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Categoría: Bioética

Discriminación general y hacia la mujer
Discriminación general y hacia la mujer

Empezaré por definir la palabra discriminación. Según la CNDH, “discriminar significa seleccionar excluyendo; esto es, dar un trato de inferioridad a personas o a grupos, a causa de su origen étnico o nacional, religión, edad, género, opiniones, preferencias políticas y sexuales, condiciones de salud, discapacidades, estado civil u otra causa»

Discriminar quiere decir dar un trato diferente a las personas. Cabe resaltar que por el hecho de ser personas todos gozamos de los mismos derechos y somos iguales ante la ley. Dar un trato distinto a una persona genera una desventaja en sus derechos.

La discriminación se origina en las distintas relaciones sociales, muchas veces desde las familias. Se generan estereotipos y prejuicios que a su vez generan intolerancia lo cual hace difícil que exista una convivencia armónica entre las personas. Se debe buscar la tolerancia para poder lograr igualdad y la paz social. Además, las conductas discriminatorias pueden ocasionar un daño general a la sociedad y generar daños físicos, psicológicos, morales, materiales.

Existen diferentes tipos de discriminación como por ejemplo por discapacidad, por religión, por expresión o ideas, por edad, por origen, por raza, por embarazo, por género, entre muchas otras.

El principio de igualdad es uno de los valores más importantes reconocidos por la comunidad internacional y constituye el fundamento de la teoría de los derechos humanos. Busca garantizar derechos y limitar los privilegios, esto favorece el desarrollo igualitario de la sociedad.

Las personas deben ser consideradas iguales entre sí y tratadas como iguales , los posibles tratos desiguales dados a las personas sólo se pueden justificar si se encuentran previstos en la ley. Por ejemplo, si se cometen actos ilícitos que afectan a otras personas o cuando los individuos se encuentran en una situación de vulnerabilidad o discriminación, lo que hace necesario la aplicación de algún apoyo o ayuda especial.

La Declaración Universal de Derechos Humanos establece el principio de la no discriminación y proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en dicha Declaración, sin distinción alguna, incluida la distinción por razón de sexo.

Se debe considerar que la discriminación contra la mujer es algo inaceptable y va en contra de la dignidad humana y el bienestar de la familia y de la sociedad. Además al discriminar a una mujer se le está impidiendo participar de igual manera en la vida política, social, económica y cultural de sus países. Esto construye un obstáculo para el pleno desarrollo de las posibilidades que tiene la mujer de servir a sus países y a la humanidad, teniendo presente que la contribución de la mujer a la vida social, política, económica y cultural es de suma importancia, así como su función en la familia y especialmente en la educación de los hijos.

La participación tanto de las mujeres como de los hombres en todos los campos es indispensable para el desarrollo total de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz, el 18 de diciembre de 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

A aproximadamente cuarenta años de la entrada en vigor de la Convención, el reconocimiento y el disfrute de la igualdad de derechos con los hombres sigue estando fuera del alcance de un gran número de mujeres en todo el mundo

En nuestro país, el quinto párrafo del artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe expresamente la discriminación de la siguiente forma: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”. Esta Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación es la encargada de desarrollar el principio de no discriminación y establece como objetivo prevenir y eliminar la discriminación ejercidas contra cualquier persona, así como la promoción de la igualdad de oportunidades y de trato. En virtud de esta ley, todos (autoridades y gobernados) estamos obligados a respetar el derecho a la igualdad y a la no discriminación de todas las personas.

Prevenir que se den situaciones de discriminación entre las personas es una tarea en equipo, que requiere de la voluntad y el trabajo de todos los sectores de la sociedad. Cada individuo es responsable de analizar sus conductas discriminatorias para poder cuestionarlas y modificarlas.

La ética y la moral entran mucho en este tema, ¿Por qué el hombre tendría mas oportunidades que la mujer? Es una pregunta sencilla pero con un análisis sin respuesta durante cientos de años

La discriminación se puede prevenir con la promoción de valores como el respeto, la igualdad y la tolerancia; sólo así tendremos una sociedad realmente igualitaria y democrática donde las diferencias convivan en armonía. Para ello debemos promover la cultura de los derechos humanos y garantizar su protección.

Autor: Alberto Emilio García Rodríguez

 

ESTA NAVIDAD: perdona y olvida
ESTA NAVIDAD: perdona y olvida

Se acercan en estas fechas reuniones familiares y de trabajo. Te invito a reflexionar que tantos rencores, resentimientos o deseos de venganza hay dentro de ti, con familiares, amigos o compañeros de trabajo.

