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Etiqueta: convivencia

Una Navidad diferente
Una Navidad diferente

¿Acaso pensaste el pasado 31 de Diciembre al desear a tus seres queridos un feliz 2020 que ocurriría todo lo que nos ha tocado vivir?.  Yo tampoco. De lo que si estoy convencida es que esta Navidad será muy diferente a las pasadas.

¡Ojo!, no estoy diciendo que será peor que los anteriores, simplemente será diferente. Hemos aprendido muchas lecciones de vida que podemos poner en práctica estas fiestas.

Lo más importante en nuestra vida son las relaciones humanas, sobretodo con nuestros seres queridos.  Aunque no podamos abrazarlos o besarlos, podemos decirles con palabras o con una carta lo importante que son para nosotros, y lo mucho que los queremos y necesitamos.

Si por alguna circunstancia, estás peleado con algún familiar o amigo cercano; si hace meses o años que no te hablas con esa persona, es momento de dejar atrás rencores y resentimientos y limar asperezas.  Toma el teléfono, habla con ellos, y perdónalos. El perdón es el mejor regalo que te puedes dar esta Navidad.

Y que decir de los regalos a los que estamos acostumbrados:  dar y recibirlos.  Una gran enseñanza de esta pandemia y confinamiento ha sido que podemos vivir con muy pocas cosas materiales, solo las necesarias, no las superfluas.  Sugiero, dejar los regalos materiales a un lado, y a cambio dar un pequeño detalle, una carta o simplemente una sincera felicitación.

Lo más probable es que sean muy pocos los brindis de Navidad de las empresas; escasas las cenas con amigos cercanos y seguramente no tendremos las tradicionales posadas.

¿Por que no? este año destinar este dinero, que acostumbramos gastar en las fiestas o regalos navideños, a aquellas familias que están pasando momentos difíciles, que han perdido el empleo, o más duro aún han pérdido a un ser querido.

Me gusta esta Navidad diferente: menos gastos, regalos, fiestas, reuniones, y más reflexión, solidaridad, detalles, perdón y amor hacia los cercanos y también hacia los lejanos.

Te invito a centrarte y pensar lo que SI tienes en tu vida en estas fiestas: salud, trabajo, familia, bienestar, y dejar a un lado aquello que NO tendremos por el momento.

Estoy segura de que esta Navidad diferente, nos hará sentirnos mejores personas y más felices.

Te deseo una muy feliz Navidad en compañía de tus seres queridos!  Te agradezco tu compañía a lo largo de este año tan especial  y te mando un fuerte abrazo virtual con mucho cariño!

Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com.   Facebook:  Lucia Legorreta

Vacaciones: Una oportunidad de unión familiar
Vacaciones: Una oportunidad de unión familiar

Sin duda, una de las temporadas que producen mayor inquietud en las madres y padres que trabajan, es la de las vacaciones escolares. Y es que aún cuando las han atrasado un poco, el momento llegará pronto.

Ante esto, seamos honestas y respondamos ¿me gusta que mis hijos estén de vacaciones?, o ¿mi preocupación durante el trabajo es mayor sabiendo que están en casa?

A unas semanas de que inicien, hay tiempo de planear la situación. Si tienes posibilidad de dejar el trabajo por unos días, ¡házlo! Las vacaciones pueden ayudar mucho a la familia si están bien organizadas.  Al salir de la rutina, tenemos la oportunidad de relajarnos, convivir y conocer más de nuestros hijos. Para ello, no hay porqué salir a un lugar lejano o caro, lo importante es hacer algo diferente en familia, que guste y divierta a todos.

Si el trabajo no te permite salir, es recomendable buscar actividades para los hijos: cursos de verano, actividades deportivas, clases de música, pintura; o en caso de ser ya adolescentes algún trabajo relacionado con sus estudios que les ayude a mejorar como personas.

Al sugerir una convivencia más estrecha con la familia, es posible que surjan algunas reflexiones como: ¿Qué tanto me comunico con mis hijos?,  ¿Qué tanto los conozco de verdad: sus gustos, miedos, aspiraciones y preocupaciones?, o bien hasta reconocer que son mis hijos, los quiero mucho, pero son lejanos a mí. Parte de estos cuestionamientos se pueden resolver identificando el tipo de comunicación que hay en el núcleo familiar.

La comunicación con mis hijos

La comunicación es un proceso dinámico que hacemos todos los días: comunicamos ideas, sentimientos, pensamientos, emociones. Parece fácil pero, según terapeutas reconocidos, el 90% de los problemas familiares son por  falta de una buena comunicación.

No es sólo transmitir información: ¿Cómo te fue hoy? ¿Qué hiciste?,  Mañana tienes que ir a…  o hacer tal cosa. Es realmente saber decirle al otro lo que piensas o sientes y recibir del otro aquello que siente o piensa.

Existen niveles de comunicación en las familias:

– Nivel superficial: viven juntos pero no coinciden, ven televisión pero no hablan o discuten,  los temas que se hablan son banales: ¿Qué tal el clima? ¿Hay mucho tráfico?; el papá trabaja todo el día, la mamá trabaja ya sea en la casa o fuera de ella,  cada hijo anda por su lado.   No hay unión.

– Nivel intermedio: aparentemente están unidos, a veces comparten conversaciones, consejos y opiniones,  no existe intimidad,  cada quien está en su “parcela”.

 – Nivel profundo: se vive en familia, comparten por lo menos una comida al día, hay reuniones familiares, se escuchan, se ayudan y se tienen confianza.

Nuevamente con honestidad, respondamos ¿Cómo es la comunicación con mis hijos?: superficial, intermedia o profunda. Una vez reconocido el modelo, es posible mejorarlo. He aquí algunos consejos para una buena comunicación:

  • Compartir gustos, aficiones, experiencias
  • Hablar con calma
  • Escuchar primero
  • Estar disponible
  • Que todos opinen
  • Corregir a los hijos a solas
  • Alegría y buen humor
  • Respetar a cada miembro de la familia
  • Dar las gracias y pedir las cosas por favor
  • Ser cariñosos y expresivos
  • Ver poco tiempo la televisión
  • Hablar en positivo, evitar las críticas
  • Celebrar fiestas familiares
  • Organizar excursiones, vacaciones y juegos juntos
  • Comer juntos por lo menos una vez al día

Es importante evitar la práctica de ciertas actitudes hacia nuestros hijos como son: burlas, insultos, amenazas, sermones, discusiones sin sentido, juicios, castigos físicos o morales fuertes,  portazos, gritos, caras largas, groserías, callar al otro, o bien, actitudes de indiferencia o superioridad. Estas acciones sólo harán que nuestra comunicación sea cada vez más difícil y lejana.

Con todo esto, te invito a que aproveches el próximo periodo de vacaciones para acercarte más a ellos, para conocer realmente su forma de pensar y de sentir, y que ellos conozcan la tuya,  para que en lugar de que sea una temporada de inquietud, añoremos esta magnífica oportunidad de unión familiar.

Autora: Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer.

Correo: cervantes.lucia@gmail.com  

Sitio web: www.lucialegorreta.com

Facebook:  Lucia Legorreta