Un tema muy polémico es la legalización del aborto. Con la entrada del nuevo gobierno muchas personas “pro vida” tienen como preocupación la despenalización del aborto a nivel nacional, de igual manera muchas personas “pro-choice” apoyan esta nueva iniciativa. Es verdad que el aborto es un problema muy controversial a nivel mundial. Pero la problemática del aborto no se va a resolver tomando una postura, sino abarcando el problema desde la raíz.
El aborto es la salida más difícil dentro de un embarazo no deseado, y la que es pintada como la más fácil. En México el número de reincidencia por aborto es más que el doble de lugares como Madrid, y mucho más alto que lugares como Nueva York. Lo que nos lleva a la pregunta si el aborto era la solución ¿porque las mujeres lo vuelven a hacer? ¿Realmente se está atacando la verdadera problemática? O es solo un tratamiento para ocultar lo síntomas de la verdadera problemática?
El tema del aborto y los argumentos a favor de éste, han enmascarado las razones con las que se peleó su legislación: Mortalidad materna, violación y clínicas clandestinas. Sacando de la jugada la verdad detrás de estos problemas, y con ella las verdaderas soluciones: salud pública, mayor seguridad y clausura de centros de salud sin certificación.
Empecemos con la mortalidad materna, en México las principales causas de mortalidad materna, se relacionan con presión alta, sangrado e infecciones.
Para disminuir la mortalidad materna, no es necesaria la legislación del aborto, sino el mejorar los centros de salud, la capacitación del personal y encargarse que el servicio esté al alcance de toda mujer.
Luego hablemos de violación, en México hay 99 personas al día que sufren abuso sexual. La mujer que es violada, no tiene que plantearse como solución la opción de abortar. sino terminar con el abuso. Con una tasa tan alta de reincidencia en nuestro país, se puede sospechar que la mujer que regresa a la clínica abortiva, sufre de un abuso sexual constante.
Para proteger a las mujeres de violación, la solución no es abortar sino meter a la cárcel a los violadores y mejorar la seguridad del país.
Por último, las clínicas clandestinas. En la ciudad de México el aborto ya fue despenalizado y, sin embargo, no existe nadie que regule las clínicas de aborto y que cumplan con las políticas sanitarias.
Si realmente se quiere evitar las clínicas clandestinas, la solución no es despenalizar el aborto, sino cerrar todas las clínicas clandestinas del País.
Es muy fácil tomar una postura frente al tema de la despenalización del aborto, sin embargo lo que es un verdadero reto y lo que realmente va a marcar la diferencia no es la legislación de una ley, sino voltear a ver a la mujer que ha tenido que llegar a ese dilema. Investigar y averiguar cuáles fueron las razones que la llevaron a estar en esa decisión y darle soluciones que ataquen el problema, no al embarazo.
Creo que el tema del aborto no debería ser una guerra ideológica, sino más bien una guerra en contra de una mentira, porque al desenmascarar las cosas vemos que el aborto simplemente es una idea que se vende como la solución, de un problema mucho más grande. La mujer que aborta puede estar cruzando con abusos sexuales constantes, con problemas de abandono, falta de recursos y falta de atención en centros de salud. ¿El término de su embarazo realmente va a solucionar esa problemática?
La verdad es que la solución no va ser invitar a la mujer que se deshaga de su hijo de 12 semanas, sino voltearla a ver y preguntarle ¿Por qué? Para que de esa manera se resuelvan de raíz los problemas en México, con acciones que protejan la calidad de vida de la mujer y del bebé en camino.
Autores: María José Mier y Terán Guevara
Lorena Malpica Hernández
A menudo nos preguntamos qué diferencia existe entre los vocablos Ética y Bioética. La verdad es que es un binomio inseparable, sin embargo comencemos estableciendo las diferencias:
La palabra Ética, viene de “Ethos” que significa costumbre, antiguamente la palabra Ética se usaba para designar el “Hogar” o “Techo que nos cobija” y mucho se dice que ahora con la crisis de valores, el hombre se encuentra en la intemperie, por lo que surge la necesidad de retomar la Ética en nuestros días.
