No sé si se han dado cuenta, queridos lectores, de que en los últimos tiempos es más común ver embarazos múltiples. Más allá de los gemelos o cuates… ¡trillizos, cuatrillizos, quintillizos y más!
En gran medida, este incremento en la frecuencia se debe a algunos métodos de reproducción artificial que consisten en la fecundación de varios óvulos provenientes de la madre.
Es un hecho, que algunas de esas madres, conscientes de lo que han hecho, optan por que les sean implantados todos, o la mayoría de los embriones. Como verán no se trata de que al médico le “fallo” el tratamiento.
En la mayoría de los casos, se implanta solamente uno de ellos y los padres tienen la potestad de decidir si el resto se congelan para implantarlos después, para donarlos a otras mujeres, para la investigación con embriones o bien para “desecharlos”.
Solamente en Estados Unidos se calcula que hay 500,000 embriones congelados, en España 400,000 y así las cifras que siempre son informales…el sentido común indica que serán muchos más…tantos como para llenar, quizás, alguna ciudad.
¿Qué pasará con estas personas (embriones congelados), que permanecen a la espera de que alguien decida? Es incierto, ni siquiera las propias autoridades lo saben.
Este es un triste ejemplo de lo que sucede cuando no se juzga con la suficiente profundidad sobre la factibilidad de algunas tecnologías o avances científicos y sin tener en cuenta el principio bioético que nos dice: “no todo lo técnicamente posible es moralmente admisible”.
Darle la posibilidad a un matrimonio que no puede procrear para hacerlo es loable, no obstante, hay que conocer y analizar los medios, ya que pueden estar afectando a otras personas.
Frecuentemente se comete el error de solamente analizar la finalidad. La Bioética ayuda a todos a ver el todo y de ese modo decidir debidamente con respecto a estos temas.
Ojalá que seamos más conscientes de esta necesidad para que efectivamente los avances científicos y tecnológicos colaboran para el bien de todos.
Nos vemos la próxima semana, con un nuevo tema y una nueva reflexión.
MBPP
No cabe duda de que, si bien todo el cuerpo humano es maravilloso en su anatomía y su función, una de sus partes más misteriosas y en la que los científicos han tenido que esforzarse más para conocer y comprender, es el cerebro.
Incontables procesos químicos y eléctricos se llevan a cabo en millonésimas de segundo, para permitir a cada uno mover siquiera un dedo, distinguir un bello paisaje e incluso preparar al cuerpo de una mujer para ser madre.
También es el cerebro, el que permite que conceptualicemos la realidad que percibimos desde los sentidos, llevemos a cabo juicios y tomemos decisiones. Es el centro de nuestra inteligencia y la principal herramienta de nuestra voluntad.
Es también en este órgano en donde se disparan nuestras emociones: ira, alegría, tristeza, sorpresa, etc. Aparentemente es el centro de nuestra personalidad.
No sorprende entonces, que la ciencia y la tecnología se vengan ocupando con gran fascinación del tema, logrado en los últimos tiempos avanzar de manera sorprendente en el conocimiento del cerebro humano y sus características. De ello se ocupan, las Neurociencias.
Hoy por hoy, a través de ellas, es posible tener un mayor conocimiento de graves enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer, brindando mayores esperanzas a las personas afectadas y a sus familiares, en la búsqueda de una cura o en el peor de los casos de cuidados paliativos más convenientes para aliviar el dolor.
No obstante, estos avances también suponen graves riesgos si es que son utilizados con mala intención o sin una reflexión profunda que establezca límites razonables. El primero de ellos será siempre mirar a la persona desde la integralidad y no solamente el órgano, respetando su dignidad.
Cabe señalar como ejemplo los progresos de la Imagenología, que permite observar las reacciones del cerebro frente a ciertos estímulos y que pueden variar de persona a persona, según sus creencias, modos de pensar, etc.
Es así como, en el año de 2002, muy recientemente, se realizó en la ciudad de San Francisco una primera reunión entre expertos de las universidades de Stanford y California en San Francisco para discernir en lo que desde entonces se conoce como Neuroética.
Es entonces que puede decirse que la Neuroética es la parte de la Bioética que de manera multidisciplinaria analiza y reflexiona sobre lo que está bien o está mal con respecto a la aplicación de los avances científicos y tecnológicos que se refieren al cerebro, su funcionamiento y las implicaciones que supone.
El pensamiento de cada persona supone el grado más profundo de intimidad y ninguna persona tiene derecho a pretender conocerlo o manipularlo, quepa aprender del pasado, cuando en ese esfuerzo de poder se han cometido gravísimas acciones en contra de la dignidad de la persona.
