Para los últimos años, todos nos hemos vuelto cada vez más cercanos a las redes sociales, y a veces sin querer, brindamos a compañía de Inteligencia Artificial y de Big Data justo los datos necesarios para que puedan ofrecernos lo que estamos buscando o incluso pensando.
Primero, se debe entender bien qué es el Big Data: son todos los datos que se han acumulado a lo largo de tiempo de personas que brindan información, y puede ser bien, por medios digitales, escritos, platicados, etc. Hay que enfatizar el hecho que esta gran acumulación de datos es difícil de analizar, pero teniendo al personal capacitado, se puede crear los modelos necesarios para darle al usuario justo lo quiere encontrar; desde ofrecerle un producto que había estado buscando, hasta usar su información personal sin que él se entere para análisis más complejos y no bien informados.
Hay que destacar que como usuarios de la tecnología, brindamos datos personales sin realmente conocer su destino, y estos datos a su vez se usarán en algún algoritmo que aprenderá por sí mismo a dar respuestas y así hacer recomendaciones o dar cierta información a alguna empresa de Big Data, entonces las grandes pregunta serían: ¿qué tan ético es que un algoritmo (no una persona) use datos de las personas para aprender y usarlos? y ¿qué podemos hacer nosotros como personas que brindamos datos personales? Ya se vio un ejemplo donde el uso de un algoritmo de caja negra (esto quiere decir que se sabe la información que entra en él y el tipo de respuesta que se busca, pero no se conoce el proceso) generó gran controversia y problemas, Cambridge Analytica usó la información de miles de usuarios de Facebook disfrazada de encuesta para saber el tipo de personalidad para posteriormente tener publicidad política en cada Facebook de la persona encuestada.
Se puede dar otro ejemplo fuera de redes y se basa en llamadas telefónicas que, aunque se encuentre privada la información en sí de la conversación, se pueden tomar otro tipo de datos: duración, lugar de ambas llamadas, cuántas veces se ha hablado a ese número, etc. y esto es suficiente información para crear más algoritmos y nuevos resultados sin que nadie de los implicados esté enterado al respecto.
Y, en tercer lugar, el ejemplo que más ha dolido a las personas es que han tachado a algunos algoritmos de sexistas, machistas o racistas dados los “malos” resultados que pueden darse y dañando la dignidad de muchísimas personas que hacen búsquedas o reciben cierta información que no querían ver.
Los resultados de los algoritmos se ven todos los días: noticias, publicaciones, llamadas y algunos otros ejemplos que han creado el llamado “Determinismo algorítmico” que hace que cada uno lea, escuche y vea lo que el algoritmo quiere.
Como ya se había dicho antes, los algoritmos aprenden solos y ahí radica el gran problema y solución de todo: debe existir una mayor supervisión humana en el proceso para saber qué tipo de resultado se dará y así mitigar los efectos negativos que se han obtenido, deben dejar de ser una caja negra tanto para el creador como para los usuarios. El diseñador o diseñadores de cualquier tipo de algoritmo debe tener conocimiento de la Declaración sobre la ciencia y el uso del saber científico (hecho por UNESCO en 1999), resaltando los siguientes puntos:
- “Las tecnologías basadas en nuevos métodos de comunicación, tratamiento de la información e informática han suscitado oportunidades, tareas y problemas sin precedentes para el quehacer científico y para la sociedad en general”
- “La comunidad científica y los políticos deberían tratar de fortalecer la confianza de los ciudadanos en la ciencia”
- “La revolución de la información y la comunicación ofrece medios nuevos y más eficaces para intercambiar los conocimientos científicos y hacer progresar la educación y la investigación”
- “La investigación científica y el uso del saber científico deben respetar los derechos humanos y la dignidad de los seres humanos, en consonancia con la Declaración Universal de Derechos Humanos y a la luz de la Declaración Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos Humanos”
- “La ciencia aporta una contribución indispensable a la causa de la paz y el desarrollo y a la protección y la seguridad mundiales”
Y se resaltan los puntos anteriores ya que todos guardan una profunda relación con el deber del científico de datos de velar por la dignidad humana, y entonces también será su deber que sus creaciones (en este caso, algoritmos) trabajen y den resultados que no perjudiquen de ninguna forma. Sin embargo, se sabe que hay muy pocas instituciones que realizan formaciones sobre temas éticos y sobre todo relacionados con la deontología. Así, que se debe vigilar que más proyectos y empresas tenga a la ética como un pilar básico.
La creciente evolución de la ciencia de datos ha provocado también una revolución en las prácticas deontológicas, y esto quiere decir “hacer lo correcto y lo debido en el trabajo”, y aquí debería ser el conocer todas las implicaciones de la recopilación y el tratamiento de todos los datos, así como la realización de modelos (descriptivos y predictivos) y lamentablemente aún no está bien establecido en muchos casos, debido a que es un sector nuevo y existen leyes que rijan sobre el quehacer de todos los científicos de datos que se encuentran trabajando; y fuera del ambiente ético también debe existir una regulación en la privacidad, protección de datos y la organización (quién se hace responsable de la protección, cómo hacer un buen diseño de la investigación para proteger la privacidad, etc.). Y aquí debe tomarse también en cuenta que la baja regulación solo ha puesto un mayor énfasis en los límites que le ética que se debe fijar en los investigadores para ciertas prácticas.
Ahora debe también tomarse en cuenta a la persona que está brindando los datos, se ha mencionado ya mucho sobre cómo trabajan con los datos, pero no sobre quien los proporciona. Dada la forma actual de dar los resultados, bien la persona podría dar cierta información, pero no saber el resultado que tendrá y suscitar una “revelación imprevista” del algoritmo como predecir un dato de la persona y el usuario podría saberlo o no comprenderlo al dar su consentimiento al participar en algún estudio. La persona que da los datos siempre debe ser consciente de a quién da los datos y para qué se usarán, ninguna entidad puede actuar como el dueño de los datos; todo usuario tiene derecho al acceso a su propia información y no debe tener ninguna barrera ante la falta de transparencia. Mencionado antes el acceso, hay que recordar los datos ARCO para quien da información, que son:
acceso, rectificación, cancelación y oposición; estos siempre van a garantizar el buen uso y la protección de cada dato que se brinde a cualquier institución con el propio consentimiento.
Después de analizar los problemas, hay que analizar en qué habría que trabajarse en los siguientes años. Primero, hay que ser conscientes que los investigadores tienen diversos retos enfrente referentes a la privacidad y protección de los datos que manejan en los diversos proyectos. Es verdad que siempre al inicio de algún proyecto no se sabe con seguridad el manejo que se dará a los datos; sin embargo, debe plantearse bien los diversos caminos que podrían tomarse y darlo a conocer a los usuarios que darán su información.
Para los investigadores y científicos de datos deberán siempre conocer las amenazas para los usuarios, comunicarlas oportunamente y realizar actividades para poder mitigarlas; esto siempre se hará desde que se tenga una propuesta del proyecto, para tener una comunicación en tiempo para todos.
Por último, cabe recalcar que el Big Data seguirá desarrollándose para lograr nuevos resultados, es una herramienta del presente y del fututo para muchos campos, pero se deberá encontrar una regulación y una buena ética en proyectos e investigación. Hay que ser ahora más que nunca responsables con los datos que compartimos todos los días.