Para el autor Ricardo Sada, la Ética, es una disciplina de la Filosofía, es una ciencia que a la luz de la razón, juzga la moralidad de los actos humanos (aquéllos en los que interviene la inteligencia y voluntad del ser humano). Para otros autores, la Ética es una reflexión crítica sobre la moralidad de las ideas, valores y costumbres que rigen en una época determinada.
Para Santo Tomás de Aquino el primer principio del obrar humano es el de sindéresis: “Haz el bien y evita el mal” y de ahí se desprenden todos los demás principios éticos como la regla de oro: “No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”.
Por su parte, la Bioética para algunos autores es una multidisciplina que regula la conducta humana en el ámbito de la vida y de la salud, pero en realidad, se puede afirmar de manera sencilla, que la Bioética, es la Ética aplicada a todos los aspectos de la vida.
Y como afirmaba Aristóteles en su libro de “Ética A Nicómaco”, lo importante no es saber que es la Ética, sino que hay que aprender a ser éticos, viviendo los valores y cultivando las virtudes, para, así como decía Sócrates, alcanzar nuestro fin último: la Felicidad.
Por lo tanto, podemos concluir que, si vivimos la Ética, a través de la Bioética, viviremos tranquilos espiritualmente y felices lo que nos hará ser mejores personas cada día.
Dora García Fernández
Los seres humanos tenemos necesidades, intereses y opiniones distintas uno del otro, pero existe un momento en el que debemos decidir sobre dilemas que se nos presentan en la vida, la dignidad, la salud y el medio ambiente y se requiere de cierta orientación para la toma de decisiones. Es aquí donde entra la bioética para apoyar y orientarnos en estas situaciones, y sin lugar a duda, el tema central de la bioética es y siempre será la persona humana.
La bioética es la ética aplicada a todos los aspectos de la vida y por ello la importancia de que todos la conozcamos. Se afirma que fue Van Rensselaer Potter, bioquímico y oncólogo estadounidense, quien en 1970 quien utilizó por primera vez la palabra “bioética” y le dio el sentido de aplicación como nueva disciplina, aunque recientes investigaciones afirman que en 1927 Fritz Jahr, teólogo y filósofo alemán ya había acuñado la palabra en uno de sus artículos. De cualquier forma es un área del conocimiento que vio la luz en el siglo pasado, lo que la convierte en una disciplina relativamente nueva. Y más que una disciplina, lo correcto sería hablar de una multidisciplina, ya que se compone de conocimientos de tres áreas, principalmente: derecho, medicina y filosofía.
En la vida diaria se nos pueden presentan diversos cuestionamientos y dilemas éticos, como, por ejemplo:
¿En caso de peligro se debe salvar la vida de la madre o la del bebé?
¿Debo permitir desconectar la máquina que mantiene vivo a mi ser querido o debo dejarlo seguir viviendo?
¿Debo respetar los deseos de un ser querido en etapa terminal o aceptar o rechazar los tratamientos invasivos cuando está en juego su vida? Pero, si su enfermedad ya no tiene remedio, ¿vale la pena seguir permitiendo que lo entuben y lo conecten a aparatos para mantener su vida artificialmente?
¿Firmo o no el consentimiento informado que me está dando mi médico?
¿Tener un hijo es un derecho o un don? ¿Debo acudir a las técnicas de reproducción asistida si no he podido tener un hijo?
¿Se vale dejar embriones congelados? ¿Son personas estos embriones?
¿Debo respetar la dignidad de mis empleados por encima de mis propios intereses
¿Se deben proteger las especies en peligro de extinción aun cuando esos animales alimentan a una población sin recursos?
Y así podríamos seguir indefinidamente… La bioética y sus principios nos pueden ayudar a encontrar respuestas a estos interrogantes y nos orientarán en la toma de difíciles decisiones.
Así mismo podemos acercarnos a los bioeticistas quienes son especialistas en la materia que podrán ayudarnos en estos casos.
Las personas que dedican su tiempo y su vida al cuidado de un enfermo, además de tener mucha paciencia y fortaleza, requieren llevar a cabo una serie de recomendaciones para su cuidado personal, ya que el cuidador primario, como se le conoce a la persona que se hace cargo directamente de un enfermo por largos periodos de tiempo, puede presentar lo que se llama desgaste del cuidador y es por ellos que decimos que “también hay que cuidar al cuidador”.