Seguramente en tu vida alguna persona te ha ofendido voluntaria o involuntariamente.   Esto te provoca enojo, ira, rencor y deseos de que la pague.   Pero sin perdón y olvido, el resentimiento controla nuestras vidas.

Leía yo esta frase muy cierta: “si no perdonas, no puedes olvidar.   Si no olvidas, no vives en paz.  Y sin paz, tu amor no fluye”

 A veces no es posible olvidar, pero sí que podemos lograr que ya no nos afecte lo que ocurrió.  El problema es cuando consideramos lo ocurrido como inaceptable, entonces somos incapaces de perdonar.

Podemos considerar inaceptables ciertas situaciones vividas que se dan porque se han traicionado unos acuerdos, principios, no se han cumplido nuestras expectativas o no se han respetado ciertos valores.

Sea cual sea la razón de lo inaceptable, podemos aferrarnos a ella y quedarnos clavados ahí.  Por mucho que no estemos de acuerdo con lo ocurrido, tenemos que aceptar los hechos.

En el mundo hay mucha rabia en contra de las injusticias.  La rabia no soluciona las injusticias, sino que crea más dolor e incluso más injusticias.

El odio envenena.  Afecta a nuestra salud, envenena nuestro corazón, mata nuestra paz interior, nos seca de amor y felicidad. Unas palabras sabias dicen: “¿Quieres ser feliz un momento?: véngate. ¿Quieres ser feliz siempre?: perdona

Y este perdón es también para uno mismo.  Todos cometemos errores y equivocaciones que tenemos que dejar atrás, aceptar y perdonarnos a nosotros mismos.

Algunas personas creen que perdonar es un acto de debilidad.  Sin embargo, es todo lo contrario; perdonar muestra que nos hacemos dueños de nuestro bienestar y dejamos de ser víctimas del otro.

Perdonar nos permite recuperar nuestro poder interior. Sin ese dominio, nuestra mente irá una y otra vez hacia ese lugar de sufrimiento: ¿por qué a mi?  ¿cómo se atrevió?  Los pensamientos negativos serán constantes y los sentimientos de rabia, frustración y tristeza te acompañarán por largo tiempo.

Te invito a pensar que quien te ha hecho daño también es un ser humano, con sus debilidades y que, por la razón que sea, se ha comportado injustamente, víctima de su ignorancia, sus creencias, impulsos o propia rabia.

La rabia no se vence con más rabia. Cada persona tiene su propio valor por lo que es, no tanto por lo que ha hecho.  No permitas que tu resentimiento afecte a tu vida.

Para que puedas perdonar debes de ser consciente de lo que te afectó, aceptar el sentimiento que provocó en ti esa ofensa.  No rechazarlo ni esconderlo, porque si no crecerá en tu interior como un veneno o una mala hierba.

Es más sano que lo sientas y soltarlo: escribiéndolo, hablándolo con un amigo de confianza, o incluso acudir a una terapia, y verás como poco a poco se irán disolviendo.

El mejor regalo que puedes darte esta Navidad es el perdón. Recuerda: si no perdonas, no puedes olvidar.   Si no olvidas, no vives en paz.  Y sin paz, tu amor no fluye.

Autor: Lucía Legorreta de Cervantes

Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.

Correo: cervantes.lucia@gmail.com

www.lucialegorreta.com.

Facebook: @Lucia Legorreta

Bioética en la arquitectura
Bioética en la arquitectura

El principal objetivo de la arquitectura es construir espacios en donde se puedan llevar a cabo interacciones humanas, ya sea casas, oficinas, hospitales, museos o parques, básicamente es mejorar la calidad humana a través de arte y emociones.

El primer punto donde se pueden relacionar estas dos, es en la creación de espacios que alimentan el cuerpo y el alma de cualquier persona y brindar algo súper importante que cualquier ser humano necesita, sentirse a salvo.

Todas las personas, por el simple hecho de existir merecen un hogar digno, un lugar donde puedan resguardarse de la naturaleza y un espacio que pueda contar con todas las facilidades necesarias para el ser humano sin importar que el arquitecto este diseñando una mansión o una cárcel; la misión de los arquitectos es que la gente que ocupa sus espacios se sienta satisfecha.