Habrá entonces que estar atentos no solamente a estos avances, sino a lo que la Bioética vaya estableciendo.
Quede aquí esta nueva reflexión para la semana. Invitándoles siempre a profundizar en medios confiables que aporten información precisa, documentada y bien intencionada.
Nos vemos la próxima semana con un nuevo tema.
MBPP
Insistiremos siempre en que la persona humana ha sido dotada con la posibilidad de optar, tomar decisiones, ser libre. Nadie, está “obligado” para asumir las decisiones de otros y nadie posee el “derecho” a imponer sus propias decisiones o modos de pensar a los demás.
No obstante y del mismo modo, la decisión supone consecuencias, inexorablemente, para bien y para mal.
Para aquellos que defienden el aborto, este constituye un “derecho” de la mujer, la que en consideración de sus circunstancias particulares puede decidir sobre si “lleva a término” un embarazo “no planeado” o “no conveniente”.
Si bien desde el punto de vista ético, esto no es válido ya que se atenta contra otra persona (el niño), a pesar de los rebuscados argumentos de la sociedad postmodernista, existen otras muchas evidencias de que el aborto (provocado) es el homicidio de un ser vivo de la especie humana en el estado más vulnerable de su existencia.
No tratamos aquí de “defender posiciones”, sino llamar la atención de que en el aborto provocado, hay más de una víctima.
El cuerpo de la mujer, se prepara desde el momento de la concepción (unión del espermatozoide y el ovulo) para cobijar, proteger, alimentar, para después dar a luz a su hijo. Desde ese momento sus procesos biológicos, cognoscitivos y psicológicos se “disparan” y la conviertes (más allá de su propia voluntad), en madre.
Tal pareciera que hemos hecho a un lado esto y que abortar es tal cuál “cortarse las uñas” y “si te vi, no me acuerdo”, pasar la página con los “pequeños inconvenientes” y volver a la “normalidad”.
Por la experiencia científica, hasta un 99% de las mujeres que han sufrido la experiencia de un aborto sufren del Síndrome Postaborto.
Algunos de los síntomas que pueden presentarse son: Depresión, tristeza, baja autoestima, pensamientos suicidas o atentados suicidas, trastornos de alimentación, entre otros.
Si aunamos esto a la imposibilidad de expresarlo, por un sentido de culpabilidad o bien porque la sociedad no lo reconoce, podemos imaginar el trance por el que pasan estas mujeres y quizás también sus familias.
Sea cuál sea nuestro modo de pensar, si es que tenemos un caso cercano, no deberíamos de hacer juicio, sino procurar el apoyo necesario para brindarle la oportunidad de superar (en todo su derecho), las consecuencias de una mala decisión.
Con esta reflexión les dejo esta semana, esperando encontrarlos la siguiente con un nuevo tema y una nueva posibilidad para valorar el privilegio de vivir.
MBPP
¿Qué sería de cada uno de nosotros, si el pasado quedara en el olvido? La vida de la persona humana es un trayecto que si bien se construye cada día, también se enriquece con lo que ha venido pasando. Aprendemos y vamos poniendo “tabique a tabique” lo que somos.
Lo mismo ocurre con todos los seres humanos. Los acontecimientos que van ocurriendo y que afectan para bien y para mal van haciendo historia, la historia de la humanidad y de su pensamiento.
Todas las culturas, derivan de esa historia y del pensamiento de personas que han contribuido en su construcción, no por casualidad…son un camino trazado, cimentado, firme.
Es cierto que los avances científicos y tecnológicos contribuyen a que nos conozcamos mejor como especie y como personas y que esos conocimientos necesariamente deben provocar cambios. La cultura es tan dinámica como lo somos cada uno de nosotros.
No obstante, resulta poco serio pensar que esos avances aporten lo necesario para desacreditar todo lo aprendido a lo largo del tiempo, sobre todo lo que se refiere a quienes somos.
Muchas tendencias de pensamiento actuales, dejan de lado lo aprendido hasta ahora y proponen teorías “de vanguardia”, como decía Chesterton: “no tengas la mente tan abierta que se te caiga el cerebro”.
Esto resulta muy peligroso. Poniendo un simple ejemplo, es absurdo pensar que se aplique una nueva vacuna contra la Polio, cuando la actual ha erradicado la enfermedad de la faz de la tierra.
Es así que, tratándose de temas de vida, las decisiones bioéticas deben ser tomadas no solamente desde las actuales propuestas, sino desde una reflexión que considere lo que ha venido siendo y los argumentos que eventualmente pudieran cambiarlo, analizándolo a profundidad desde sus sustentos.