Autor: Martha Judith Méndez Pérez
Se debe mencionar que la desigualdad social no se ha erradicado en México ni mucho menos la pobreza, ya que esto a pesar de que sea una estrategia de desarrollo, aún se lucha en contra de esta debido a que las malas políticas públicas, la corrupción, el desvío de recursos, entre otros factores, han contribuido a que cada vez más a que esta sea imposible de erradicar, sin embargo debemos mencionar que este trabajo no pretende tocar de grosso modo la desigualdad social de la población de México en general, ya que pretende plantear en específico la desigualdad social que vive la mujer en todos los aspectos en México.
Es así, que a pesar de que la mujer ha luchado al paso de los años para que sus derechos sean los mismos que los del hombre, para que perciban la misma retribución económica cuando se tiene el mismo puesto de trabajo que un hombre o para que puedan ser titular de aquellos cargos políticos y gubernamentales entre otras cosas, aún es imposible que la mujer se tratada de la misma manera, ya que incluso es víctima de violencia, la cual se ha desato en los últimos años y sobre todo en los últimos meses.
La igualdad no es una exigencia, ni se debe de ver como un derecho o como una consecuencia, sino que esta es intrínseca al hombre, porque el hombre es persona, es igual por esencia, es un ser racional, con dignidad humana y con el mismo potencial, por lo que entonces, los hombres y las mujeres deben gozar de los mismos derechos y deben ser respetados de la misma forma, sin embargo, esta idea fundamental que se toma del pensamiento filosófico, aún no ha sido completamente respetada ni mucho menos practicada.
El concepto de persona es un concepto que se está perdiendo ya que un gran número de mujeres se ven inmiscuidas en situaciones de violencia por lo que es importante retomar este concepto desde diversos puntos entendiendo si la dignidad de las mujeres se está viendo afectada en muchos ámbitos, los cuales van desde el familiar hasta el laboral.
Es de esta manera, que las condiciones y el acceso a las oportunidades hacen gran diferencia entre las mujeres que las tienen y quienes no, por lo que son más susceptibles
de violaciones a sus derechos aquellas que se encuentran en una desigualdad social ya que desde este punto no pueden acceder a la educaron o a otras oportunidades fundamentales. Es por esto que los aspectos psicológicos, culturales y sociales también son diferentes ya que una mujer de un nivel socioeconómico bajo posiblemente presente autoestima baja, abandono de estudios lo que se reflejara en pocos ingresos, conductas de riesgo como los embarazos adolescentes, menores servicios de salud etc., en comparación con aquellas que tienen un nivel socioeconómico más alto y que por ende sus derechos se ven mucho menos afectados.
La persona y la dignidad humana
Se sabe de la importancia de la persona, ya que para empezar desde el punto de vista jurídico se es persona y se tienen derechos desde el momento de la concepción, por lo que además, las personas se distinguen porque tienen ciertas características que las diferencian de los demás seres vivos ya que estas tiene notas que la definen como lo es la intimidad, la manifestación y el diálogo, por lo que son características intrínsecas que sin importar el género se tienen.
De esta manera tanto los hombres como las mujeres gozan de la misma dignidad humana, la cual aunque muchas veces aparece como un conjunto de condiciones materiales de vida que permiten una calidad de existencia propia del hombre y otras esta se puede tomar para sentirse ofendido, sin embargo también es aquella condición que le permite al hombre tener esos derechos humanos que se les reconocen por los diversos instrumentos internacionales o nacionales y que no se pueden afectar bajo ninguna condición.
En algunos países la dignidad humana es un principio que se establece en sus declaraciones políticas y en sus constituciones, en este sentido Alemania fue el primer país que la incorporo en su constitución y actualmente el ordenamiento mexicano la contempla en la Constitución General para todas las personas, por lo que es menester mencionar que la dignidad humana se debe ver también como un principio de derecho público porque en la medida en la que los derechos humanos son verdaderos, protegen a los bienes de la persona y a la persona misma quien debe ser más protegida que los bienes 1.
El rol de la mujer y los aspectos sociales, económicos, psicológicos y culturales
Actualmente en México el papel de la mujer ha cobrado gran importancia ya que es más común ver a las mujeres representando un factor económico importante debido a las actividades que realizan, sin embargo, esta situación cambia dependiendo del nivel socioeconómico al que la mujer pertenezca. Si una mujer tiene mayores ingresos se debe a que la actividad que realiza requiere de mayor especialización por lo que debió de haber obtenido un grado escolar profesional lo que le facilita sus condiciones sociales ya que es más fácil que esta tenga una familia integra, mayor autoestima, menores conductas de riesgo, comunicación con sus seres queridos, ingresos que le alcancen para las necesidades básicas por lo menos, así como un mayor acceso a las oportunidades. Sin embargo, bajo esta idea nos encontramos bajo una desigualdad social, debido a que si las mujeres no tienen las mismas oportunidades que otras, entonces se esta bajo un factor de desigualdad económico, el cual si bien es cierto no es un factor de desigualdad de género, si es un factor que lo potencializa.
Por otro lado tenemos a la mujer con un nivel socioeconómico bajo que probablemente tiene una familia más inestable así como en su relación de pareja, tiene menores ingresos, autoestima baja, menor grado de escolaridad, no cubre sus necesidades básicas y tiene un menor acceso a las oportunidades, por lo que en ese ejemplo nos encontraríamos en una desigualdad social respecto de otras mujeres y en una desigualdad de género, ya que son las mujeres con este perfil, las que en su mayoría sufren de violencia familiar.
En esta comparación es claro que la mujer que tiene menos recursos es más propensa a que sus derechos se violen y a que no sea tratada como debe ser ya que tiene dignidad igual que cualquier otra por el simple hecho de ser persona, aunque esto no significa que las mujeres con más recursos sean inmunes a la violencia, en consecuencia, la mujer en México no sólo sufre de desigualdad de género sino que también sufre de desigual social, la cual muchas veces se puede prevenir y el gobierno prefiere no intervenir.
La violencia y sus generalidades hacia la mujer mexicana
México ha hecho avances importantes en la normatividad para el cumplimiento de los derechos humanos y sobre la violencia contra la mujer, la cual no se ha erradicado. Es por esta razón que tampoco se puede hablar de los derechos humanos como exclusivos
para la mujer porque se estaría contradiciendo en carácter de universal de los Derechos Humanos, sin embargo, existe la necesidad de establecer derechos, normas e instancias internacionales y nacionales para proteger y garantizar los derechos de las mujeres por las violaciones a la dignidad humana que ellas presentan las calecen gran medida se debe a los aspectos culturales y sociales
Es de esta manera que realmente se confirma entonces que la discriminación y la exclusión hacia la mujer son prácticas que no permiten el ejercicio pleno de las mujeres especialmente en las zonas rurales e indígenas, aunque las mujeres de niveles socioeconómicos más altos lo sufren en la diferencia de salarios, hostigamiento y/o acoso laboral, o incluso llegan a sufrir de violencia por parte de su pareja.
Se dice que una parte de las mujeres que son víctimas de la violencia están relacionadas con el estado de alcoholización de su agresor lo que pudiera ser un factor para que esta exista pero que no la determina porque un agresor ejerce violencia sin tener alcohol en el cuerpo, es así que mencionaremos también que las manifestaciones de enojo, los celos, etc., pueden coexistir o no con la violencia
¿Cómo concienciar a la población sobre la violencia hacia la mujer y sobre la desigualdad social en la que esta se encuentra?