También se puede relacionar estos temas mediante toda la corrupción el incumplimiento de las reglas que afecta directa o indirectamente a muchas personas. El cliente siempre buscara obtener un beneficio propio, ya se monetario o un bien, pero en ningún momento está bien pasar por encima de algo o alguien con el objetivo de sacar beneficio, aquí es donde entra la ética y la moralidad del arquitecto. Durante la obra se llevan a cabo muchos trámites que tienen como finalidad asegurar que la construcción cuente con todas las medidas de seguridad necesarias para poder ser usada.

La sustentabilidad también es un factor muy importante hoy en día, es inaceptable que un edificio no sea sustentable y resiliente. Existen muchas maneras de lograr energías limpias y tener una responsabilidad ambiental. La sustentabilidad no solo tiene impacto en lo ambiental, sino que también tiene un impacto muy fuerte en la sociedad y en la manera de resolver sus conflictos. El arquitecto es responsable de mantener un equilibrio urbano y un equilibrio ecológico con aspectos muy sencillos como respetar la flora y fauna del lugar destinado al proyecto, o reforestar los árboles talados en otra zona de la ciudad. También existe muchos programas para aprovechar al máximo recursos que te dan la misma naturaleza, como las aguas de lluvia o energía solar.

El arquitecto tiene la capacidad de plasmar sus sueños, ideas y conceptos en la vida real, o sea de manera tangible, también hay que tener en cuenta que la arquitectura influye en el estado emocional o incluso espiritual de las personas, esta es una fibra muy sensible que quizá puede cambiar ciertos aspectos en la vida de una persona. Este regalo lleva una responsabilidad muy grande, que es la de cuidar al hombre construyendo lugares seguros y habitables y de ahí es donde viene la relación de la bioética con la arquitectura, ya que ambas tienen el interés y el deber de cuidar la vida y la dignidad de las personas.

Autor: Emilio Rodríguez Soto

La colmena de la ética Aprendamos de las abejas
La colmena de la ética Aprendamos de las abejas

Las abejas son una especie que trabaja en conjunto como sociedad. Y a su vez favorece a otras especies que se encuentran en su entorno: como las flores, y al mismo humano.  Cada una de ellas, dentro de la colmena, están dispuestas a jugar el papel que se les ha sido asignado. Su sociedad es como un reloj suizo que lleva un ritmo preciso para poder alcanzar los objetivos. Juntos como sociedad trabajan, como diría Emilie Durkheim con una solidaridad mecánica, donde se dividen y se estructuran a partir de su funcionalidad. Trabajando como engranes para que al final la sociedad de las abejas se mueva hacia una armonía de todos para todos.

La reina tiene un trabajo especial, siendo única dentro de la sociedad, es quien se reproduce tantas veces sea necesario para las necesidades de la colmena.

Por otra parte, encontramos a las obreras, estas son la fuerza del grupo, y las que buscan la homeostasis social. Son las que salen en busca de polen y las que construyen y mantiene la colmena.

Por último, pero no menos importante, están los zánganos, abejas que dan su vida para la reproducción de más abejas obreras.

Podemos ver que todas tiene sus papeles —una subsidiaridad social—, y en conjunto forman el integrante más importante, la colmena. Es el más importante porque se conforma de todos y todos se conforman de ella, sin ella no podrían estar protegidos ni de los demás ni de ellos mismos.

La colmena es una armadura perfectamente estructurada, en la que no se conforma ni por cuadrados, ni por círculos, si no por hexágonos; una nueva vertiente de pensamiento donde las cosas no son de un todo absoluto ni relativo. Sino que es una unidad de pensamiento basada en el respeto y el trabajo en equipo.

Este último integrante se alimenta del trabajo arduo de las abejas obreras, quienes a pesar de recibir el nombre de “obreras” las vemos como una sociedad en general, de la cual cada uno de los miembros cuenta con un papel fundamental para el cumplimiento de las necesidades de la colmena.

Sin embargo, la colmena tiene una debilidad, sus propios miembros. Por naturaleza, esta está hecha de cera, la cual soporta hasta los 37ºC, después de eso se derrite. Ante este peligro, las abejas obreras se empapan de agua y mantiene fresca la cera que conforma la colmena.

La fuerza de esta estructura no se la da su material, sino los miembros que habitan en ella. Si fuera por ella sola, en pocos días moriría. Son las mismas abejas quienes trabajan por mantenerla viva.

La vida dentro de la colmena se la da el trabajo de las abejas, para que esta se mantenga sana, se requiere de una solidaridad y una aceptación del trabajo de cada una de las ellas.

