¡Nunca hemos estado tan comunicados, pero nunca tan alejados a la vez!, escuché decir a un a especialista en tecnología al referirse a la familia. Es la contradicción de estos tiempos.
Al principio me pareció una afirmación exagerada, pero a medida que reflexioné me di cuenta de que tenía razón.
Nuestra sociedad está viviendo cambios continuos, cada vez hay más medios que le permite a la persona comunicarse con los demás. Paradójicamente, este intercambio se ha vuelto más difícil.
¿Qué se puede hacer para mejorar la comunicación con nuestros hijos? Te presento 5 consejos que podrán ayudarte:
- Aprender a escuchar
Con todas las distracciones que existen resulta a veces más difícil concentrarse y poner atención.
Es necesario que cuando se vaya a establecer una plática con alguien nos dispongamos a escuchar. ¿Cómo se logra esto? Buscar un lugar que invite a la conversación, que los ruidos externos sean los menos posibles.
Es necesario hacer a un lado los pensamientos que uno tiene ya que estos también son considerados ruidos que obstruyen la comunicación.
Cuando una persona pide tiempo para platicar, es necesario dejar todo aquello que se está realizando y se prepare a escuchar, esto permitirá abrir canales de comunicación y por ende mejorarla.
Por último, no hay que olvidar el tener contacto visual, esto genera confianza y la persona siente que realmente es especial porque se le está escuchando con todos los sentidos.
- No dar consejos al menos que los pidan
Algunas personas tienden a querer solucionar los problemas de los demás. A veces se piensa que el dar un consejo puede ser de gran ayuda, pero el hijo no lo pide lo único que se puede generar es que la comunicación se interrumpa. Si se quiere dar un consejo es necesario pedir permiso; en caso de que digan que no, es probable que lo único que quieran es que se les escuche.
Esto puede resultar difícil, a veces es mejor cuestionar a la persona para que ésta encuentre la solución al problema.
- Buscar un lugar apropiado
Hay situaciones que requieren de más atención que otras, en caso de que sea algo muy importante se debe de buscar un lugar dónde existan menos distractores. Para lograr una buena comunicación hasta el más mínimo detalle cuenta: la iluminación, que el lugar sea acogedor, privado, que el clima sea bueno, la música sea tranquila y lo más importante que no exista mucho ruido externo que impida una buena conversación.
- No minimizar el problema o situación
Generalmente cuando alguien quiere hablar, es porque lo que está viviendo en ese momento es muy importante. Se puede llegar a pensar que minimizar la situación o el problema puede ayudar a la otra persona a encontrar la tranquilidad o la solución, sin embargo, lo único que se puede lograr es cortar el canal de comunicación. Se le puede ayudar a dimensionarlo, pero nunca a restarle importancia.
- Generar empatía
Para tener una buena comunicación es importante generar una empatía. ¿En qué consiste esto? En realmente comprender lo que tu hijo o hija está viviendo, sin generar juicios, simplemente tratar de ver y sentir lo que la otra persona está viviendo. Comúnmente, se dice ponerse en los zapatos del otro.
Debemos ser conscientes como padres de familia que la comunicación es una fuerza que acerca y une a los miembros de una familia. En la familia es donde cada uno es aceptado y respetado tal y como es y, en definitiva, si ese niño o adolescente vive un clima de confianza en su casa, tendrá una mayor seguridad en sí mismo y vivirá mucho más feliz.
Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. Facebook: Lucia Legorreta
Categoría:Vida
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