¿Quién es el cuidador primario?
El cuidador primario por lo general es un familiar cercano, hijos, esposos, hijos políticos, suegros, aunque también encontramos en ocasiones compadres, o amigos.
También hay quienes sin ser familiares se dedican por amor al servicio, a cuidar a aquellos que requieren ser acompañados a lo largo de alguna enfermedad y requieren cuidados especiales pero sobre todo, atención personal, cercanía y tiempo, lo que se conoce como el “acompañamiento”.
¿Cuáles son algunos síntomas del cansancio o desgaste del cuidador?
Primeramente encontramos cansancio físico, ya que las horas que se invierte en el paciente son muchas, pues en ocasiones hay que moverlos, cambiarles ropa o pañales, darles de comer, bañarlos, acostarlos, checar medicamentos, platicarles, escucharlos tanto en sus quejas dolorosas como en sus momentos de tranquilidad, etc. Y todo esto trae como consecuencia agotamiento físico.
Con el paso del tiempo, estos cuidados se pueden volver muy rutinarios, como lo es en el caso de pacientes con enfermedades incurables y progresivas, es decir, las que van en aumento lejos de mejorar, o bien los padecimientos que son muy largos de sanar o bien la atención del adulto mayor que dada su edad, implica mucha atención.
También desgasta al cuidador primario el hecho de ser criticado o juzgado en su estilo de atención o en las decisiones que toma para el paciente, por lo que se recomienda que la mayoría de las decisiones que se tomen al respecto sean de la aceptación de todos, o por lo menos de la mayoría.
Para el cuidador resulta un gran aliciente el hecho de que se le reconozca en su labor de cuidador, ya que como la mayoría de las veces lo hace por amor al paciente, le vienen muy bien los “apapachos” y agradecimientos por su entrega, porque aunque nos han metido mucho en la cabeza la frase de “hay que dar sin esperar recibir”, la realidad es que las emociones no son tan racionales y a todos nos cae muy bien el reconocimiento a nuestro esfuerzo, y esto en todos los ámbitos de nuestra vida. Así pues al reconocer se traduce en un estímulo y el cuidador con esto “cargará la pila” para continuar su ardua labor.
¿Qué actividades son recomendables para evitar el desgaste en el cuidador y del paciente?
Es muy importante tomar en cuenta los siguientes puntos para evitar más desgaste:
- Cuidar la alimentación, de preferencia ingerir alimentos sanos y tres veces al día.
- Procurar actividades de esparcimiento tales como entretenimientos, paseos, pequeñas reuniones, caminatas, con la finalidad de cambiar de ambiente y distraerse, así, al regresar a la rutina, se hará más llevadero darle continuidad a las actividades.
- Procurar dentro de lo posible, no postergar los momentos de descanso ni de sueño pues ello ayuda a que el cuidador mantenga un estado de ánimo adecuado para la atención del paciente. De lo contrario el cuidador se puede encontrar fácilmente irritable y de mal humor.
- Si el cuidador sale de la casa u hospital en donde se encuentre el paciente para cambiar su actividad, es importante intentar en lo posible pensar en otras cosas y no continuar con la mente puesta al 100%en el paciente, ya que hay que recordar que la vida continua afuera.
- El ejercicio constituye además de una fuente de salud física, una gran ayuda emocional para el cuidador, ya que reduce el estrés y lo relaja y reanima.
- Tener espacios para la reflexión y la oración, de preferencia varias veces al día, para darle sentido a lo que se está viviendo.
Técnica para el reflejo de los sentimientos
Funciona muy bien la técnica del reflejo de sentimientos, para las ocasiones en las que el cuidador no sabe qué decir ante el dolor del paciente o sus dudas, y consiste en regresar la pregunta al paciente para explorar sus sentimientos y que éste los ordene adecuadamente. Por ejemplo: Si el paciente dice : “Tengo miedo”, no contestarle: “No te preocupes”. Con esa respuesta no lo estamos ayudando a que canalice su angustia, sino por el contrario será más útil decirle: “¿De qué tienes miedo?, para así ayudar al enfermo a que hable de sus miedos y revise mentalmente sus temores.
Recordar que el trabajo que realiza el cuidador es además de fundamental en la vida del paciente, el cumplimiento de una de las obras de misericordia más hermosas.