Autores como Camilo José Cela Conde han publicado y utilizado la metáfora de “La Colmena” como protesta entre clases sociales. Sin embargo, en esta ocasión se utilizará como unión y fortaleza de nuestra sociedad.

No son los obreros los que están abajo, sino los que mantienen la colmena viva. Los obreros somos todos, todos los que nos levantamos día a día en búsqueda de elementos que fortalezcan nuestra sociedad. Que nos levantamos en busca de fortalecer nuestra ética, ya que esta es la única que puede servir como agua para que nuestra colmena no se derrita.

Vemos a una sociedad humana la cual se base en el poder, sin saber cuál es realmente el papel de cada quien. Sin importarnos que todos pertenecemos a la misma colmena, solemos trabajar cada quien por nuestro lado y de forma apática.

Pero hay que darnos cuenta que nuestra colmena está por llegar a los 37º C y después de esto no hay vuelta atrás. Así como la clave de las abejas para que su colmena se mantenerla fresca es trabajar en equipo como una sola, nosotros debemos de empaparnos de los principios éticos que nos permitan refrescar nuestra colmena. Una vez dijo Ayad Akhtar “El secreto de una vida feliz es el respeto. Respeto por ti mismo y respeto hacia otros…” Es por ello que nuestros principios éticos deben de ser de uno para los demás, evitando el mal, obrando con el bien, tratar a los demás como te gustaría ser tratado, aceptar a los demás, evitar juzgar a la persona, pero si a sus actos, entre muchos otros.

Podemos juntarnos y ser más fuertes, no para luchas contra nuestros enemigos, sino para no derretirnos a nosotros mismos.

Autor: María Gabriela Conde Lazos y Mustieles

Bioética y los grupos antivacunas
Bioética y los grupos antivacunas

Se ha considerado a las vacunas como uno de los grandes avances dentro de la medicina moderna, dado el hecho de que previenen enfermedades en las que algunas de ellas suelen tener un índice de mortalidad elevado. Recuerdo el tiempo en el que llegamos a hacer diagnóstico de polio (enfermedad invalidante) en niños o de meningitis por pneumococo (índice alto de mortalidad), principalmente en niños que no los habían vacunado. Gracias a la aplicación masiva de vacunas muchas enfermedades ya no se hacen presentes (sarampión, rubeola, paperas, hepatitis B, difteria, tétanos, poliomielitis, tosferina, Haemophilus influenzae tipo b, meningococo C, entre otras).

Sin embargo a pesar del beneficio que aportan estas hay grupos de padres de familia que se manifiestan en contra de la aplicación de vacunas a sus hijos ya que consideran que las vacunas son malas por sus efectos adversos (en la actualidad estos rara vez se presentan y generalmente sin consecuencias). Otros las rechazan por su ideología religiosa, o por ser padres naturistas que confían en la inmunidad natural, otros pertenecen al grupo de escépticos con la industria o bien los que interpretan erróneamente los informes de la Secretaria de Salud.

La realidad es que no podemos aceptar los argumentos que están en contra de las vacunas desde una posición meramente científica y si deberemos buscar lo que es el mejor interés para el niño, mismo que aún no tiene capacidad para decidir si acepta o no la vacuna, en otras palabras deberemos aceptar que es lo más conveniente para el niño relacionado en este caso a su salud (Principio de Beneficencia).

El personal de salud que aplica vacunas deberá de proporcionar información veraz sobre la vacuna(s) que va a aplicar de tal forma que los padres o tutores del niño entiendan perfectamente cuales son las ventajas y/o riesgos al aplicar las vacunas, para que se tome una decisión.

Ante cualquier duda relacionada a vacunas lo mejor es consultar a su médico de confianza y así disipar las interrogantes que pudiera haber.

Autor: Dr. Jorge Adrián Chuck Sepúlveda

Médico Pediatra y Bioeticista.

Universidad Autónoma de Guadalajara.

Vulnerabilidad, sociabilidad y bioética
Vulnerabilidad, sociabilidad y bioética

“La vulnerabilidad es el lugar de nacimiento de la conexión y la ruta de acceso al sentimiento de dignidad. Si no se siente vulnerable, el intercambio probablemente no es constructivo”

 – Brene Brown –

La Bioética es “la rama de la ética aplicada que reflexiona, delibera y hace planteamientos normativos y de políticas públicas para regular y resolver conflictos en la vida social, especialmente en las ciencias de la vida, así como en la práctica y en la investigación médica que afectan la vida en el planeta, tanto en la actualidad como en futuras generaciones” (CONBIOÉTICA, 2014).

