Bienvenidos nuevamente a este espacio en el que procuramos reflexionar sobre algunos aspectos importantes sobre la Bioética o que de algún modo tienen que ver con ella.
En los últimos artículos, hemos estado exponiendo algunos aspectos importantes que dan sentido a los criterios bioéticos, sobre todo los que se refieren a la persona humana. Así, hemos hablado de dignidad y de inteligencia. Hoy toca que lo hagamos de la voluntad. Esta característica particular y peculiar de la persona que le hace capaz de actuar en conformidad con sus creencias, ideas e ilusiones. Es aquello que le permite efectivamente, lograr sus metas y alcanzar sus objetivos a partir de su decisión y de su esfuerzo.
Toda persona nace con características particulares que se relacionan especialmente con sus sentimientos y emociones. A estas características les llamamos temperamento. Todos reconocemos en nosotros mismos y en los demás estas características y decimos que este es muy enojón o este otro muy alegre. Sea como sea el temperamento al ser una particularidad de la persona, siempre es bueno.
No obstante, el dejarse llevar por el temperamento puede conducirnos a que nuestro actuar sea de algún modo básico…un poco primitiva. O si no analicemos cuando una persona se ríe muy fuerte en un lugar público…su temperamento puede ser muy alegre, pero su manera de actuar puede afectar o molestar a los demás.
Es así, que durante nuestra vida, vamos aprendiendo a comportarnos de manera adecuada, controlando nuestro temperamento…vamos formando un carácter, una personalidad propia.
Esta personalidad, requiere necesariamente de un esfuerzo propio, esa es la voluntad, que conduce nuestro actuar hacia buscar nuestro bien y el de los demás. Para ello los valores en los que creemos son muy importantes y cuando los ponemos en práctica se convierten en virtud. Nuestra vida es una lucha para adquirir virtudes y eliminar defectos por nuestra voluntad.
En estos días, hay algunos que piensan que este esfuerzo no es válido y que lo es solo actuar solamente “como te nace”…solo así se puede ser auténtico. Lo cierto, es que todos los grandes avances de la humanidad no existirían si no existiera un sentido de esfuerzo y voluntad.
Sobre todo en los temas relacionados con la Bioética, es muy importante reconocer que el actuar humano, debe estar dirigido a la verdad y al bien y que sobre todo en lo que afecta a la vida, esta voluntad es muy importante.
Nos veremos la próxima semana, con otro tema sobre persona, ciencia y Bioética.
Hasta pronto.
MBPP