* Tanatologa y psicoterapeuta. Autora de Fundación Cenyeliztli.
Unidos por la familia. www.cenyeliztli.org
Autor: Loli Fernández Morett*
DR. RAFAEL RIVERA MONTERO.
(rafael_rivemon@yahoo.com)
En la actualidad se han proclamado los derechos humanos en todos los órdenes. Sin embargo, sabemos que de manera cotidiana se atropellan los más elementales derechos y, entre tantas manifestaciones de violencia, nuestra sociedad sufre de la falta de respeto más común en nuestros días, que es la del intento del engaño y del engaño propiamente dicho.
Dentro de las causas más frecuentes por las que el hombre de hoy practica la MENTIRA es por el desconocimiento, olvido o tergiversación del conceptverao y noción de lo que es la PERSONA, cuya consecuencia es que los humanos perdemos valores y no respetamos la DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA.
Lo peor de todo, es que en estos tiempos, existe la tendencia a evitar el valor del sentido de la VERACIDAD, tanto a nivel de reconocer su existencia como de aceptar que el hombre miente con mucha facilidad.
La MENTIRA está integrada por la inadecuación entre lo pensado y lo exteriorizado y además, la intención de engañar.
Nuestra realidad nos indica que la MENTIRA es muy utilizada en los diferentes ámbitos de la vida y la política no escapa a ella.
Lamentablemente, en ocasiones, el discurso político cada día va aumentando su contenido de falsedad, a tal grado que no es raro que se acerque al cinismo.
La VERACIDAD en el discurso político es un requisito indispensable para que la confianza exista y para que la convivencia social sea posible, en virtud de que todo hombre tiene el derecho a no ser engañado.
Si el discurso político está contaminado por la MENTIRA, es porque está oscura la noción de la VERACIDAD como consecuencia de la pérdida del concepto más fundamental del sentido del “bien” y del “mal”; lo cual es debido a que nuestra sociedad insiste en vivir con un relativismo ético, confundiendo la moralidad con la legalidad, cuyo común denominador es la pérdida del sentido de la DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA, traducido ello en una gran falta de respeto a los semejantes anteponiéndose los intereses personales o de grupo.
Autor: Dr. Rafael Rivera Montero
Categoría:Bioética
Etiquetas: Bioética, Bioética para todos, Dignidad, Discurso político, Ética, Mentira, Veracidad
Hasta hace unos cuantos años se creía que cualquier persona que concluía un grado de especialidad, maestría o doctorado en bioética estaba capacitado para insertarse en la dinámica hospitalaria y brindar una orientación respecto de cualquier condición clínica. De igual modo, en algunos sectores se ha propagado la idea de que en realidad, incluso, no se necesita contar con estudio de bioética para abordar dilemas éticos clínicos y emitir sugerencias, bastaría sólo contar con conocimientos de medicina o practicar dicha ciencia para conocer los cuestionamientos éticos más profundos que rondan en la mente del ser humano y brindar soluciones efectivas a los mismos.
Nada más alejado de la verdad, un bioeticista clínico requiere, cada vez más, de conocimientos, habilidades y aptitudes que le permitan no sólo conocer las aristas más importantes de los principales dilemas éticos en el ámbito de la salud sino saber abordar momentos de crisis, intervenir en tiempo y forma para prevenir futuros escenarios devastadores, escuchar, empatizar y lanzar preguntas pertinentes que desencadenen reflexiones críticas que orienten la toma de decisiones.
Dos puntos resultan relevantes entonces: el primero versa sobre el conocimiento que debe tener el bioeticista para enfrentarse a complejas problemáticas que comportan dilemas éticos igualmente complejos, por ello el bioeticista deberá ser una persona formada en temas de Bioética, capaz y pertinente para abordar los procesos difíciles de toma de decisión en el ámbito de la salud. No cualquiera podrá ser bioeticista clínico, de hecho, mucho ayuda formarse en Bioética pero –y este es el segundo punto a considerar- no es suficiente, se requiere una visión y conocimiento muy específico sobre esa “otra” Bioética que se hace en el hospital y en la cama del paciente y no ya sobre un escritorio y con casos impresos en papel. De aquí la necesidad apremiante de incluir, en los planes de estudio de los programas de maestría, bloques prácticos que permitan acercar al estudiante a la realidad compleja y caótica de un caso real. Así, la primera parte será formar teóricamente a los bioeticistas y la segunda desarrollar herramientas y habilidades que permitan un adecuado papel dentro de la presión y urgencia del ambiente hospitalario.