Esta definición, aunque correcta, es teórica, y la bioética se vive en el día a día, ya sea en situaciones propias o ajenas y en la mayor parte de las decisiones que tomamos.   Desde lo que se come, se usa y cómo nos relacionamos y tratamos a otros seres.

En la actualidad el uso de las redes sociales es excesivo, pues dejan de ser una herramienta y se convierten en un estilo de vida, si no es que, en una vida ´paralela´, en donde se proyecta el ideal de la persona, más que su realidad. En este proceso, en que se olvida la realidad, los defectos y la imperfección de los demás, se enfatiza el defecto propio. Con esta situación la vulnerabilidad y las relaciones humanas se vuelven cada vez más superficiales. Se busca cubrir la propia vulnerabilidad y encontrar la de los demás, de esta forma las relaciones humanas se debilitan, mientras que las que no tienen riesgo se potencializan.

La relación con los animales se ha humanizado en los últimos años, se les da a éstos el cariño y amor que no se tiene el valor para darle a los seres humanos. Los animales solo regresan amor, la relación no representa ningún riesgo, pues lo que se da, es recíproco. No hay miedo de ser rechazado y el cariño que se da se tiene de regreso.

La bioética tiene una base en el trato de la persona y la vida que le rodea, este trato cambia con el tiempo, sin embrago, siempre es importante cuestionar los sucesos, conductas y ritos de la sociedad en la que se está inmerso, por lo que se invita a la reflexión de lo siguiente:

¿Por qué empezamos a conectarnos con los animales y a separarnos de las personas? ¿Qué tiene la relación con el animal qué no tiene la del hombre? ¿Por qué se le prefiere? ¿Qué es lo que nos da tanto miedo de las relaciones humanas? ¿Por qué no se tolera la frustración y se crece con el dolor?

Autor: Evelyn Sa

Sin donaciones no hay trasplantes
Sin donaciones no hay trasplantes

Se define al trasplante como la intervención quirúrgica por medio de la cual se inserta en una persona un órgano o tejido obtenido de un donador. Para nuestra Ley General de Salud un trasplante consiste en:

la transferencia de un órgano, una porción de tejido o de un grupo de células de una parte del organismo a otra o de un individuo a otro debiendo cumplirse la condición de que se integren al organismo.

Los trasplantes de órganos y tejidos son una realidad que surge de los avances científicos en las ciencias de la salud del siglo XX. Debido a que son procedimientos en los que intervienen factores científicos, sociales, éticos y filosóficos requieren de un marco jurídico adecuado. Hoy en día los trasplantes permiten incrementar las esperanzas de vida de muchas personas que requieren de un órgano sano.

Los trasplantes pueden provenir de donación inter vivos o mortis causa. Los primeros son aquellos que se realizan con un órgano o tejido proveniente de un donador vivo, y en este caso se podrá trasplantar un tejido, órgano o la parte de éste a otra persona, siempre y cuando no implique un riesgo grave para la salud del donante, por lo tanto, no podrán donarse órganos únicos como el corazón, pero si un riñón, parte del hígado, médula ósea, etc.

Los que provienen de donación mortis causa o post mortem son aquellos que se realizan con el órgano o tejido de un donador después de su muerte. En este caso se puede donar cualquier órgano como el corazón, el hígado, las córneas, cerebro, gónadas y hasta el rostro.

En México los trasplantes están debidamente regulados en la Ley General de Salud que fue reformada y adicionada en 2009,  en el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de control sanitario de la disposición de órganos, tejidos y cadáveres de seres humanos  y en la Norma Técnica número 323 para la disposición de órganos y tejidos de seres humanos con fines terapéuticos.

El trasplante es un tratamiento médico muy complejo, y el único tratamiento que necesita la solidaridad de otras personas, a través de la donación, para llevarse a cabo.

Razones por las cuales todos deberíamos ser donantes de órganos:

  • Porque a diario miles de personas en el mundo fallecen por la insuficiencia terminal de un órgano.
  • Porque el trasplante es el único tratamiento médico que requiere del apoyo incondicional de la sociedad.
  • Porque con este gran acto de solidaridad y generosidad se contribuye a disminuir cada vez más el número de pacientes en lista de espera para un trasplante, única alternativa para mejorar su calidad de vida.
  • Porque si en vida fuimos serviciales al prójimo, ¿por qué no seguir siéndolo después de haber dejado de vivir?
  • Porque en lugar de dejar los órganos al destino de la descomposición, sería mejor dejarlos a la noble y más solidaria causa de donarlos a personas que esperan un trasplante para poder seguir viviendo o para mejorar su calidad de vida.

