La salud no debe entenderse como un privilegio, sino como un derecho humano fundamental. Sin embargo, millones de personas en el mundo enfrentan diariamente barreras económicas, geográficas, culturales y administrativas que dificultan o impiden su acceso a servicios de salud adecuados. Esta situación plantea una cuestión ética de primer orden: ¿cómo asegurar un acceso equitativo y justo a los servicios de salud para todos, sin distinción?

La justicia en salud, en tanto principio bioético y exigencia de políticas públicas, representa un reto constante para los sistemas sanitarios. Su importancia se acrecienta en contextos de crisis —como pandemias, migraciones masivas o catástrofes— pero su relevancia es permanente. Este artículo explora los fundamentos bioéticos de la justicia sanitaria, los factores que generan desigualdad en el acceso, los modelos de equidad existentes y las propuestas para avanzar hacia sistemas de salud más justos.

Fundamentos bioéticos de la justicia en salud

La bioética reconoce a la justicia como uno de sus cuatro principios fundamentales, junto con la autonomía, la beneficencia y la no maleficencia. Según Beauchamp y Childress, la justicia se refiere a la distribución equitativa de los beneficios y cargas en la sociedad, incluyendo el acceso a recursos sanitarios. En este sentido, negar atención médica por motivos económicos, raciales, geográficos o administrativos constituye una violación ética.

La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos (UNESCO, 2005) establece que los beneficios del progreso científico deben distribuirse equitativamente, y que el acceso a atención médica debe respetar el principio de justicia social y solidaridad.

Desigualdades estructurales en el acceso a la salud

Las desigualdades en el acceso a los servicios de salud responden a múltiples causas estructurales. Algunas de las más frecuentes incluyen:

– Factores socioeconómicos: la pobreza limita el acceso a consultas, medicamentos, exámenes diagnósticos o procedimientos.
– Desigualdad geográfica: las comunidades rurales o marginadas suelen contar con menos infraestructura y opciones de atención especializada.
– Discriminación y exclusión: migrantes, pueblos indígenas, personas con discapacidad y comunidades LGBTQ+ enfrentan discriminación institucional.
– Brechas digitales: quienes no tienen internet o alfabetización digital quedan rezagados.

Estas desigualdades no solo violan principios éticos fundamentales, sino que generan resultados sanitarios deficientes y perpetúan ciclos de enfermedad y pobreza.

Modelos de justicia en salud: igualdad vs. equidad

No todas las propuestas de justicia sanitaria parten de los mismos supuestos. Es importante diferenciar entre los enfoques de igualdad y equidad:

– Igualdad: ofrecer lo mismo a todos. Puede resultar ineficaz si las condiciones de partida son desiguales.
– Equidad: dar a cada quien lo que necesita, reconociendo las diferencias estructurales.

El modelo de justicia distributiva, como el de Rawls, propone corregir las desigualdades estructurales otorgando prioridad a los más desfavorecidos. En salud, esto implica atención primaria reforzada en comunidades vulnerables, programas dirigidos a grupos de riesgo y financiamiento progresivo.

Ética en contextos de escasez: el dilema de la priorización

La pandemia por COVID-19 evidenció la necesidad de tomar decisiones difíciles con recursos limitados. ¿A quién asignar una cama en terapia intensiva?

Se elaboraron protocolos de priorización clínica basados en criterios como supervivencia, edad o comorbilidad. Para evitar injusticias, los comités de bioética propusieron:
– Maximizar beneficios colectivos.
– No discriminar por edad, raza o condición socioeconómica.
– Priorizar a quienes más puedan beneficiarse.
– Incorporar transparencia y revisión ética.

Esto muestra que la justicia en salud guía decisiones concretas, no solo teorías abstractas.

Hacia sistemas de salud más justos: propuestas bioéticas y políticas

Construir sistemas sanitarios más justos requiere inversión, voluntad política y participación ciudadana. Algunas propuestas clave son:
1. Cobertura universal efectiva.
2. Enfoque en determinantes sociales de la salud.
3. Participación comunitaria.
4. Formación ética del personal sanitario.
5. Evaluación ética de políticas públicas.

Para conlcuir…

La justicia en el acceso a los servicios de salud es un desafío ético, político y técnico. Va más allá de los principios y se refleja en decisiones reales.

Promover la equidad en salud es una condición necesaria para sociedades más humanas y resilientes. La bioética tiene un papel crucial en visibilizar y transformar estas realidades.

Fuentes:

– Beauchamp, T. L., & Childress, J. F. (2019). *Principles of Biomedical Ethics* (8th ed.). Oxford University Press.
– UNESCO. (2005). *Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos.*
– Organización Mundial de la Salud (OMS). (2023). *Cobertura Sanitaria Universal: hechos clave.*
– Daniels, N. (2008). *Just Health: Meeting Health Needs Fairly.* Cambridge University Press.
– Rawls, J. (1971). *A Theory of Justice.* Harvard University Press.

Por: Dora García Fernández

*Este artículo fue escrito con la ayuda de ChatGPT y la revisión de la autora.

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