Se debe señalar que el maltrato puede ser emocional, físico, psicológico y/o sexual. Es importante crear programas que informen y que promuevan la igualdad y la equidad de género para que las generaciones más pequeñas puedan reconocer a un agresor y cuando a se les están violentando sus derechos. Asimismo, la comunicación con la familia resulta un factor determinante con la ayuda de la educación que se recibe en la escuela y en la familia por lo que las políticas públicas deben ser a largo plazo y firmes, que ayuden a los niños y a los jóvenes a detectar conductas violentas y que no permitan ellos vivir situaciones así 4.
Asimismo, se deben implementar programas dirigidos hacia las mujeres que les garanticen sus derechos y su acceso a ellos por parte del Estado, ya que resulta realmente inadecuado y discriminatorio que no todas las mujeres sean y tengan las mismas oportunidades, debido a que entre menos las obtengan, más puertas se les cierran y más sufren respecto a la desigualdad social y de género en este país.
Debemos atender a varias conclusiones, la primera de ella es aquella que se refiera al concepto de persona, ya que este se está perdiendo debido a que si se tomara en cuenta sabríamos que tanto el hombre como la mujer son personas y tienen dignidad humana, lo cual parece que se desconoce o que realmente no es así porque México sigue teniendo tintes machistas que no lo dejan avanzar, ni progresar respecto a estos temas sociales, por lo que entonces estamos ante una inminente problemática social que tiene que frenar.
La dignidad es un valor intrínseco a todos por lo que esta no se debe de ver violentada con otros actos que afecten a la mujer, vulneren sus derechos humanos o la dejen en estado de desigualdad. Es por esta razón que se debe de concientizar a la población desde la temprana edad para que se pueda erradicar la violencia de género en nuestro país, por lo que el gobierno debe de tomar un papel activo en el que impulse campañas en los niveles de educación básicos, además de elaborar programas sectoriales que tengan como objetivo promover la igualdad de género y ayudar a que las desigualdades sociales se erradiquen, haciéndolo de manera local y federal en coordinación con todos los niveles de gobierno.
Es así como también debemos ser conscientes que la desigualdad de la mujer no sólo es una desigualdad de género, sino que también se trata de una desigualdad social debido a que dentro de las mismas mujeres existen miles de diferencias y de variables que hacen que sus vidas sean más o menos apegadas a derecho, por lo que se debe de tomar una solución también en ese sentido que ayude a las más necesitadas.
Finalmente, debemos conocer todos los actos que engloban la violencia hacia la mujer, entendiendo que la violencia se presenta en todos los ámbitos socioeconómicos (en unos más que otros y de diferente manera) y que ninguna mujer está exenta de ella ya que no solo se basa en la condición económica sino también en los ámbitos sociales, psicológicos y culturales.
Autor: Diana Chahin Sesin
Categoría:Bioética
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La corporeidad
Las dimensiones de la persona es un termino contemporáneo acuñado por Mounier que quiere expresar lo siguiente: así como un volumen no se puede expresar sin dimensiones, del mismo modo el hombre no se expresa sin sus dimensiones… (corporeidad, intersubjetividad, etc.). Por lo tanto una dimensión debe ser: universal, interdependiente, abarque la totalidad de la persona, inmanentes y trascendentes al hombre.
Emmanuel Mounier expuso en su doctrina diversas dimensiones. El Prof. P. Juan Gabriel Asencio LC en su catedra de antropología destaca las siguientes dimensiones de la corporeidad basándose en los textos de Mounier y de otros personalistas.
- Corporeidad: El hombre es un ser-en-el-mundo que se relaciona con el mundo a través del cuerpo. El cuerpo es un lugar de encuentro (yo-mundo). El cuerpo es el instrumento y al mismo tiene límite por el cual el hombre crece, aprende y se realiza.
- Historicidad: Nace del ser corpóreos, y por tanto materiales, sujetos al cambio y con ello al tiempo. El hombre crece, aprende y se realiza siempre en el tiempo. El hombre puede captar el tiempo objetivamente (reloj) o subjetivamente (“el tiempo pasa volando”).
- Intersubjetividad: Nos da el concepto de relación. El hombre es un ser relacional, sin relaciones el hombre no es capaz de desarrollarse, pues es el OTRO quien le enseña a ser hombre y le dice quién es.
- Sexualidad:Una aplicación intersubjetiva a nivel sexual. La sexualidad no es sólo un dato objetivo. Este dato también se vive subjetivamente, y se desarrolla en ambas vertientes. El adolescente comienza a crecer
subjetivamente. La sexualidad se confirma, culmina en la paternidad (genitorialidad), en la unión hombre-mujer (como complementarios).
- Culturalidad:Es una aplicación de la intersubjetividad en la sociedad. La cultura nace en las relaciones sociales. Es por ello que hombre siempre crea cultura, por necesidad. La cultura le enseña a ser hombre se una manera concreta.
La constitución psicológica de la persona: la autoconciencia o inteligencia humana
El corazón humano refleja la capacidad del ser humano de dirigir su reflexión hacia sí misma por medio de las facultades más altas como la razón, el sentimiento moral, la libertad, buscando siempre y en todo lugar de su existencia a su causa eficiente, ejemplar y final: Dios su creador. Al ser el hombre la unidad de cuerpo y alma “corpore et anima unus” están manifiestan la relación que existe entre razón y voluntad (potencias del alma) con las facultades corpóreas y sensibles. Por las cuales el hombre se da cuenta de si y de su existencia en la intersubjetividad de su propia persona, es este darse cuenta del propio yo y de su propio destino o finalidad lo que hace al hombre superior a todo lo material, es necesariamente por la autoconciencia abierto a la trascendencia.
Por su espiritualidad el hombre supera a la totalidad de las cosas y penetra en la estructura más profunda de la realidad. Cuando se adentra en su corazón, es decir, cuando reflexiona sobre su propio destino, el hombre se descubre superior al mundo material, por su dignidad única de interlocutor de Dios, bajo cuya mirada decide su vida. Él, en su vida interior, reconoce tener en « sí mismo la espiritualidad y la inmortalidad de su alma » y no se percibe a sí mismo « como partícula de la naturaleza o como elemento anónimo de la ciudad humana »
Es por medio de esta autoconciencia que se da por medio de la actividad psíquica que el ser humano se da cuenta de sí mismo y de sus actos operativos. Es a lo que la tradición escolastica ha denominado como «la Reditio Completa »
La espiritualidad : los derechos del hombre por su Imago Dei
Maritain es uno de los mayores filósofos contemporáneos que ha influido con su pensamiento en documentos tan importantes para la historia de las naciones como la declaración universal de los derechos humanos. La visión antropológica de Maritain es la del hombre como un compuesto de alma y cuerpo, el cual al desarrollarse en la historia personal crea su propia identidad existencial por medio de su actuar libre, orientada su libertad por la razón hacia su propio fin. Son estas tres capacidades humanas: la razón, la libertad y la vocación (misión o finalidad para la cual existe el ser humano) las que hacen a todos los hombres iguales y dignos, encontrándose aquí el fundamento de los derechos del hombre.
