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A propósito de dos de los argumentos a favor del aborto…

Mucho se ha discutido últimamente sobre este asunto, sobre todo por la reciente noticia de que el Senado argentino votó en contra del aborto. El ir y venir de los argumentos a favor y en contra del aborto me hicieron reflexionar más… Un tema sin duda muy controvertido en ese Argentina y por supuesto en México.

Una vida humana es una vida humana donde sea y como sea. Un embrión es una vida humana desde el momento de la concepción, no empezó siendo embrión de tortuga ni de perro ni fue un simple cúmulo de células o un tumor en el vientre de la madre. Desde el principio fue un ser humano único e irrepetible. Lo único que diferencia a un embrión, a un feto, un niño, un adulto y un adulto mayor es el tiempo, simplemente eso: TIEMPO. Desde su inicio son la misma persona con sus características únicas y especiales que los distinguen.

Sobre los argumentos que se esgrimen a favor del aborto hay dos que me llaman la atención por lo rebatibles que son…

  1. Se debe legalizar el aborto porque todo niño tiene derecho a ser deseado…

Argumento del todo absurdo. El desear o no desear a un niño no afecta en ningún momento su dignidad como persona. Se ha comprobado que un niño “no deseado” en un principio puede llegar con el tiempo a ser muy deseado y querido.  Además un niño no deseado por su madre biológica puede ser dado en adopción y ser amado y deseado por la persona o  familia que lo adopte. Por lo tanto, este no es un argumento contundente para permitir terminar con su vida.

  1. Se debe legalizar el aborto porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo…

Otro argumento muy absurdo. Da la casualidad que en un embarazo hay dos cuerpos y hay dos vidas. La madre, si, efectivamente tiene derecho sobre su cuerpo, pero no sobre el cuerpo de su hijo o hija.  Y dado que el embrión puede ser mujer, es decir, un ser humano del sexo femenino, obviamente en caso de aborto este embrión no podría ejercer ese “derecho” de decidir sobre su propio cuerpo, por lo que fácilmente podemos echar abajo este argumento que esgrimen con tanto ahínco las feministas y los proabortistas.

Sin duda, la única solución que da el aborto es la aniquilación de una vida. Por lo tanto, no hay argumento que valga para terminar con una vida humana. Ojalá que todos pudiéramos entender lo importante que es valorar y  cuidar la vida desde su inicio hasta su final, ojalá…

Autor: Dora García Fernández