Sin donaciones, no hay trasplantes… Por ello la importancia de donar órganos.

Seamos donantes de vida.

Autor: Dora García Fernández

El pobre NO es pobre porque quiere
El pobre NO es pobre porque quiere

«Para poder sostener un estilo de vida que excluye a otros, o para poder entusiasmarse con ese ideal egoísta, se ha desarrollado una globalización de la indiferencia. Casi sin advertirlo, nos volvemos incapaces de compadecernos ante los clamores de los otros, ya no lloramos ante el drama de los demás ni nos interesa cuidarlos, como si todo fuera una responsabilidad ajena que no nos incumbe. La cultura del bienestar nos anestesia y perdemos la calma si el mercado ofrece algo que todavía no hemos comprado, mientras todas esas vidas truncadas por falta de posibilidades
nos parecen un mero espectáculo que de ninguna manera nos altera».

Papa Francisco

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 1 es poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo y entre sus metas incluye crear oportunidades para empleos buenos y decentes y asegurar los medios de vida, apoyar prácticas inclusivas y negocios sostenibles y promover mejores políticas gubernamentales e instituciones públicas justas y responsables.

Pero, ¿Qué es la pobreza? La Organización de las Naciones Unidas (ONU) la definió en 1995 como una condición caracterizada por una grave carencia en las necesidades humanas básicas, incluyendo alimentación, agua potable, instalaciones sanitarias, salud, vivienda, educación e información. No sólo depende del ingreso, sino también del acceso a los servicios.

Hace unos días estaba pensando sobre cual tema escribiría mi artículo de este mes para Bioética para Todos, me llegó la idea cuando platicaba con un amigo que tiene 11 años de edad, hijo de una querida amiga. En la conversación el afirmó que los pobres son pobres porque quieren y me expuso sus puntos de vista. Decidí escribir sobre este tema para apoyar la toma de conciencia en cuanto a la pobreza y nuestra corresponsabilidad, conocer la realidad es el primer paso para poder cambiarla.

Los pobres serían los responsables de su pobreza si todos hubiéramos nacido con las mismas oportunidades y en el Estado de bienestar impulsara el crecimiento económico y la cohesión social que garantice el orden, la justicia y el buen funcionamiento de la sociedad.

Los resultados obtenidos en cuanto a la reducción de la pobreza han sido sobresalientes en las últimas décadas. El mundo logró cumplir la meta del primer Objetivo del Milenio, disminuir a la mitad para 2015 la tasa de pobreza registrada en 1990, alcanzándola en 2010, cinco años antes del plazo previsto. Pero aún siendo así la cantidad de personas que viven en condiciones de pobreza extrema en el mundo sigue siendo inaceptablemente alta. La mayoría de las personas pobres del mundo viven en zonas rurales y tienen escasa instrucción, trabajan principalmente en el sector de agricultura y son menores de 18 años.

Si conservamos el rumbo actual está en riesgo alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible, el mundo no será capaz de erradicar la pobreza extrema para 2030, lo cual se debe a que cada vez es más difícil llegar a las personas que viven en la pobreza extrema,
dado que con frecuencia se encuentran en países con continuos conflictos y en zonas remotas. El acceso a la educación, servicios de salud, electricidad, agua potable y otros servicios fundamentales sigue estando fuera del alcance de millones de personas,
frecuentemente por razones socioeconómicas, geográficas, étnicas y de género y si a ello le sumamos el componente de la corrupción de los funcionarios públicos el presupuesto destinado por el Estado para combatir éste flagelo se va por el caño.

No todo es responsabilidad del gobierno, la mano invisible que mueve el mercado debe encontrar su contraparte en una mano visible, humana y generosa que ayude a salir de la condición de pobreza a quienes tenemos la posibilidad de alcanzar, podemos tocar muchas vidas si nos lo proponemos. En este sentido la Biblia nos da un mensaje muy claro en cuanto a elegir la opción por ayudar al pobre: Si alguien no tiene ropa ni comida, y tú no le das lo que necesita para abrigarse y comer bien, de nada le sirve que tú le digas «Que te vaya bien, abrigate y come».

Seguramente te preguntaras como puedes ayudar, pues bien, te dejo estos sencillos consejos que todos podemos practicar.