La persona humana la encontramos en las manifestaciones de las dimensiones de la persona, tales como: 1) Personalista (la dignidad de cada miembro de la sociedad trasciende la sociedad misma) en la que el fin es el proceso de personificación del individuo por medio de la perfecta libertad. 2) Comunitaria (el hombre es un ser social por naturaleza) en la que el fin se encuentra en el bien común de la sociedad. 3) Pluralista (para el proceso de personificación se requiere pluralidad de comunidades autónomas) donde la principal y fundamental es la familia, en orden superior el Estado, pero de igual modo existen agrupaciones de asociación libre de envergadura para el proceso de personificación como es la Iglesia para los cristianos. 4) Teísta (Dios como principio y fin de la persona humana) en efecto, es necesario destacar el papel divino como la base y fundamento de la ley natural, como el principio de autoridad y de la convivencia civil, pues solo en Él se comprende la libertad, igualdad y fraternidad expuestas por el evangelio, si bien no es necesaria la creencia en Dios para el reconocimiento de la dignidad humana, sin embargo, sin esta no se puede encontrar el principio y fundamento de dicha dignidad.
Autor: Fernando Nañez Delgadillo
Nos encontramos en el siglo XXI donde el progreso científico es lo primordial para el ser humano; los avances científicos se encuentran por encima de todo y la globalización en todo rincón. Podríamos decir que nos encontramos en un capitalismo violento desinteresado por el hombre y solo que importa es el dinero y las humanidades van perdiendo el sentido para el mismo ser humano.
Para poder hablar de bioética podremos iniciar desde la ética; y ésta se convierte en la reflexión crítica sobre los valores y principios que guían nuestras decisiones y comportamientos. Pareciera oportuno explicar que la ética ya no es tan valorada en la civilización posmoderna por todo lo que estamos viviendo en estos momentos de crisis de racionalidad llegando al grado de comportarnos como animales. La ética en este sentido propondrá un límite a la persona partiendo desde su dignidad humana; con ello la rescatamos desde la filosofía que deriva la antropología, el personalismo, la ética y la moral.
Ahora que hay cambios modernos y el avance tecnológico está a cualquier precio, llegamos a decir que la vida de la persona no cuesta, no tiene valor y llegamos a tal problema que, en el tiempo de la segunda guerra mundial, los alemanes asesinaron a miles de judíos en las cámaras de gas. Utilizamos nuestras herramientas científicas para asesinar.
El nacimiento de la bioética se debe a estos cambios exagerados que resurgen para si como problemas bioéticos, donde le compete analizar y criticar. Este concepto engloba la disciplina que combina con el conocimiento biológico con el de los valores humanos. Se interesa en las cuestiones de las ciencias de la vida, como por ejemplo el aborto, la biomedicina, la eutanasia, la pena de muerte y sobre el cuidado sanitario, todo se debió a un dialogo antropológico entre la medicina y la ética renovando así una ética médica tradicional.
Podremos llegar a decir que el nacimiento de la bioética de debió al surgimiento de una civilización posmoderna regenerando con sigo el progreso científico y sus principales problemas atendida desde la medicina, pero pareciera un gran cambio económico y tecnológico que llega a un punto de que se convierte en colectivismos o individualismo, tanto como uno y otro son extremos por el motivo que se convierte en un anti humanismo. Actualmente este año 2020 estamos viviendo una enfermedad que se ha vuelto pandemia (covid-19) y sobre todo el país de México está sufriendo un problema bioético.
Se está presentando una desvalorización del ser humano, donde el dinero para los insumos se convierte en casas lujosas de los mismos gobernadores, dónde el trato es como si fueran animales y en todos los noticieros mencionan un gran numero de marchas por la falta de presupuesto para los doctores y enfermeros y falta de insumos.
La bioética se preocupa por la dimensión moral de la vida humana, su significado de vida (bio) se vive a muerte, así es, la muerte que se genera por el aborto y que muchas personas están a favor, el valor del cuerpo humano y la dignidad de la misma persona han decaído, la sexualidad está transgirversado por culpa de las ideologías de la muerte y las relaciones interpersonales se viven en individualismos, ya no hay una civilización del amor que es una esperanza que muchos esperan.
La civilización evoluciona rápidamente y solo nos queda seguir reconstruyendo una nueva sociedad con la necesidad de recuperar los valores que cimienten toda civilización. La importancia de la bioética es el interés por la propia naturaleza humana, vista desde su plenitud y una segunda visión es bajo la responsabilidad del trato a nuestra casa común, la tierra. El principio es el respeto al desarrollo que el hombre está produciendo en aumento los recursos que la tierra nos proporciona y sobre todo la defensa de los animales.
Solo depende de ti que no te dejes llevar con las ideologías que van en contra con la dignidad humana porque todo lo que vives se convierte en un dilema bioético, si eres enfermera, doctor o algún especialista de medicina debes de tener un cuidado sobre tu paciente, te debe de interesar sobre el derecho a la salud, pero esta parte no solo son para los médicos, sino para todos.
Como escribe Juan Manuel Burgo en su proyecto humanista, es una dialogización entre antropología y un enfoque personalista desde una existencialidad.
Recordemos: la persona se convierte en el centro de la bioética y que a su vez se convierte en una regularización de la conducta humana en el campo de la vida y la salud bajo los principios éticos, recuperemos todos el valor de la vida humana, juntos construyamos un mundo mejor y guiemos las futuras generaciones. La persona no es objeto, es persona. No somos animales, somos personas de naturaleza racional y espiritual.
Autor: Irving Alberto Torres Menchaca
Categoría:Bioética
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Lo primero que hay que destacar en los cuidados paliativos es el principio bioético de la autonomía de la voluntad del paciente. En efecto, se debe tener en cuenta si el paciente es curable o en cambio se encuentra en una situación de fase terminal ante una enfermedad no curable. En caso de tratarse de una enfermedad curable se le propondrán al paciente los medicamentos que atenúen los síntomas de la enfermedad que causen molestias y dolor junto con el tratamiento para su cura, de ser una enfermedad curable se le propondrán al paciente los medicamentos que atenúen su dolor y darle la opción sobre en donde desea transcurrir los últimos meses de vida, ya sea en la propia casa o en un centro de atención médica.
Son ocho los aspectos a tratar en un buen plan de cuidados paliativos:
1) El manejo de la enfermedad, 2) La atención a los aspectos físicos, 3) Aspectos psicológicos, 4) Aspectos sociales, 5) Espirituales, 6) Asuntos prácticos, 7) Últimos días y 8) Pérdida y duelo.
Para el manejo de la enfermedad es fundamental atender no solamente desde el punto de vista médico sino psicológico la enfermedad del paciente, se le debe de dar la información sobre su caso concreto en donde si es imposible la cura por medio de tratamientos se le deban dar los recursos no solo físicos y médicos para hacer frente a la realidad de su enfermedad, sino también los medios psicológicos para poder sobrellevarla..
En la atención de los aspectos físicos, el médico al saber que la enfermedad es incurable debe establecer un programa en donde se den los medicamentos que disminuyan el dolor según la etapa propia de su proceso, reduciendo poco a poco el estado de conciencia del paciente conforme aumenten los padecimientos.
Sobre los aspectos psicológicos el personal médico de una manera empática debe ir preparando psicológicamente tanto a la paciente como a sus familiares para el trance en el dolor de la enfermedad y en el de la muerte y los sucesos posteriores. Por ello es necesario aunarlo a la dimensión espiritual de la persona y así mismo entablar un diálogo con los hijos o padres buscando su bien psicológico ante la evidencia de la futura falta.
