
La música ha sido una parte integral de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Se ha utilizado como forma de expresión, entretenimiento, comunicación y, más recientemente, como herramienta terapéutica. Diversos estudios han demostrado que la música tiene efectos profundos en la salud física y mental de las personas, influyendo en el estado de ánimo, la cognición y hasta en la fisiología del cuerpo humano
Efectos de la música en la salud mental
Uno de los aspectos más estudiados de la música es su impacto en la salud mental. Se ha demostrado que la música puede reducir los niveles de estrés y ansiedad al disminuir la producción de cortisol, la hormona del estrés.Escuchar música relajante, como la música clásica o ambiental, puede inducir un estado de calma y favorecer la meditación y el descanso.
Además, la música tiene un impacto positivo en las personas que sufren depresión. Estudios han revelado que escuchar música alegre o que evoque recuerdos positivos puede estimular la producción de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, los cuales están asociados con el bienestar emocional. En el caso de personas con trastornos del estado de ánimo, la musico terapia se ha convertido en una herramienta valiosa para mejorar su calidad de vida.
Otro beneficio mental de la música es su capacidad para mejorar la concentración y la memoria. La música instrumental, especialmente el género barroco y la música ambiental, se ha asociado con una mayor capacidad de retención de información y un mejor desempeño en tareas cognitivas. Esto ha llevado a que la música sea utilizada en entornos educativos y laborales para mejorar la productividad y el aprendizaje.
Efectos de la música en la salud física
El impacto de la música en el cuerpo humano va más allá del bienestar emocional. La música tiene efectos medibles en la fisiología del organismo. Por ejemplo, se ha descubierto que la música con un ritmo lento puede reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que beneficia a personas con hipertensión o problemas cardiovasculares.
En el ámbito del dolor y la recuperación, la música se ha utilizado en hospitales y centros médicos como una herramienta complementaria en el tratamiento del dolor crónico y postoperatorio. Escuchar música relajante puede liberar endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo, reduciendo la percepción del dolor y acelerando la recuperación.
Por otro lado, la música también puede tener un efecto estimulante en el rendimiento físico. Ritmos acelerados y enérgicos, como la música electrónica o el rock, pueden aumentar la resistencia y la motivación durante el ejercicio. Muchas personas recurren a la música para mejorar su desempeño en actividades físicas como correr, levantar pesas o practicar deportes.
Música y salud en diferentes edades
El impacto de la música varía según la edad. En los recién nacidos, la música suave puede ayudar a regular el ritmo cardíaco y mejorar los patrones de sueño. De hecho, la musico terapia se ha implementado en unidades de cuidados neonatales para calmar a los bebés prematuros y fomentar su desarrollo. En los adultos mayores, la música puede desempeñar un papel crucial en la prevención y el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Se ha demostrado que la música puede evocar recuerdos y emociones en pacientes con demencia, ayudándolos a reconectar con su identidad y mejorar su estado de ánimo.
Posibles efectos negativos de la música
A pesar de los múltiples beneficios de la música, su impacto no siempre es positivo. La exposición a volúmenes elevados, especialmente en conciertos o mediante auriculares a alto volumen, puede causar daños auditivos permanentes y aumentar el riesgo de tinnitus (zumbidos en los oídos). La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 85 decibeles durante períodos prolongados para evitar daños en el oído interno. Asimismo, algunos tipos de música pueden inducir sentimientos negativos. Por ejemplo, ciertas canciones con letras melancólicas pueden aumentar la tristeza en personas con tendencias depresivas. Además, la exposición constante a música con contenido violento o agresivo puede influir en el comportamiento y las emociones de algunas personas, especialmente en los jóvenes.
Conclusión
La música tiene un impacto significativo en la salud humana, con efectos tanto positivos como negativos. Puede ser una herramienta poderosa para mejorar la salud mental, reducir el estrés, aliviar el dolor y mejorar el rendimiento físico. Sin embargo, su uso debe ser consciente y moderado, evitando niveles de volumen excesivos y seleccionando géneros adecuados para cada situación. Se siguen haciendo investigación es para profundizaren los efectos de la música en la salud, permitiendo su aplicación en nuevas terapias y tratamientos para mejorar la calidad de vida de las personas.
*Artículo escrito con el apoyo de ChatGPT bajo la revisión de la autora.
Por: Dora García Fernandez