Pensar, por todo lo anterior, en el futuro de la bioética será pensar en la ya presente formación de los bioeticistas que apelan a tener injerencia en la vida de las personas, su preparación tendrá que ser de altísimo nivel sin importar si ya cuenta o no con conocimientos de alguna de las disciplinas que confirman a la bioética. Ni el médico por si sólo, ni el filósofo o abogado por el hecho de serlo pueden –ni deben- creer que son bioeticisas clínicos y adentrarse en un caso real sin la preparación, entrenamiento y habilidades necesarias. Los efectos de hacerlo serían iguales a dejar la construcción de un puente que conecte dos ciudades, a un profesional que no sabe de ingeniería ni de arquitectura.
La Bioética Clínica y, por ende, los bioeticistas clínicos, están llamados a transformar la realidad pero, por ello mismo, su compromiso y exigencia deben ser altos y rigurosos, debemos, por ende, empezar a pensar en crear planes o programas de entrenamiento para bioeticistas clínicos.
Autor: Dra. Ma. Elizabeth de los Rios Uriarte.
Mucho se ha discutido últimamente sobre este asunto, sobre todo por la reciente noticia de que el Senado argentino votó en contra del aborto. El ir y venir de los argumentos a favor y en contra del aborto me hicieron reflexionar más… Un tema sin duda muy controvertido en ese Argentina y por supuesto en México.
Una vida humana es una vida humana donde sea y como sea. Un embrión es una vida humana desde el momento de la concepción, no empezó siendo embrión de tortuga ni de perro ni fue un simple cúmulo de células o un tumor en el vientre de la madre. Desde el principio fue un ser humano único e irrepetible. Lo único que diferencia a un embrión, a un feto, un niño, un adulto y un adulto mayor es el tiempo, simplemente eso: TIEMPO. Desde su inicio son la misma persona con sus características únicas y especiales que los distinguen.
Sobre los argumentos que se esgrimen a favor del aborto hay dos que me llaman la atención por lo rebatibles que son…
- Se debe legalizar el aborto porque todo niño tiene derecho a ser deseado…
Argumento del todo absurdo. El desear o no desear a un niño no afecta en ningún momento su dignidad como persona. Se ha comprobado que un niño “no deseado” en un principio puede llegar con el tiempo a ser muy deseado y querido. Además un niño no deseado por su madre biológica puede ser dado en adopción y ser amado y deseado por la persona o familia que lo adopte. Por lo tanto, este no es un argumento contundente para permitir terminar con su vida.
- Se debe legalizar el aborto porque la mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo…
Otro argumento muy absurdo. Da la casualidad que en un embarazo hay dos cuerpos y hay dos vidas. La madre, si, efectivamente tiene derecho sobre su cuerpo, pero no sobre el cuerpo de su hijo o hija. Y dado que el embrión puede ser mujer, es decir, un ser humano del sexo femenino, obviamente en caso de aborto este embrión no podría ejercer ese “derecho” de decidir sobre su propio cuerpo, por lo que fácilmente podemos echar abajo este argumento que esgrimen con tanto ahínco las feministas y los proabortistas.
Sin duda, la única solución que da el aborto es la aniquilación de una vida. Por lo tanto, no hay argumento que valga para terminar con una vida humana. Ojalá que todos pudiéramos entender lo importante que es valorar y cuidar la vida desde su inicio hasta su final, ojalá…
Autor: Dora García Fernández
¿Alguna vez has estado en una situación complicada de salud donde el médico te presenta varias opciones pero que cada una por su lado implica ciertos riesgos a considerar y no tienes los criterios necesarios para saber cuál es la mejor opción? En estos casos es donde entra la bioética clínica cuya función principal es brindar orientación, conocimiento e información respecto de los posibles cursos de acción en una situación de crisis de salud o ante alguna enfermedad.