De este modo, pudiéramos comprobar fácilmente que el “pre embrión” no es sino un simple término semántico e ideológico que pretende justificar el aborto y que no goza de un sustento científico o antropológico que eche por la borda lo que hasta ahora la humanidad ha considerado.
Desacreditar nuestra historia y lo que hemos venido aprendiendo, sin bases serias, es tanto como desacreditarnos a nosotros mismos. Arrancar una porción de nosotros para “ser” alguien distinto. Un simple experimento de las postmodernidad, muy riesgoso.
Es así, benévolo lector, que en este día te invito a conocer y valorar lo que somos, desde la madurez del tiempo y la reflexión, antes de “comprar” innovadoras teorías o ideologías, que no son más que eso.
Te espero la próxima semana en El Rincón de la Vida, con un nuevo tema y una nueva invitación para conocer más sobre todo aquello que afecta la vida…nuestra vida.
MBPP
“Cada cabeza es un mundo” …y nunca más que ahora. En su libertad, la persona humana es capaz de buscar el bien y la verdad desde sí mismo y este es en proceso legítimo, siempre y cuando esté bien fundamentado en principios universales.
En esta diversidad de pensamiento, a lo largo de la historia del hombre surgen ideas de una persona, de un grupo o de una sociedad, que pretenden modificar las conductas de acuerdo con lo que se sugiere a partir de ese pensamiento. A esto es a lo que llamamos ideologías.
En nuestros tiempos, estamos enfrentados a muchas nuevas maneras de pensar, a muchas nuevas ideologías, de todos colores y sabores. Aceptarlas y hacerlas vida supone una decisión muy delicada y que debiera ser valorada con toda seriedad, si se consideran las consecuencias en la propia vida y la de los demás.
Quepa señalar solamente el caso del Fascismo, ideología que en general propone la supremacía de una “raza” (nacionalismo), la que además tiene derecho a pasar por encima de aquellos que son distintos a sus propios prototipos (totalitarismo y violencia). Todos conocemos las consecuencias que el mundo ha tenido que enfrentar cuando estos pensamientos se han puesto en práctica.
¿Qué hacer entonces cuando nos enfrentamos a mil y una propuestas de cambio de “nuevos paradigmas”? ¿Cómo evaluarlas, juzgarlas y decidir aceptarlas o rechazarlas (que también es un derecho legítimo)?
Compartimos algunas ideas que pueden ser valiosas para todos:
1.- Ante todo, ninguna ideología puede contraponerse al Derecho Natural que se fundamenta en la dignidad de toda persona.
2.- Distinguir entre ideología y religión. Son distintas y aunque comparten características comunes, como la doctrina, su meta es distinta, al igual que su motivación.
3.- Ninguna ideología debe ser impuesta por la fuerza. Quienes la proponen, deben no solo saberla comunicar, sino responder a todos los cuestionamientos que les fueran planteados por otras personas o grupos.
4.- Los medios de comunicación masivos, no son una fuente seria para profundizar en el conocimiento. Al reconocer una propuesta ideológica en estos medios, es necesario investigar en fuentes reconocidas y confiables para reflexionar y decidir.
5.- Dedicar tiempo a la formación a través de la lectura de libros y documentos escritos por personas reconocidas e inscribirse en cursos y pláticas que fomenten el conocimiento de una sana antropología.
Muchos de los que lean este artículo podrán pensar que esto no es lo suyo, que no es prioritario o que no afecta sus vidas. ¡Cuidado! Lo que “compres” en el “Mercado de Ideologías” no solo afecta tu vida, sino la de tus hijos y las de futuras generaciones.
Además de agradecer tu paciencia, querido lector, te invitamos a participar en esta columna con tus comentarios, dudas y sugerencias.
Ya nos veremos la próxima semana, con un nuevo tema y una nueva reflexión.
MBPP
En la sociedad en la que vivimos, que difícil es aceptar que una persona de avanzada edad que sufre de demencia senil o que un pequeño que ha nacido con una grave discapacidad, física o mental puedan gozar de una buena Calidad de Vida.
En algunos países, al anciano se le consideraría candidato a la eutanasia y en un ultrasonido el pequeño con discapacidad estaría en peligro de ser abortado. En ambos casos uno de los argumentos sería: La Calidad de Vida.
Y es que hoy, entre otras cosas, consideramos sinónimo de Calidad de Vida al no sufrir, no tener dolor, estar completamente sano, con la menor cantidad de problemas posibles.
