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Vulnerabilidad, sociabilidad y bioética
Vulnerabilidad, sociabilidad y bioética

“La vulnerabilidad es el lugar de nacimiento de la conexión y la ruta de acceso al sentimiento de dignidad. Si no se siente vulnerable, el intercambio probablemente no es constructivo”

 – Brene Brown –

La Bioética es “la rama de la ética aplicada que reflexiona, delibera y hace planteamientos normativos y de políticas públicas para regular y resolver conflictos en la vida social, especialmente en las ciencias de la vida, así como en la práctica y en la investigación médica que afectan la vida en el planeta, tanto en la actualidad como en futuras generaciones” (CONBIOÉTICA, 2014).

Esta definición, aunque correcta, es teórica, y la bioética se vive en el día a día, ya sea en situaciones propias o ajenas y en la mayor parte de las decisiones que tomamos.   Desde lo que se come, se usa y cómo nos relacionamos y tratamos a otros seres.

En la actualidad el uso de las redes sociales es excesivo, pues dejan de ser una herramienta y se convierten en un estilo de vida, si no es que, en una vida ´paralela´, en donde se proyecta el ideal de la persona, más que su realidad. En este proceso, en que se olvida la realidad, los defectos y la imperfección de los demás, se enfatiza el defecto propio. Con esta situación la vulnerabilidad y las relaciones humanas se vuelven cada vez más superficiales. Se busca cubrir la propia vulnerabilidad y encontrar la de los demás, de esta forma las relaciones humanas se debilitan, mientras que las que no tienen riesgo se potencializan.

La relación con los animales se ha humanizado en los últimos años, se les da a éstos el cariño y amor que no se tiene el valor para darle a los seres humanos. Los animales solo regresan amor, la relación no representa ningún riesgo, pues lo que se da, es recíproco. No hay miedo de ser rechazado y el cariño que se da se tiene de regreso.

La bioética tiene una base en el trato de la persona y la vida que le rodea, este trato cambia con el tiempo, sin embrago, siempre es importante cuestionar los sucesos, conductas y ritos de la sociedad en la que se está inmerso, por lo que se invita a la reflexión de lo siguiente:

¿Por qué empezamos a conectarnos con los animales y a separarnos de las personas? ¿Qué tiene la relación con el animal qué no tiene la del hombre? ¿Por qué se le prefiere? ¿Qué es lo que nos da tanto miedo de las relaciones humanas? ¿Por qué no se tolera la frustración y se crece con el dolor?

Autor: Evelyn Sa

La necesidad de los bioeticistas clínicos
La necesidad de los bioeticistas clínicos

A siete años de la reforma a la Ley General de Salud y la adición del artículo 41 bis en donde se exige la conformación de los Comités hospitalarios de Bioética se reportan 907 registros de los mismos emitidos por la Comisión Nacional de Bioética.

El registro conlleva una serie de trámites que deben ser correctamente diligenciados para poder obtener el registro que será renovable cada tres años. Si bien son aún pocos los hospitales que cuentan con su comité registrado ha sido una iniciativa muy positiva para nuestro país que ha logrado posicionar la Bioética en el debate público y al alcance de un mayor número de personas que empieza a darle su relevancia en la vida de las personas y en el curso de un país en desarrollo.

Si bien se han hecho innumerables esfuerzos por contar con comités que puedan atender solicitudes de consulta de dilemas éticos y a pesar de la constante voluntad de que los mismos estén conformados por personal capacitado en temas de Bioética, aún existe una importante necesidad que no ha sido bien atendida ni entendida en nuestro país.

Los comités hospitalarios de Bioética operan, en su mayoría, con miembros que ocupan cargos honoríficos lo que implica que, quienes en él ejercen sus funciones como bioeticistas, aunque se esfuerzan en dar lo mejor de sí mismos, sus demás ocupaciones profesionales los superan al grado de no poder darle continuidad al curso de los casos que llegan y que ameritan un estudio minucioso y extremadamente precautorio de los dilemas éticos que implican. De lo anterior se deriva el sesionar con una agenda determinada, según lo marca la ley, al menos seis veces al año en las que, además, deberán destinar gran parte del tiempo a registrar asuntos burocráticos y administrativos que serán determinantes para su futura renovación de registro.

c estudiamos los alcances de los comités, que, como ya dijimos, aunque encomiable el esfuerzo, cojo en su operatividad. Todos hemos tenido algún problema de salud o bien en carne propia o bien en nuestros seres queridos y sabemos la premura de contar con una respuesta rápida que pueda alentarnos el panorama ya de por sí oscuro que acecha nuestra condición, entendemos que no podemos esperar a que un grupo de personas se reúnan en la próxima sesión y menos aún, que lleguen quienes no están físicamente en el hospital. Al respecto la ley marca que los miembros del comité pueden o no estar adscritos al establecimiento de salud, lo que implica que algunos pudieran no estar físicamente disponibles en el hospital al momento de la consulta o de la remisión de caso clínico.

Los pacientes necesitan una persona que pueda acudir en cualquier momento a atender su inquietud, requieren el apoyo incondicional de un profesional que pueda, en primer lugar escucharlos y, en segundo lugar, acompañarlos durante su proceso de toma de decisión. La sola presencia de alguien que empatice con ellos les alivia parte del dolor y sufrimiento por el que atraviesan, esto, no es posible con la figura de un Comité, es necesario empezar a pensar en la figura del bioeticista clínico, siempre presente en todo momento.

Por lo anterior considero de vital importancia tanto para el futuro de la Bioética como para el de nuestro país contar con plazas de bioeticistas clínicos no para que sustituyan la figura del comité sino para que trabajen en conjunto con ellos pero puedan tener una cercanía y una rapidez en la atención y detección de posibles dilemas éticos que, de otra forma no se va a lograr sólo con los comités.

Información proporcionada por la CONBIOÉTICA en el sitio: http://www.conbioetica-mexico.salud.gob.mx/descargas/pdf/registrocomites/2018/Registros_emitidos_CHB31mayo2018.pdf.

Fecha de última consulta: 11 de julio del 2018.

Autor: Dra. Ma. Elizabeth de los Rios Uriarte