Antes de continuar conviene aclarar que no se trata de decir qué es lo que se tiene que hacer desde el punto de vista médico y menos aún imponerle al paciente una determinada decisión sino más bien de acompañar a los involucrados, a saber, el médico, el paciente y su familia, a través del difícil proceso de ponderación de los beneficios y los riesgos implícitos en todas y cada una de las acciones que se presentan como posibles con el propósito de guiar y clarificar la toma de decisiones pero ésta le corresponderá, siempre, al paciente en ejercicio de su autonomía.
No es de extrañar entonces que en algunos países como en Estados Unidos le llamen también a la bioética clínica, “bioética en la cama del paciente” ya que precisamente la función del bioeticista será ahí, en la cama y cuarto del paciente, con él y su familia y en armonía con las decisiones del cuerpo médico.
Así, será el bioeticista clínico quien asista a los agentes mencionados a considerar y ponderar razones, a valorar factores biológicos, económicos, sociales, culturales, religiosos y hasta institucionales para que, una vez considerados y razonados se pueda elegir el mayor y mejor bien del paciente.
Conviene aclarar aquí la neutralidad de la Bioética Clínica ya que no se sitúa como defensor de ningún partido o persona involucrado sino que, justamente su función será observar, desde fuera y con objetividad, con metodología y rigurosidad, los hechos y sus variables y a plantear preguntas no contempladas antes pues su mirada es de carácter objetivo pero en búsqueda siempre del mayor bien para todos.
Resulta frecuente que el bioeticista clínico entre en ese mundo interior de los involucrados en el caso y tenga acceso a razones y motivaciones no enunciadas si quiera y con ello, tendrá que deliberar cuáles son los principales valores involucrados y señalarlos con el objetivo de brindar luz a los argumentos y fortalecer las decisiones.
La bioética clínica es tan necesaria como necesario resulta brindar información clara, veraz y oportuna para tomar decisiones, por ello debemos generar una cultura donde ésta sea vista como algo cotidiano a la que tanto los profesionales de la salud como los pacientes y sus familias tengan acceso en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia.
La bioética clínica ayuda a construir pacientes más autónomos y libres, familias más unidas y profesionales de la salud más conscientes por ello es una rama de la Bioética que requiere ser difundida, estudiada y aplicada y especialmente para los bioeticistas les abre la posibilidad de lograr realmente una profesionalización de la Bioética y de que sus años de estudio puedan, verdaderamente, cambiar vidas humanas.
Autor: Dra. María Elizabeth de los Ríos Uriarte
Categoría:Bioética
Etiquetas: Bioética, Bioética Clinica, Bioética para todos, Ética, Salud
BASES:
- Técnica libre.
- A color o blanco y negro.
- Forma de entrega: archivos adjuntos al mail: concurso@bioeticaparatodos.com incluyendo: datos completos del autor (nombre, dirección, teléfono, mail) y nombre del personaje principal de la caricatura.
- En el asunto del mail: Concurso de Caricatura.
- El archivo de la caricatura debe venir en formato JPG a 300 DPI.
- Las caricaturas deben ser inéditas y no haberlas publicado anteriormente. Se solicita carta compromiso, escrita a mano, en la que se garantice que el trabajo es inédito, original y de autoría de quien lo presenta (mandarla escaneada junto con la caricatura).
- Cada participante podrá presentar 2 caricaturas:
- Un personaje principal (o varios) con una leyenda escrita.
- Una viñeta de 3 a 6 cuadros con el personaje principal, personajes secundarios y mensaje escrito.
- Los participantes cederán los derechos de publicación de la primera edición de sus obras a Bioética para todos la cual se reserva el derecho de editar, imprimir y difundir las caricaturas realizadas.
Fecha de cierre de convocatoria el 30 septiembre de 2018.
El fallo se emitirá el 16 de octubre y la entrega de premios será el día 20 de octubre en la Ciudad de México o en su defecto se depositará a la cuenta que nos indiquen.
El fallo por parte del jurado calificador será inapelable.
TEMÁTICA: El inicio y el fin de la vida humana
- La vida comienza en la concepción.
- La persona posee una dignidad y unos derechos propios.
- Tiene derecho a vivir.
- Cualquier atentado en contra de la vida humana al inicio o al final de la vida está mal.
- ¿Cuándo muere una persona?