Esto es un engaño. La verdadera Calidad de Vida, se obtiene del sano equilibrio entre lo que nos causa dolor, la adversidad y lo que nos produce placer. Ese sano equilibrio, no solamente nos impulsa a ser mejores personas, sino que a la larga es motivo de satisfacción y alegría.
Es muy legítimo que la ciencia y la tecnología promuevan nuevos conocimientos, metodologías y medios para conservar la salud del cuerpo, de hecho, esta búsqueda de una vida mejor ha impulsado a lo largo de la historia a la humanidad para su desarrollo.
La Bioética, nos aporta lo necesario para que las decisiones que tomemos en relación a la salud y a lograr una vida de calidad, sean realmente las mejores y que nos beneficien en todas las facetas de la vida.
Hace algunos años, una famosa artista de Hollywood decidió enfrentar una mastectomía en ambos pechos por un análisis genético que le hacía tendiente al Cáncer de Mama. Ambos senos le fueron extirpados estando perfectamente saludables.
Si bien esta persona, no tendrá que enfrentar esa enfermedad, si deberá hacerlo ante las consecuencias de haber mutilado su cuerpo sano. De cualquier modo, su Calidad de Vida se vio vulnerada. Cada parte de nuestro cuerpo es parte de nosotros mismos y no es lícito éticamente deshacerse de ninguna, siempre y cuando funcionen adecuadamente y su presencia no ponga en riesgo la vida.
En cambio, habría que observar a los ancianos que a pesar de sus problemas de cognición o a tantos jóvenes con discapacidad, que vuelven su efecto contrario y les hace ejemplo para los que gozamos de buena salud. Eso es una buena Calidad de Vida.
No olviden escribirnos, diciéndonos los temas que les interesan y sus opiniones con respecto a las reflexiones de esta columna.
Hasta la próxima.
MBPP
Bienvenidos, queridos lectores a este espacio que solamente pretende hacer alguna reflexión sobre temas que afectan a la persona humana y de manera particular a la Bioética.
Cómo ya hemos dicho, la Bioética pretende establecer aquello que está bien o no lo está con relación a la vida. Especialmente a la vida humana.
Pero ¿Cómo definir lo que está bien y lo que está mal?, ¿Depende de lo que cada uno valora, bajo su propio criterio?
Lo cierto es que no, todas las decisiones de carácter ético deben fundamentarse en algo, un algo que supone normas o lineamientos. Les llamamos normas morales.
En la actualidad, sobre todo en el mundo occidental, hay una franca rebeldía a considerar las normas morales que han venido rigiendo en la sociedad durante siglos. Esto se debe a un falso sentido de la libertad, que se pretende absoluta. Esto es imposible y será tema de otro artículo.
Siendo la persona humana un ser de relación, la comunidad supone un elemento indispensable para la supervivencia de nuestra especie y necesariamente requiere de reglas que le permitan esa convivencia sana. A esas reglas y leyes generadas por el hombre, le llamamos Derecho Positivo y es el que se establece en las leyes civiles.
No obstante, estas leyes debieran estar inspiradas en algo aún más profundo, algo que rige a la persona desde su propia conciencia y que es la Ley Natural.
Inevitablemente, cuando realizamos una acción, hay algo que nos dicta de si esa acción fue buena o mala. Ese es el efecto de la Ley Natural, que está inscrita en cada una de las personas.
La Ley Natural, no es un constructo cultural (aunque la cultura complementa), son los propios griegos quienes en el Siglo IV a.C la descubren y definen, diferenciándola del derecho positivo.
Para “buscar el bien y evitar el mal”, es necesario recurrir a la Ley Natural (Natural porque es parte de la naturaleza humana) sobre todo en temas de Bioética. El respeto a la vida humana es un llamado desde nuestra propia esencia.
Muchas gracias queridos lectores y no duden en darnos su opinión sobre este y otros temas.
Hasta la siguiente semana.
MBPP
Muy queridos y pacientes lectores. Es un gusto poder encontrarles de nuevo en este espacio que nos permite reflexionar sobre temas de la persona humana y sobre todo de Bioética. (más…)
Bienvenidos amables lectores a este espacio que pretende ser, en efecto un rincón de reflexión sobre todo lo que compete a la vida, en especial de la persona humana. (más…)
Muy queridos lectores, una semana más y un tema complejo. La muerte de la persona.
Resulta paradójico que en un espacio dedicado a la Bioética se trate el tema de la muerte, pero es que vida y muerte están inexorablemente unidos, son parte del camino que todos debemos recorrer. (más…)