En los aspectos sociales el personal médico debe ver el entorno sobre el que se desarrolla la enfermedad de su paciente, en efecto hay que considerar los aspectos sociales como los amigos, las relaciones sociales con las que habitualmente convivía y buscar un apoyo en todas ellas fundamentalmente en el núcleo familiar para beneficio del paciente.
En la atención espiritual la persona practicante requiere unos cuidados necesarios para la atención de su alma según la propia fe religiosa o las convicciones éticas, las cuales siempre deben de ser proporcionadas en la medida de las posibilidades.
El personal médico y la familia deben asegurarse de los asuntos prácticos que puedan surgir, haciendo previsión al posible estado de inconciencia en el que se encontrará el paciente en el futuro. Tal es el caso de pedir su última voluntad y arreglar el testamento si así lo desea la persona.
Es fundamental ofrecer un espacio en los últimos momentos a los seres queridos y al personal médico para poder despedirse de la paciente con el objetivo de conservar un buen recuerdo que si bien es doloroso, es muy beneficioso para los familiares de la paciente.
El médico como bien dicta el juramento hipocrático, al pasar el umbral de la puerta de los hogares se vuelve con el tiempo parte de la familia, por ello debe estar presente y ayudar en el dolo de los familiares de sus pacientes y despidiéndose él mismo de su paciente.
Autor: Fernando Nañez Delgadillo
Es evidente que todos, a nivel mundial, clamamos por que los científicos encuentren, lo antes posible, una vacuna que prevenga de contraer la enfermedad del siglo que tantos estragos ha provocado en la vida de los países. Sin embargo, la urgencia de detener los contagios nos puede llevar a cometer atrocidades de las que, después, nos podamos arrepentir.
A nivel ético y bioético, existe el principio de precaución que nos exhorta a que, ante acciones, tratamientos, terapias o cualquier intervención sobre la que no conozcamos sus efectos secundarios ni consecuencias, lo mejor es no realizarlas. De igual manera, existe otro principio que es el de proporcionalidad que consiste en medir los riesgos y los beneficios de una determinada acción y si los primeros no sobrepasan los segundos, entonces proceder a actuar.
Tomando en cuenta estos dos principios conviene preguntarnos si estaríamos dispuestos asumir los riesgos de comercializar una vacuna que lo mismo puede curar o dañar.
Consideremos que, el desarrollo de una vacuna, pasa por tres etapas:
- De exploración: aquí se empiezan a descubrir los antígenos naturales o sintéticos que pueden servir para la fabricación de la vacuna.
- Preclínica: estos antígenos se comienzan a probar en animales, generalmente ratones, para observar cuáles podrían ser algunas de las reacciones en humanos.
- Clínica: esta etapa a su vez se subdivide en tres: a) fase I en donde se estudia la seguridad de la vacuna aplicándosela a un grupo no mayor a 100 personas sanas y que, por ende, no sean poblaciones de riesgo, b) fase II en donde se prueba la vacuna en un grupo mayor de personas y se introducen grupos placebo con la finalidad de comprobar si la vacuna es eficiente o no y c) fase III donde se aplica a un grupo mucho mayor de individuos con inclusión de grupos de riesgo y poblaciones vulnerables, esto para comprobar tanto la seguridad como la eficacia en poblaciones de riesgo y ver si se comporta igual que en poblaciones sanas.
Si queremos obtener un resultado de una vacuna que sea segura y que además provoque los anticuerpos precisos para combatir una infección por coronavirus, tendríamos que someternos a los tiempos de cumplimento de estas fases, que, normalmente duran entre 10 y 15 años. Provocar el adelanto de los resultados sólo por la urgencia de sacar la vacuna nos llevaría a saltarnos alguna de estas fases y arriesgar la vida de aquellos sujetos que decidieron contribuir a esta experimentación y hasta provocar daños irreparables con el comercio de la misma.
Hay que tener presente que, internacionalmente, existen documentos que regulan las investigaciones y experimentaciones con sujetos humanos para brindarles la máxima protección posible.. Basta recordar los experimentos cometidos con los presos en los campos de concentración Nazi por del Dr. Mengele que fueron verdaderos actos de terror o la triste historia del experimento de Tuskegee en Estados Unidos donde más de 600 sujetos fueron inoculados con sífilis con el propósito de observar la evolución normal de la enfermedad hasta la muerte de la persona.
Así las cosas, si por principio de precaución se debe proteger a la persona de actos que le provoquen un daño y por principio de proporcionalidad se le debe resguardar de aquellas acciones que produzcan más riesgos que beneficios, quizá sea más seguro por ahora y por los meses que están por venir, atenernos a las máximas indicaciones de seguridad y protección de contagios que presionar al gobierno de cada país y a los organismos internacionales a sacar una vacuna al mercado que, sabemos que, de no pasar por las fases y los tiempos establecidos, podrán producir otros efectos adversos que, pudieran, incluso, ser más mortales que el mismo coronavirus.
Autor: Dra. Marieli de los Rios Uriarte
Categoría:Bioética
Etiquetas: Bioética, Bioética para todos, científicos, coronavirus, covid-19, Ética, vacuna
Nadie se salva solo. Esta sentencia parece estar recorriendo nuestras mentes y corazones desde el inicio de la pandemia del coronavirus y, sin embargo, las medidas de contención obligan a estar solos, confinados en casa, en el mejor de los casos rodeados de la familia y, en el peor, en la soledad que desgarra.
¿Cómo resolver esta contradicción entre la necesidad de los otros y la obligación de aislarnos de ellos? Quizá haya que echar mano de un nuevo concepto que ha estado surgiendo en las conversaciones de los dirigentes de diversos países y de los organismos internacionales: una solidaridad universal.
Estar cerca del otro no necesariamente conlleva una cercanía física, lo hemos descubierto con el uso de las tecnologías que nos acercan y hasta nos permiten pasar un cumpleaños virtual con muestras de cariño que, quizá de forma presencial, no hubiéramos podido sentir. El estar en casa obliga a estar en las pantallas, es decir, no hay pretextos para no estar, para ausentarse, para evadir las llamadas, los compromisos, la responsabilidad. Estas en casa y tienes tiempo, de hecho, todo tu tiempo está disponible, a veces debatiéndose entre las obligaciones laborales y las necesidades familiares pero de que hay tiempo, eso, nadie lo puede negar.
La nueva solidaridad que proponen tendría que trascender la capacidad de estar físicamente tal como lo hemos trascendido todos desde hace varios meses, encontrar la manera de atender las necesidades de los otros –sin olvidar las nuestras- desde las trincheras de las nuevas tecnologías y de la distancia social, que no emocional.
Ante la constatación del fracaso de los sistemas gubernamentales y del colapso mayor o menor de los sistemas de salud mundiales, muchos se han cuestionado sobre la posibilidad de recurrir a un nuevo orden con una nueva gobernanza mundial que, entre otras cosas, dictara los procesos de protección de la salud de las poblaciones a nivel mundial.
Profesora e investigadora de la Facultad de Bioética de la Universidad Anáhuac México.
Pensándolo a fondo no parece una mala idea considerando que una voz líder creíble y confiable, digna de seguirse por su congruencia personal y rigurosidad científica hubiera sido deseable hace varios meses, no obstante, el riesgo de centralizar las leyes y darle univocidad implica asumir el deterioro de las libertades individuales, de las democracias particulares y de la vida en común según los contextos culturales de cada país.
Ahora bien, tal vez haya que pensar esa nueva gobernanza mundial no como una persona o grupo de personas si no como un precepto: el llamado urgente a la solidaridad.