1 Informate para que no pienses que el pobre es pobre porque quiere, juzgar a la gente por su condición o ignorar la pobreza a tu alrededor no ayuda.

2 Haz donaciones, puedes renunciar a algo especial para ti en este mes como por ejemplo comprarte esa prenda nueva de ropa o comprar el café costoso. El dinero que ahorras puedes donarlo a una organización o directamente a una persona pobre. Además de dinero también puedes donar alimentos, prendas de vestir o medicamentos.

3 Haz trabajo voluntario, no importa que tengas muchos compromisos en la escuela o en el trabajo, siempre disponemos de tiempo. Puedes dedicar 2 o 3 horas a la semana para dar un curso sobre cómo hacer el currículum vitae o desarrollar habilidades computacionales o como crear alguna actividad productiva como producir algún alimento o artículo para vender.

4 Apoya a los legisladores que impulsen leyes o proyectos de ley para ayudar a los pobres.

5 Escribe una columna en algún periódico, revista o blog que contribuya a la toma de conciencia para ayudar a los pobres. También puedes hacerlo en tus redes sociales.

Álvaro Alarcón Tabares es maestro en Derechos Humanos por la CNDH y maestro en Responsabilidad Social por la Universidad Anáhuac.

Twitter: alvaroalarcon_
Instagram: alvaroalarcon_

Conflictos de interés en Bioética Clínica
Conflictos de interés en Bioética Clínica

Tener intereses personales ante una situación es algo no sólo natural si no, bueno ya que nos impulsa a buscar un objetivo determinado; sin embargo, cuando se tienen intereses que conducen a ganancias secundarias en una situación donde la vida, salud e integridad de otra persona debieran ser los principales móviles resulta cuestionable desde la ética

Es frecuente que en un caso clínico, las personas busquen otros fines que pueden confundir e incluso disfrazar del bien del paciente; así, se pueden presentar los conflictos de interés que se dan cuando alguna de las partes involucradas quiere o desea un beneficio secundario a determinadas acciones. Es necesario aclarar que siempre son intencionales, es decir, la persona sabe o es fácil hacerle ver que en realidad está buscando un interés que le conviene a él o a ella en particular pero que, por ello, pueden estar desviando su juicio o su decisión del bien objetivo al que hay que dirigir todos los esfuerzos.

No hay que entender que tener conflictos de interés en el área clínica sea siempre malo, si se buscan ganancias que, además, traerán un beneficio hacia el paciente, estos se convierten en una herramienta que facilita llegar al éxito en el tratamiento siempre y cuando sepamos abordarlos adecuadamente.

Los conflictos de interés los pueden presentar el propio paciente, la familia, el médico o profesional de la salud o bien la institución. Pueden ser en relación a protocolos de investigación, requerimientos o deseos personales, escasez de recursos, etc. Así mismo, surgen bien sea ante la discrepancia en diagnósticos o tratamientos y pueden o no poner al paciente en algún riesgo de sufrir un daño. Por ello la importancia de establecer lineamientos éticos para su buen manejo en caso de presentarse.

Se aconsejan a continuación cuatro líneas de acción para tratar adecuadamente los conflictos de interés:

1.- Asegurar los intereses del paciente (el mejor y mayor interés del paciente).

Hay que recordar que lo primero y principal que debe guiar la toma de decisiones debe ser el bien del paciente aún con independencia de lo que éste pueda desear para sí mismo en caso de que solicite algo que no le ocasionará beneficios o lo pondrá en riesgos innecesarios.

2.- Hablar claramente sobre el conflicto de interés. Declarar cuando alguien tiene un conflicto de interés (personal, profesional, económico), ayuda a identificar posibles riesgos y valorar la objetividad de las decisiones tomadas. Además, es preciso que se mantenga al paciente informado de su participación en acciones en las que se buscan otros fines como lo es en un protocolo de investigación y que se cuente con su consentimiento.

3.- Proteger al paciente de cualquier daño o riesgo posible. Se deben valorar los riesgos o posibles daños que el conflicto de interés pudiera ocasionar y deberán suspenderse de inmediato aquellas acciones que lo generen aún habiendo contado con el consentimiento inicial. Ningún conflicto de interés, ni si quiera previamente declarado, deberá quedar por encima del bienestar, de la integridad y de la dignidad del paciente.

4.- Establecer reglamentos (límites) que prohíban determinadas acciones o situaciones en detrimento del paciente. Parte importante es la prevención, así, se establecerán acciones preventivas que orienten la actuación de los agentes involucrados en posibles conflictos de interés.

