamente correctos, de esta manera y guiándonos por el personalismo todo sería más sencillo, cualquier dilema de esta índole no tendría porque afectarnos, si todos somos éticos esto no tendría que afectarnos en lo más mínimo. Pero esto no debe entenderse como un cambio que aparecería por sí solo, es muy importante que todas las escuelas se tomen enserio el plan de estudios que tienen y que impartan de manera adecuada los contenidos necesarios para que con el tiempo la sociedad crezca con personas basadas en la ética y que de esta manera la gente cada vez sea más capaz de discernir lo que se debe de hacer en casos como al que nos enfrentamos actualmente.

Referencias bibliográficas:

Referencias escritas:

1.- Dra. Tarasco M. (2017) Diversas Posturas Filosóficas que Influyen en el Razonamiento Bioético, Capítulo 8. Ciudad de México.

2.- Dra. Tarasco M. (2017) Diversas Posturas Filosóficas que Influyen en el Razonamiento Bioético, Capítulo 9. Ciudad de México.

3.- Sgreccia, M. E. (2017). Manual de bioética. Ciudad de México.

4.- De los Ríos Uriarte M. E. (2020). Ética en el triage. Ciudad de México.

Referencias electrónicas:

1.- Coronavirus COVID-19 Informe técnico. (2020). Recuperado de 11 de mayo del 2020, desde https://www.portalfarma.com/Profesionales/campanaspf/Asesoramiento- salud-publica/infeccion-coronavirus-2019-nCoV/Documents/Informe-tecnico- Coronavirus.pdf.

2.- COVID-19. gob.mx. (2020). Recuperado de 11 de mayo del 2020, desde https://coronavirus.gob.mx/covid-19/.

3.- Coronavirus disease (COVID-19). Who.int. (2020). Retrieved 10 May 2020, from https://www.who.int/westernpacific/emergencies/covid-19.

Cuidados paliativos y voluntades anticipadas.
Cuidados paliativos y voluntades anticipadas.

María es una mujer de ochenta años que ha gozado de buena salud. En una visita rutinaria a su médico, se descubre que sufre de Cáncer de pulmón, en estado muy avanzado. El pronóstico es que María no podrá sobrevivir a la enfermedad y cuenta solamente con unos pocos meses de vida.

Al conocer la noticia, María se angustia mucho, no por ella, reconoce que a su edad es el camino natural. Su sufrimiento consiste en la incertidumbre de lo que ha de ocurrir, faltando ella, con su esposo mayor que ella, que no puede valerse por sí mismo y de su hija mayor que sufre de un retraso mental profundo. Si bien, cuentan con lo necesario para vivir modestamente gracias a la pensión de ambos, no hay quien vele por ellos faltando ella.

María y su esposo tienen otro hijo que vive en los Estados Unidos, tienen alguna comunicación, pero ni él puede visitarles por su situación económica, ni ellos pueden viajar a la ciudad en que vive.

Los especialistas que comienzan a atender a María, reconocen este como su mayor dolor y comienzan a hacer los esfuerzos necesarios para que el hijo se entere de la situación, visite a sus padres y pueda determinarse la forma en que esposo e hija de María reciban los cuidados necesarios al morir ella.

Pocas semanas después y gracias a sus gestiones, Marcos visita a sus padres, tiene la oportunidad de despedirse de María, dándole la tranquilidad de que él y su familia les han de atender faltando ella.

María muere a los pocos días, en paz, tranquila y alegre. Marcos cumple la promesa hecha a su madre y nuevamente con la ayuda de los médicos, consiguen la forma de llevar a su padre y hermana a vivir con él.

María no recibió ningún tratamiento para luchar contra su enfermedad.

Ustedes, queridos lectores, creen que este es un caso de ficción que me inventé con romanticismo y buena voluntad. Debo decir que poco más o menos es una situación real.

Estaremos movidos a juzgar con dureza y opinar que los médicos han hecho mal al distraer su atención en un tema “secundario”, en lugar de avocarse a tratar de prolongar la vida de María a través de tratamientos agresivos, quimioterapias, radioterapias o tratamientos experimentales.

Nuestra naturaleza, como ya hemos dicho, nos mueve en defensa de la vida, que es nuestro valor fundamental (en una adecuada jerarquía de valores). No obstante, como hemos dicho, María murió en paz cuando tuvo que morir y lo hizo llena de respeto y amor. Murió dignamente.

Los médicos que le atendieron, eran especialistas en medicina paliativa (de los cuales hay muy pocos en nuestro país).

Paliar, significa mitigar y en medicina mitigar los efectos de una enfermedad, incurable, irreversible, progresiva y que se pronostica con menos de seis meses de vida. Es decir, una enfermedad terminal.

Los objetivos de esta especialidad médica son muy concretos: mantener a la persona alimentada e hidratada; limpia y bien atendida en un lugar digno; hacer todos los esfuerzos para eliminar o disminuir el dolor y dar la atención humana y espiritual que el paciente requiere. A este esfuerzo llamamos métodos ordinarios o tratamientos ordinarios.

En nuestra cultura, el médico debe prevenir o curar, en esto se invierte muchísimo dinero. Al enfermo terminal se proporcionan cuidados paliativos, cuando ya se encuentra en franca agonía, habiendo desperdiciado un tiempo invaluable para que la persona llevara una buena calidad de vida.

Es conveniente, que cada uno de nosotros, con mucha madurez hablemos con los más cercanos, dándoles a conocer lo que nos gustaría que se hiciera en caso de ser víctimas de una enfermedad terminal.

Por otro lado, también es valioso saber que, en la Ciudad de México, existe la Ley de Voluntades Anticipadas, que garantiza que, al paciente en estado terminal, que no pueda expresar su voluntad en ese momento, le sea tratado conforme él o ella decidan, a través de un representante legal, específico para ello y que hará valer esa decisión.

El “testamento vital” debe hacerse ante Notario Público y no necesariamente debe renunciar a los cuidados extraordinarios, sino expresar con toda claridad la voluntad del paciente para ser atendido conforme su propia decisión, en caso de enfrentar, se repite, una enfermedad terminal.

Con esta reflexión quedamos, queridos lectores, esperando encontrarnos de nuevo, muy pronto.

MBPP.