Después de constatar que lo que afecta en un lado del planeta termina por afectarnos a todos y que, en realidad y a pesar de los ideales de la modernidad, no existen las razones individuales si no los sentires comunitarios, repensar nuevas formas de vivir después de la pandemia, será incorporar a nuestros hábitos y modos de vida la actitud solidaria de saber estar más allá de las barreras físicas.
La indiferencia, el egoísmo y el odio no pueden seguir siendo los cánones que rijan la vida postpandemia, hay que dejarles paso a la compasión, a la generosidad, a la preocupación por el otro y a la atención solícita de todos y cada uno de los que habitamos la Casa Común.
Esto no significa destruir la vida política de cada país ni suplantar las autoridades locales, si no más bien, abrir la posibilidad a crear políticas públicas que tengan un enfoque mundial en donde todos los gobiernos se sientan comprometidos no ya por el bien de su país y de sus ciudadanos si no por el bien del mundo y de todos.
No hay cabida para delinear fronteras, la pandemia ha dejado claro que esto no sirve más que para generar motivos de guerra y destrucción, es necesaria una acción global que no sólo frene esta crisis mundial si no que prevenga otras que pueden acontecer en un futuro.
No hay tiempo para discutir de quién es la cura o quién sacará primero la vacuna, lo que urge ahora es trabajar por el bien común y esto exige la renuncia a la fama y a las riquezas, tan perseguidas en nuestra época posmoderna, y velar, más bien, por la satisfacción de sentirnos hermanados en el sufrimiento pero salvados por la solidaridad universal.
Autor: Dra. Marieli de los Rios Uriarte
Categoría:Bioética
Etiquetas: Bioética, Bioética para todos, coronavirus, Ética, Familia, pandemia, profesora, solidaridad, universidad anahuac mexico
Autor: Jazmín Jhovana Serrano Bobadilla
En el presente artículo se abordará el dilema bioético analizado por la Facultad de Medicina Clínica Alemana – Universidad de Desarrollo, a saber, sobre el proceso cronológico del embarazo interrumpido en la semana veintiuno por parte de Fernanda y Rodrigo, quienes, debido a las alteraciones cromosómicas sufridas por el feto, la vida sería nula y de sumo riesgo para la existencia de Fernanda.
La propuesta realizada por dicha universidad desde la bioética narrativa , que dicho sea de paso propone un caso a través de una opción interpretativa, es decir, que relata la historia, y parafraseando a Mauricio Beuchot , éste dirá que, al desplegar mundos a través del lenguaje, entonces, tenemos la posibilidad de interpretar, creando un referente que impida relativizar, por tanto la bioética narrativa puede ofrecer un medio para ilustrar y reflexionar en este caso el mundo de Fernanda y Rodrigo.
Ahora bien, este dilema bioético será analizado desde la ética moral, la cual permitirá ahondar en la importancia del bien mayor para las personas implicadas, partiendo de la premisa de la conservación de la vida, tanto de Antonia, como de Fernanda, así como de las decisiones que conjuntamente tienen ésta última y Rodrigo.
Específicamente, me propongo argumentar desde la perspectiva aristotélica de la obra: “Ética Nicomaquea” , libro dos, el tema de las virtudes, las cuales transforman el modo de actuar del hombre, permitiendo conformar una estructura sólida de sus principios, lo que coadyuvará en una base de soporte para abordar el elemento central de este ensayo, a saber, el concepto de libertad, lo que representa la base medular del actuar riguroso del ser humano desde lo moralmente correcto. A así mismo, es importante resaltar que como elemento fundamental de tal dinamismo está la autodeterminación, elemento constructor de un círculo virtuoso junto con la libertad, el cual me permitiré abordar desde el texto de “Ser persona: Diversas perspectivas” , integrado por Hilda Patiño y Teresita Sevilla, investigadoras de la Universidad Iberoamérica.
Y finalmente reforzaré mi argumentación con la recuperación del humanismo, evidenciado en el texto De la muerte del hombre a la rehabilitación de la persona; trazos a una respuesta no pedida al antihumanismo contemporáneo en la visión de karol Wojtyla , el cual propone desde una integración de autores contemporáneos, la fuerza y valor de que la libertad puede vivirse desde el acto del amor.
Incorporando un “co-obrar”, es decir, obrar junto con otros, de tal suerte que la autodeterminación, conlleven a la libertad, para actuar desde el amor con imparcialidad y respetando la dignidad de la persona. Dichos elementos de reflexión pueden integrarse en el reconocimiento de la propia trascendencia, pues ante las decisiones evidenciadas desde la libertad, es posible el bien vivir, como finalidad suprema del acto moral.
En el libro segundo de la Ética Nicomaquea de Aristóteles, el autor menciona lo siguiente:
“[…] debemos examinar lo relativo a las acciones, como hay que realizarlas, pues ellas son las principales causas de la formación de los diversos modos de ser, como hemos dicho. Ahora bien, que hemos de actuar con la recta razón es comúnmente aceptado y lo damos por supuesto (luego se hablará de ello y de que es la recta razón y como se relaciona con las virtudes). “.
Sobre tal capítulo, Aristóteles plantea la importancia de actuar desde la recta razón, evidenciando que el razonamiento representa una parte elemental en la importancia de realizar con firmeza una acción, dicho de otro modo, formándose en las virtudes es como el hombre no solo realiza actos buenos, sino que da lo mejor de sí, para tal efecto requiere de un ejercicio constante de reflexión y práctica, que conllevan a un comportamiento razonado y justo, el cual es nombrado como virtud o virtudes.
En este sentido, la templanza y la valentía representan una interesante reflexión aristotélica que permite reconocer la valía e importancia de la toma de decisiones que fueron cumpliendo los padres de Antonia.
En el presente caso no se describen los modos de vida, tanto de Fernanda y Rodrigo, sin embargo, el texto hace la alusión de que, a través de los actos, es decir, los cuidados físicos de Fernanda, la rigurosa asistencia al médico, la reflexión sobre los cometarios del médico, se busca la conservación de la vida de su hija, así como el de mantener en el mejor estado físico de la madre.
Ahora bien, me permito retomar primeramente el concepto de templanza, pues desde esta virtud el ser humano introyecta su razonamiento ético para actuar, pues ante la frase aristotélica <>, los personajes del dilema se enfrentan a esa búsqueda del equilibrio físico de Fernanda y, por otro lado, la mesura de Rodrigo, fortalece la seguridad de ésta, lo que conlleva una decisión que encamina a los cuidados y disciplina por salvaguardar la vida de Antonia.
De igual modo y en relación a la virtud de la valentía, el hombre temperante será capaz de acometer una empresa arriesgada, con un alto grado de temor, pero manteniendo todo acto desde los justo y moderado. Por ello es que frente a la desesperanza de vida que indican los estudios médicos, tanto de la pequeña Antonia como de su madre Fernanda, sólo un acto de valentía puede soportar el peso de abortar la vida de su hija.
Aun cuando la premisa de mantener la vida es un acto de proteger la conservación de la especie, Aristóteles considera también la razón como elemento superior del ser, pues, buscará que haya una consecución entre los actos humanos y lo bueno. Así, pues, el hombre virtuoso buscará por antonomasia entre lo más bueno, lo mejor, es decir, la vida que lo llevará a la plenitud.
