Lorena Malpica Hernández
A menudo nos preguntamos qué diferencia existe entre los vocablos Ética y Bioética. La verdad es que es un binomio inseparable, sin embargo comencemos estableciendo las diferencias:
La palabra Ética, viene de “Ethos” que significa costumbre, antiguamente la palabra Ética se usaba para designar el “Hogar” o “Techo que nos cobija” y mucho se dice que ahora con la crisis de valores, el hombre se encuentra en la intemperie, por lo que surge la necesidad de retomar la Ética en nuestros días.
Para el autor Ricardo Sada, la Ética, es una disciplina de la Filosofía, es una ciencia que a la luz de la razón, juzga la moralidad de los actos humanos (aquéllos en los que interviene la inteligencia y voluntad del ser humano). Para otros autores, la Ética es una reflexión crítica sobre la moralidad de las ideas, valores y costumbres que rigen en una época determinada.
Para Santo Tomás de Aquino el primer principio del obrar humano es el de sindéresis: “Haz el bien y evita el mal” y de ahí se desprenden todos los demás principios éticos como la regla de oro: “No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”.
Por su parte, la Bioética para algunos autores es una multidisciplina que regula la conducta humana en el ámbito de la vida y de la salud, pero en realidad, se puede afirmar de manera sencilla, que la Bioética, es la Ética aplicada a todos los aspectos de la vida.
Y como afirmaba Aristóteles en su libro de “Ética A Nicómaco”, lo importante no es saber que es la Ética, sino que hay que aprender a ser éticos, viviendo los valores y cultivando las virtudes, para, así como decía Sócrates, alcanzar nuestro fin último: la Felicidad.
Por lo tanto, podemos concluir que, si vivimos la Ética, a través de la Bioética, viviremos tranquilos espiritualmente y felices lo que nos hará ser mejores personas cada día.