Estimados lectores, hoy hablemos brevemente sobre la eutanasia, entendida como acción u omisión, que en su naturaleza o en su intención procura la muerte a fin de eliminar todo sufrimiento y dolor. ¿Qué debemos tomar en cuenta acá?: el fin buscado, en este caso, eliminar todo sufrimiento y dolor (este fin puede ser bueno); el medio empleado, que en la eutanasia es matar.
Si aplicamos el principio ético que dice que el fin no justifica los medios, la eutanasia es de suyo un acto intrínsecamente ilícito. El término de eutanasia, es un eufemismo: lo que se da como buena muerte, es realmente un homicidio.
Hay quienes la reclaman como un derecho, sin embargo no podemos hablar del derecho a morir, pues el derecho es a vivir y como tal el deber que conlleva éste es el de preservar, proteger y cuidar la vida, no quitarla. Los derechos no son contradictorios, en este sentido, al existir el derecho a vivir no puede existir un derecho a morir, sería algo absurdo. El médico o el personal de salud, traicionarían su vocación si practican la eutanasia o suicidio asistido, pues son contrarias a la ética médica.
Podemos mencionar también algo sobre el encarnizamiento terapéutico que es prolongar innecesariamente la vida de un paciente con medios extraordinarios que no van a curarlo sino a prolongar, como ya dijimos, su agonía y dolor.
La alternativa humana y ética a la eutanasia y al encarnizamiento terapéutico es la humanización de la muerte, lo que se conoce con el nombre de ortotanasia que sería la muerte correcta, es decir, permitir que llegue el proceso natural de muerte sin que le falten al paciente los cuidados ordinarios (oxigenación, hidratación, alimentación, higiene, cuidados paliativos, acompañamiento) si estos cuidados no faltan, podemos prescindir de todos aquellos cuidados extraordinarios sin cometer por ello una eutanasia o un encarnizamiento terapéutico.
Como conclusión podemos afirmar que la eutanasia, siempre hay una alternativa: cuidar y proteger la vida. La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre y con aquellos que están más indefensos y desprotegidos. Una sociedad que no logra aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también interiormente, es una sociedad cruel e inhumana ya que una sociedad que ha negado el respeto absoluto a la vida, se transforma en una sociedad que mata.
Muchas gracias.