Es decir, la búsqueda del hombre sí está encaminada a encontrar la felicidad, sin embargo, es la búsqueda por la perfección o plenitud la que dará más frutos al ser que lucha por equilibrarse a través de la razón, con actos más justos y que han sido medio de perfeccionamiento para elegir mediante la libertad.
Ante tal dilema, la vida, es a lo sumo la constante de reflexión, y el acto razonado de cómo actuar. Ante esto Aristóteles menciona lo siguiente:
Es por tanto, la virtud un modo de ser selectivo, siendo un término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello por lo que se decidiría el hombre prudente. […] Por eso, de acuerdo con su entidad y con la definición que establece su esencia, la virtud es un término medio, pero, con respecto a lo mejor y al bien, es un extremo.
Por lo tanto, el ethos, es decir, el modo de comportarse de ambos personajes reflejan una ética moral equilibrada, pues, desde el planteamiento aristotélico, su modo de actuar, los lleva a un razonamiento sobre salvar la vida del feto en un primer momento, proponiendo un referente de lo mejor, hasta el nacimiento, a pesar del riesgo de la propia madre, sin embargo, la lucha se encamina a la búsqueda de un bien mayor o lo mejor, esto es, salvar la vida de la madre o la vida de su hija Antonia, pese a que según los estudios sería sumamente corta.
Aunado a la sencilla reflexión aristotélica, me permito integrar una breve reflexión en torno al autoconocimiento y su elemento de la soledad, puesto que en ello se juega La responsabilidad de la libertad en la relación conmigo y con los otros . Por ello, Hilda Patiño y Teresita Sevilla señalan que es poco probable contestar de forma sencilla la siguiente pregunta: ¿Quién soy?
Ante tal pregunta, no es posible ofrecer una respuesta sencilla, breve y fundamental, sin embargo, un medio al cual pocos accedemos para responder es desde la propia soledad, la cual permite interiorizar en harás de orientar la conciencia de lo que deseamos, pensamos y sentimos.
Para tal efecto de reflexión, la interiorización y autoconocimiento, jugaran una completa estreches para que por medio de la soledad se nutra una introversión razonada: Una vida sin examen, no tiene objetivo vivirla para el hombre.
En relación a esta afirmación socrática, la autora discute: […] la reflexión sobre uno mismo es fundamental para quien busca desarrollar sus facultades y su propio potencial. Con base en ella podemos establecer, por ejemplo, si nuestra conducta es correcta o incorrecta .
La autora fortalece su argumento, retomando lo dicho por Agustín de Hipona, integrando una definición de la bueno y lo malo, que podría identificarse desde el campo ético como lo correcto o incorrecto; es decir, el mal no existe, es ausencia de bien, es decir, a través de la razón pueden crearse los contrapesos que equilibren las elecciones erróneas, es decir, tendrá orden en sus decisiones, por lo tanto el propio amor ordenado será pieza clave para elegir con libertad la mejor decisión de vida.
La importancia de integrar el elemento de la soledad en el autoconocimiento permite iniciar una breve reflexión ante la realidad de vivir en ciertos momentos la falta de acompañamiento, no necesariamente porque en este dilema suceda fielmente, sin embargo, toda persona en el momento propio de tomar decisiones se encontrará solo para elegir, luego entonces, sucederá que si se encuentra en relación con el otro, encontrará el apoyo que requiere para reconocer en sus actos, aquello que se considera en la reflexión individual como bueno, que, para el caso de Fernanda y Rodrigo es fundamental como pareja y padres de Antonia, así como un acto de amor en función del orden que para ellos refiere salvaguardar la vida la Antonia, pero analizar que el mayor bien es la vida de Fernanda.
Ahora bien, ante el caso de Fernanda y Rodrigo, es importante rescatar que ambos desde su propia perspectiva tienen sentimientos de temor, pero el dialogo salva la decisión tomada, primero, por su propio ejercicio reflexivo, y segundo, por el consenso con el otro que le permite ir avanzando en el camino.
Por tanto, rescatando la frase agustiniana y fortaleciendo la importancia de integrar la soledad como elemento que abona en favor de la libertad, es entonces valioso señalar que, ante el acto de buscar un orden a las cosas, es voluntad primordial elegir un acto moralmente bueno. Por ello es que a partir de la reflexión que realizan Fernanda y Rodrigo sobre las condiciones médicas de su hija y la información con la que cuentan puede darse la decisión libre, a saber, el cuidado riguroso de la vida de Fernanda para rescatar la de Antonia, de tal suerte que les permita recibirla para despedirla de una condición de salud incompatible con la vida.
Como podrá notarse los elementos antropológicos superiores del ser, repercuten directamente en la acción, para que tal efecto se cumpla, es esta autodeterminación, de lo íntimamente individual que las decisiones abordarán lo bueno, lo correctamente encaminado a optar por una decisión que plenifique la vida propia y de los otros.
Por tanto, resulta crucial demostrar madurez para reconocer lo bueno como acto moral que lleven al pleno uso de la libertad, en el entendido de que lo espiritual está por encima de lo material. Pues, tan bueno es considerar valiosa la vida de Antonia, pero, juega como referente la beneficencia de la madre, por lo tanto, el orden o lo bueno expresados por Fernanda y Rodrigo, respecto de la lucha que entablan para mantener la vida de su hija hasta la mitad de la gestación, permite dilucidar que el acto de abortar a su hija integra también el bien para ambos pero sobre todo es de Fernanda. Ahora bien, exponer la vida de Fernanda, se caería en el desorden, pues, la elección de la libertad de la cual fuimos dotados nos permite identificar el bien como supremacía, por ende, actuar en consecuencia es buscar la trascendencia por un bien mayor.
Es también desde la experiencia cómo las personas determinan su actuar con cada acto moral, y ésta deberá tender a hacer el bien y evitar el mal , cabe destacar que el autor evidencia que cualquier persona en su sano juicio optará por el bien, sin embargo, la diferencia radica en la concepción que cada individuo tenga de la <>.
En el caso concreto, la investigación demuestra que ambos personajes resuelven y deciden desde una conciencia buena, al grado de tratar de salvaguardar la vida hasta lo más posible, es decir, su actitud no atiende a un pragmatismo que, si bien pudo ser la “solución” desde muy iniciado el embarazo, sino determinan mediante una postura personalista, buscar la salvación de su pequeña, este volver y mirar siempre a la persona para abstenerse de lo pragmático que indicaba que no había futuro.
Es importante rescatar a la persona en su actuar, interiorizando en la búsqueda de salvar la vida de otra persona, siendo que en ello, debe tomar la decisión de interrumpir un embarazo, pero manteniendo en el centro la dignidad como bien supremo: Por ello cuando el ser humano participa en un esfuerzo junto con otros, es importante que su participación esté mediada por su aceptación libre y basada en las exigencias de su dignidad .
Por tanto, la decisión de abortar, por un lado, está soportada por el análisis médico que es diagnosticado de forma oportuna, a ello responde un primer momento de actuar con moralidad y responsabilidad, es decir, integrando las evidencias que demuestran un riesgo con pocas posibilidades de salir avante con la vida del feto; por otro lado, la moralidad del actuar por parte de los padres frente a este acto, se responde con amor.
En otras palabras, es mediante la libertad, constituida por la autodeterminación, en donde ambos actores imprimen su subjetividad y su moralidad al proteger la vida de Fernanda.
