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Animalización y Cosificación de la persona humana

Esta semana, quisiera hablar de un tema muy delicado y triste que afecta a la humanidad y se refiere a los atentados que el mundo actual comete a diario contra todas las personas, sin importar su condición económica, social, étnica o cultural… todos lo enfrentamos.

Los grandes avances científicos (que de suyo son buenos, legítimos y valiosos) se basan en el método científico que requiere la comprobación de todos y cada uno de los hechos que estudian (excepto las ciencias humanas). De este modo, al no ser comprobable desde el campo “físico” las características espirituales de la persona (fe, creencias, cultura, moral) algunos científicos han contribuido a ver a la persona humana desde una perspectiva reduccionista, comparándola y poniéndola al nivel de los demás seres vivos.

Esto ha contribuido a que el mundo, tienda a dar, en el mejor de los casos, el mismo peso a los animales que a las personas. Tristemente hay casos muy extremos en los que incluso se valora más la vida de algunos animales, que la vida humana.
Esto supone la animalización de nuestra especie, que desconoce el valor único e irrepetible de cada persona y que no comparte con ninguna otra especie animal. Los animales, como hemos visto, no poseen la capacidad de decidir sobre sus propias vidas, actúan en base a su instinto que comparten con todos los de su especie.

Este fenómeno, afecta gravemente en muchos aspectos, pero especialmente en la Bioética. Si el respeto a la vida humana se pone a la altura de la de cualquier otro ser vivo, pueden cometerse muchas injusticias que rayan en la atrocidad.
Por otro lado, la enorme influencia de los aspectos económicos en el mundo, ha influido a que las personas sean valoradas en función de la contribución económica o social que representan.

A la pregunta de si se justifica salvar la vida de un gran político antes que la de un méndigo o sí es lícito esperar a la investigación para curar una enfermedad solamente cuando afecta a poblaciones completas, la respuesta es no. Cada vida humana es igual de valiosa y debe ser defendida y respetada del mismo modo.

Este fenómeno por desgracia, contribuye antes que otra cosa a la trata de personas, a la pornografía y a la prostitución. La Bioética, debe contribuir también en la lucha contra estos fenómenos sociales promoviendo siempre la integridad de la persona humana, su dignidad y sus derechos fundamentales.
Hasta aquí el cometario de esta semana, esperando siempre sus benévolos comentarios con respecto a este tema y otros sobre Bioética que nos sugieran.

Hasta la próxima semana.
MBPP