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¿Qué es la fecundación asistida?
¿Qué es la fecundación asistida?

Una de las razones más importantes para que una pareja recurra a las técnicas de fecundación asistida es la infertilidad o esterilidad.

Actualmente, se emplea el término de infertilidad o esterilidad indistintamente, aunque, para algunos autores, no quieren decir lo mismo.

Desde el punto de vista médico, infertilidad es la imposibilidad de tener hijos vivos, siendo posible la fecundación, y por tanto, el desarrollo del embrión o feto. En cambio, la esterilidad, es la imposibilidad de efectuarse la fecundación, y esta alteración puede ser irreversible.  En este artículo utilizaré el término infertilidad para los dos conceptos.

La infertilidad que sufren algunas parejas puede tener diversas causas aunque se sabe que el 20% de las parejas suelen presentar una infertilidad idiopática, es decir, que no tiene causa conocida. Entonces, el primer paso para lograr tener un hijo es buscar un diagnóstico certero.

La fecundación asistida, también llamada fecundación artificial, no es propiamente una terapia para curar la infertilidad, sino una técnica para lograr una fecundación y un embarazo. La expresión “fecundación asistida” agrupa a la Inseminación Artificial, que se lleva a cabo dentro del cuerpo de la madre, y a las Técnicas de Reproducción Asistida (TRA), que se llevan a cabo fuera del cuerpo de la madre. A esta distinción hay que añadir la que proviene del origen de los gametos: Homóloga, cuando los dos gametos proceden de la pareja y heteróloga, cuando al menos uno de los gametos no procede de la pareja.

Ahora bien, cuando se analiza éticamente cualquiera de estas técnicas hay que tener en cuenta dos distinciones generales: la presencia o no de la técnica en el acto mismo de la concepción, y la relación biológica entre los padres y el concebido. Cada técnica ofrece además sus aspectos particulares a tener en cuenta a la hora de hacer un juicio ético.

La inseminación artificial, se lleva a cabo mediante una inyección intravaginal de líquido seminal. Dicho en otras palabras, se trata de un sencillo proceso que consiste en depositar semen en el fondo de la vagina de una mujer que se encuentra en su periodo fértil. Como ya lo mencioné, esta técnica puede ser homóloga (con el semen de la pareja) o heteróloga (con el semen de un donante).

En cuanto a las implicaciones éticas de esta técnica, la Sociedad Italiana de Medicina Social ( en el Congreso celebrado en Salice Terme el 28 de junio de 1959) adoptó, con respecto a la inseminación artificial la siguiente posición: se considera lícita la inseminación artificial intraconyugal (homóloga), y por el contrario, se considera ilícita y éticamente inadmisible, la inseminación artificial heteróloga.

Por otro lado, la fecundación in vitro o extracorpórea consiste en reproducir, con técnicas de laboratorio, el proceso de fecundación del óvulo que normalmente ocurre en la parte superior de las trompas de Falopio, cuando obstáculos insuperables impiden que este fenómeno se realice dentro del útero. En otras palabras, la concepción se realiza en el laboratorio, y el embrión obtenido es transferido a la mujer para que continúe su desarrollo en el útero hasta su nacimiento.

Esta técnica implica la manipulación de embriones humanos en un laboratorio, la existencia de embriones sobrantes congelados, que muchas veces son utilizados en diversos campos de la investigación y en la propia FIV, para superar los límites actuales, ya que se trata de una técnica con una eficiencia muy baja.

Por último, cabe señalar que el legítimo deseo de tener un hijo debe de basarse en la responsabilidad de encontrar las mejores condiciones para su concepción, nacimiento y desarrollo como persona. En estos casos el fin no justifica los medios. Como toda técnica médica la FIVET tiene un fin bueno, pero no se puede justificar este fin sin considerar los aspectos éticos de los medios que utiliza, es por ello que se deben analizar con detenimiento las ventajas y desventajas de esta técnica para determinar si los medios son adecuados.

Autor: Dora García Fernández