A la luz del amor que se ofrece como dato, la realidad se articula de modo inmediato en un ordo amoris que ubica todos los bienes en función del bien que por vía de su efusividad intrínseca y voluntaria se presenta como el mayor de ellos. El amor en su sentido más radical no consiste en que la persona entregue un bien, sino, principalmente, en que ella misma se entregue con toda su perfección intrínseca como bien.
Categoría:Bioética
Etiquetas: alteraciones, Bioética, Bioética para todos, cromosomicas, dilema bioetico, Embarazo, Ética, feto, Vida
La segunda mitad del siglo XX se caracterizó por la pluralidad y por el relativismo.
Estos hechos, heredados al siglo XXI, presentan en la actualidad una crisis de la razón y un aumento de la heterogeneidad cultural y religiosa. De un sistema bastante homogéneo en épocas anteriores, se pasó a un sistema donde la tolerancia y el respeto a la pluralidad han tomado el primer plano, y tanto en la vida moral, política y creencial, hemos pasado a múltiples códigos, que nos sirven para resolver sin problema cualquier tipo de cuestionamiento, porque siempre habrá una puerta que nos dé la razón. El relativismo es la norma. Sin embargo, saber si se está en un error o en lo correcto, ya no es tan fácil como en el pasado. Por lo tanto, se hace necesario establecer diálogos y discusiones entre grupos bien preparados, que logren orientar el futuro de la raza humana.
Por otra parte, tan complicado como hacer un diagnóstico clínico, comunicar una decisión trascendental a un paciente, aplicar o no un nuevo tipo de tratamiento o influenciar para que los padres acepten una medicación para sus hijos, es tomar una decisión ética sobre diversos aspectos de la vida de los seres humanos. En cualquiera de estos casos, los actores principales deben prepararse adecuadamente para poder tomar la decisión correcta.
Al hablar del futuro de la bioética, debemos tomar en cuenta que en el mundo moderno cada día es más evidente la democracia participativa, en la que existen sectores muy contradictorios, y que muchas veces, algunos de esos sectores son los que crean las leyes de los diferentes países. Por consiguiente, la forma de ver los problemas no es igual en todas las sociedades.
Ante este panorama, a la bioética le corresponde crear cátedras universitarias, hacer foros de discusión y velar porque se establezcan permanentemente grupos bien preparados e interdisciplinarios, donde se discutan los puntos clave del desarrollo humano. Igual de importante será hablar de los nuevos tipos de fecundación, como de los problemas de la tala de árboles, de la contaminación del planeta, de la ingeniería genética, de los animales de experimentación, y de la seguridad del uso de los alimentos transgénicos.
La única forma que el hombre tendrá de llegar a conclusiones valederas que lo hagan avanzar por un camino seguro (porque con las perspectivas actuales el progreso humano no está garantizado), serán las discusiones bioéticas y pluralistas que se lleven a cabo entre científicos, abogados, ecologistas, genetistas y representantes de otras ramas del conocimiento, respetando en todo momento los credos personales, la cultura y la sicología de los diferentes grupos raciales, así como la legislación interna de cada país.
Es muy fácil escabullir las preguntas difíciles y no pensar ni siquiera en ellas, pero los bioeticistas no deberán rehuir los grandes desafíos del momento, y no les quedará otra alternativa que asumir el reto y discutir los problemas de la humanidad presente y futura. En la mayoría de los casos, la bioética no tendrá la solución final a los múltiples problemas complejos, pero sí será la brújula que indicará el camino a seguir dentro de un bosque complicado de argumentos válidos.
Es por eso que puedo afirmar que siempre buscará el bien común tomando en cuenta la opinión de expertos, ya que algun dia esta disciplina podría salvar al mundo, por mas raro que suene…
Autor: Alexis Félix Álvarez
Categoría:Bioética
Etiquetas: Animales, Bioética, Bioética para todos, Ecología, Ética, futuro de la bioetica, seres humanos, Vida
El pasado miércoles 12 de febrero se dio a conocer el documento final escrito por el Papa Francisco sobre los resultados del sínodo de la Amazonía. Las reflexiones finales se encuentran recogidas en la exhortación “Querida Amazonía” y versan sobre cuatro visiones que propone el Papa y que narra a modo de sueños con el sello específico de haber sido orados y reflexionados desde el discernimiento comunitario y que, por ello, si bien es él quien los propone, no son suyos si no del Espíritu que ilumina los corazones de todos los fieles y, especialmente, de esas comunidades indígenas.
Los cuatro grandes sueños que Francisco propone, fruto de su discernimiento, son: el sueño social, el sueño cultural, el sueño ecológico y el eclesial.
Del sueño social se desprenden la actitud de indignación que surge cuando se constatan las reiteradas injusticias cometidas contra quienes habitan y han habitado originariamente el territorio y a quienes se les ha despojado de su riqueza familiar, social, comunitaria y cultural.
Sólo promoviendo la defensa de los más débiles mediante el sentido de comunidad y la práctica de la fraternidad y del diálogo social avanzaremos hacia la recuperación de la dignidad de cada persona y de cada territorio.
El sueño cultural invita, por su parte, a una cultura del encuentro, tan presente siempre en el pensamiento del Papa desde el inicio de su pontificado. Sólo el encuentro fraterno y abierto permite recuperar la cultura original que da sentido de vida e identidad, pero este encuentro intercultural necesita la apertura solidaria a dejarse enriquecer por lo “otro”.
Este sueño, es, por lo anterior, la propuesta contraria a la globalización y al paradigma tecnocrático que pretende anular lo diverso para alentar el consumo de lo igual.
El tercer sueño, el ecológico parte de la necesaria interconexión entre todo lo creado en donde el ser humano es, también, creatura que tiene el deber de cuidar de la casa común y permitir que, cada creatura, pueda llegar al fin para el que ha sido creada y que no es ella misma. Lo mismo para el ser humano, su fin, no es él mismo si no Dios que le ha dado su existencia gratuita y por puro amor. Por esto, la relación que debe existir entre la persona y su ambiente debe ser de sumo respeto, procuración y sobre todo, contemplación.
La actitud, pues, que acompaña este sueño es la contemplación entendida como la capacidad de profundizar en la belleza natural del cosmos que supera la mirada superficial y frívola de la simple productividad.
Finalmente, el cuarto sueño, el eclesial propone “nuevos testimonios de santidad con rostro amazónico”[1]. Lo anterior significa encontrar nuevos caminos para la Iglesia en esa región, desafíos que comprometan la acción de todos, laicos y religiosos que entiendan que lo que distingue a la acción de la Iglesia es el esencial kerygma, es decir, el anuncio del infinito amor de Dios por cada uno y, de modo preferencial, por los más pobres y débiles, de modo tal que, se encuentren nuevas formas de inculturación de la liturgia donde lo más importante no sea el distractor de los signos y símbolos propios de cada cultura si no la tarea siempre renovada de encontrar, aún en esos símbolos y formas, modos de anunciar el amor de Dios.
Por lo anterior, la exhortación nos invita a mirar y mirarnos de nueva cuenta: a mirar a nuestro alrededor y advertir la grave crisis medioambiental que no está separada de la crisis social y que nos interpela a, mirarnos a nosotros mismos y descubrir a qué estamos llamados. Nuevos caminos se avecinan, ¿estamos preparados para transitarlos?
Categoría:Bioética
Etiquetas: amazonía, Bioética, Bioética para todos, cuatro grandes sueños, Ética, papa francisco, sueños