CARACTERÍSTICAS PERSONAJE PRINCIPAL:
- Simpático
- Confiable
- Amistoso
- Cercano
- Sencillo
- Agradable
PREMIOS: Diploma para los 3 primeros lugares y
1er. Lugar: 15 mil pesos.
2° Lugar: 8 mil pesos
3er. Lugar: 4 mil pesos.
CONTACTO: Para cualquier duda o aclaración contactarse a: concurso@bioeticaparatodos.com especificando en el ASUNTO: Concurso de Caricatura por la vida
Categoría:Noticias
Etiquetas: Bioética, Bioética para todos, Concurso de caricatura por la vida, Ética
Hace 53 días llegó a este mundo nuestra hija Ana; desde el 5 de abril de 2108, nuestra vida cambió de arriba a abajo. De titulación química siempre me he guiado por la frialdad de los datos, por la abrumadora verdad de lo empírico; de lo que es observable o medible. Para un científico, cualquier resultado observable es el resultado de una sucesión de hechos/ datos contrastados que, sobre un papel o sobre un ordenador, generan una verdad inapelable y, en algunas ocasiones, inasumible.
Ana nació por cesárea hace 53 días después de un parto de 48 horas. Sus primeros 5 segundos de vida fueron los mismos que los de cualquier otro bebé; pero desde el inicio de su vida ya nos enseñó que ella vino al mundo con un propósito extraordinario. El corazón de Ana decidió dejar de latir cinco segundos después de que le cortaran el mismo cordón que le permitió crecer y alimentarse durante los nueves meses que estuvo en el vientre de su madre. Ese cordón fue su conexión con el mundo exterior al que llegó a las 10.20 de aquella mañana y justo después de cortar ese cordón, su pequeño gran corazón su tomó un descanso .
Un descanso que duró 50 minutos en los que tuvo que ser reanimada por 10 profesionales que rodearon su pequeño cuerpo de 51 cm y 3.3 Kg. En esos 50 minutos interminables, los médicos perdieron la fe hasta el punto de que la ginecóloga que nos asistió durante el parto me pidió el móvil con el que hacer las últimas fotos y guardar éso como recuerdo de su efímero paso por el mundo.
Hasta las 11.55 am de la mañana no pudieron estabilizarle completamente el corazón . En ese momento, la doctora jefe de la UCI me dijo que su corazón latía por sí solo y sus pulmones funcionaban gracias a la
intubación y a la máquina que permitían su expansión y contracción. Era un milagro que estuviera viva después de lo que había pasado. En ese preciso instante en el que la doctora me hablaba, hubo un temblor en la tierra; un seísmo de 5.2 con epicentro en Santa Barbara, que hizo que la quinta planta del Hospital Ronald Reagan temblara.
Tembló la tierra de la misma manera que toda mi ser y mi identidad habían sido sacudidos esa mañana
para hacerme un hombre distinto al que fui antes de que Ana llegara al mundo. Esto, para mí, fue la señal inequívoca de que algo/alguien se manifestaba y nos mandaba una señal de que no íbamos a estar solos nunca más.
La parada cardiorrespiratoria tan prolongada produjo una insuficiente oxigenación cerebral; lo que clínicamente se llama Hipoxia Isquémica Encefalopática o lo que nosotros llamamos “Ana se tomó unos minutos para sacudirnos, mirarnos a todos y hacernos ver lo maravillosa que es la vida y lo poco que la valoramos a veces”. Los primeros días de su vida, Ana combatió una lesión cerebral grave, un corazón en estado critico por el shock de sus primeras horas y unos pulmones con una hipertensión pulmonar que dificultaban el riego sanguíneo a todos sus órganos.
A las tres horas de nacer, Ana fue llevada a una manta de enfriamiento que bajó la temperatura de todo su cuerpo, con excepción de la cabeza, a 33.5 grados; el único objetivo de esto era que el riego sanguíneo de su cuerpo fuera casi íntegramente al cerebro y así protegerlo de cualquier daño adicional. Su estado era muy crítico inestable….pero estaba viva.
En esas primeras 72 horas nuestra hija luchó contra una acidificación de la sangre, espasmos cerebrales, saturación de CO2 y otras muchas cosas que la mayoría de nosotros no hubiéramos podido soportar. A las 24 horas de nacer, mientras la bautizábamos, Anita salvó su segundo match ball cuando sus padres nos negamos a desconectarla como recomendaban los médicos.