En conclusión, es necesario que se fomente la comunicación y el diálogo respetuoso y honesto entre todos los agentes involucrados en un caso clínico, que se legitimen sus derechos así como sus deseos e intereses pero nunca a costa del bienestar del paciente. El bioeticista clínico deberá, por ende, favorecer un clima en que se puedan tomar decisiones objetivas y que, en caso de haber conflictos de interés, se declaren y se evalúen en base a sus posibles consecuencias.

Autor: Dra. Ma. Elizabeth de los Rios Uriarte

¿Qué es la fecundación asistida?
¿Qué es la fecundación asistida?

Una de las razones más importantes para que una pareja recurra a las técnicas de fecundación asistida es la infertilidad o esterilidad.

Actualmente, se emplea el término de infertilidad o esterilidad indistintamente, aunque, para algunos autores, no quieren decir lo mismo.

Desde el punto de vista médico, infertilidad es la imposibilidad de tener hijos vivos, siendo posible la fecundación, y por tanto, el desarrollo del embrión o feto. En cambio, la esterilidad, es la imposibilidad de efectuarse la fecundación, y esta alteración puede ser irreversible.  En este artículo utilizaré el término infertilidad para los dos conceptos.

La infertilidad que sufren algunas parejas puede tener diversas causas aunque se sabe que el 20% de las parejas suelen presentar una infertilidad idiopática, es decir, que no tiene causa conocida. Entonces, el primer paso para lograr tener un hijo es buscar un diagnóstico certero.

La fecundación asistida, también llamada fecundación artificial, no es propiamente una terapia para curar la infertilidad, sino una técnica para lograr una fecundación y un embarazo. La expresión “fecundación asistida” agrupa a la Inseminación Artificial, que se lleva a cabo dentro del cuerpo de la madre, y a las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA), que se llevan a cabo fuera del cuerpo de la madre. A esta distinción hay que añadir la que proviene del origen de los gametos: Homóloga, cuando los dos gametos proceden de la pareja y heteróloga, cuando al menos uno de los gametos no procede de la pareja.

Ahora bien, cuando se analiza éticamente cualquiera de estas técnicas hay que tener en cuenta dos distinciones generales: la presencia o no de la técnica en el acto mismo de la concepción, y la relación biológica entre los padres y el concebido. Cada técnica ofrece además sus aspectos particulares a tener en cuenta a la hora de hacer un juicio ético.

La inseminación artificial, se lleva a cabo mediante una inyección intravaginal de líquido seminal. Dicho en otras palabras, se trata de un sencillo proceso que consiste en depositar semen en el fondo de la vagina de una mujer que se encuentra en su periodo fértil. Como ya lo mencioné, esta técnica puede ser homóloga (con el semen de la pareja) o heteróloga (con el semen de un donante).

En cuanto a las implicaciones éticas de esta técnica, la Sociedad Italiana de Medicina Social ( en el Congreso celebrado en Salice Terme el 28 de junio de 1959) adoptó, con respecto a la inseminación artificial la siguiente posición: se considera lícita la inseminación artificial intraconyugal (homóloga), y por el contrario, se considera ilícita y éticamente inadmisible, la inseminación artificial heteróloga.

Por otro lado, la fecundación in vitro o extracorpórea consiste en reproducir, con técnicas de laboratorio, el proceso de fecundación del óvulo que normalmente ocurre en la parte superior de las trompas de Falopio, cuando obstáculos insuperables impiden que este fenómeno se realice dentro del útero. En otras palabras, la concepción se realiza en el laboratorio, y el embrión obtenido es transferido a la mujer para que continúe su desarrollo en el útero hasta su nacimiento.

Esta técnica implica la manipulación de embriones humanos en un laboratorio, la existencia de embriones sobrantes congelados, que muchas veces son utilizados en diversos campos de la investigación y en la propia FIV, para superar los límites actuales, ya que se trata de una técnica con una eficiencia muy baja.

Por último, cabe señalar que el legítimo deseo de tener un hijo debe de basarse en la responsabilidad de encontrar las mejores condiciones para su concepción, nacimiento y desarrollo como persona. En estos casos el fin no justifica los medios. Como toda técnica médica la FIVET tiene un fin bueno, pero no se puede justificar este fin sin considerar los aspectos éticos de los medios que utiliza, es por ello que se deben analizar con detenimiento las ventajas y desventajas de esta técnica para determinar si los medios son adecuados.

Autor: Dora García Fernández