Fueron horas muy duras en las que nuestra forma de ver la vida cambió por completo. Estas cosas te hacen vivir el presente con una intensidad que nunca habíamos llegado a experimentar en nuestras vidas.
Todo lo que eran problemas, ansiedad, estrés y amargura en Marzo dejaron de existir; nada de eso importaba lo más mínimo. No nos preguntéis cómo, pero en estos días apenas hemos “perdido” nuestro tiempo lamentándonos en por qué ocurrió ésto o en cómo podrá ser su futuro; nos hemos centrado única y
exclusivamente en ella hablándole, estando y amándole. No queríamos perder un gramo de nuestra energía en cosas que no podíamos controlar.
El pasado ya es y nadie lo puede cambiar y el futuro no está, así que de nada servía planificar. Sólo podemos estar en el presente y en el ahora con ella; nos necesitaba y nos necesita y no le podemos fallar.
El Ángel de esta historia estuvo en la manta de enfriamiento durante 72 horas, y después de ese tiempo, empezaron a calentar su cuerpo hasta llegar a la temperatura normal del metabolismo, 36.5C. El recalentamiento, que puede parecer un proceso fácil y liviano, fue una autentica batalla entre Ana y su metabolismo, en la que se perdía y se recuperaba el equilibrio sucesivamente cada 4-6 horas. La estabilización completa de su cuerpo duró hasta 4 días en las que se iba retrasando la prueba en la que se determinaba la lesión que el cerebro de mi hija había sufrido.
El equipo médico no la podía bajar a la sala de Resonancia hasta que no se asegurara la supervivencia de Ana durante el traslado de una planta a otra. Al final la prueba se hizo el Viernes 13 de Abril; la prueba médica más difícil que he tenido que pasar en mis 34 años de vida. El Sábado 14 nos dieron malas noticias; sin traductor de por medio y con un residente de neurología como transmisor; UCLA nos comunicaba que la lesión de Ana era grave y su futuro poco esperanzador.
La reunión no fue fácil; hasta tal punto que se interrumpió ya que tuve un ataque de agresividad fruto de la resistencia a escuchar lo que en ese momento escuché. Las horas siguientes fueron muy dolorosas pero nos negamos a aceptar que los resultados médicos arruinasen no solo el futuro sino el presente de mi hija y
nos volvimos a centrar en Ana, que nos necesitaba más que nunca. En ese momento, mi prioridad era buscar segundas opiniones y encontrar ejemplos de personas que hubieran tenido el mismo problema y ahora fueran modelos de vida para mucha gente.
Durante todo este tiempo hemos recibido el apoyo de todos vosotros sin hablar con vosotros; porque creíamos que lo que necesitábamos era vuestra fuerza, energía y espíritu. Ana no quería vuestra voz; quería vuestro ser en toda su dimensión.
Una presencia la vuestra que ha recibido Ana; cada día, cada hora y cada minuto de su vida. Vuestras visitas a Catedrales e Iglesias, vuestros videos de ánimo, vuestros maratones con el nombre de mi hija en vuestras zapatillas o camisetas; vuestras medallas de la Virgen del Recuerdo bendecidas, vuestras misas dedicadas a ella, vuestras cartas, vuestras fotos de perfil con el nombre de Ana……todo esto no ha caído en balde.
Os cuento todo lo que hemos sufrido durante estas semanas para que seáis conscientes de lo que hemos conseguido. Para que nos ahorremos la conversación del qué pasó para que os centréis en el maravilloso milagro que es nuestra hija. Sabed su pasado, valorad su presente.
Los médicos, a las tres semanas de nacer, dijeron que Ana no sería capaz de respirar por ella sola y que teníamos que decidir si queríamos entubarla de por vida o desconectarla….. Y se equivocaron.
Los médicos dijeron que la niña no podría tragar y por tanto alimentarse y tendría que vivir su vida con un tubo insertado en su estómago para que le alimentara…….Y se equivocaron. Los médicos nos dieron muy malas noticias sobre su cerebro con una prognosis difícil de digerir……Las pruebas siguientes que se hicieron a las dos semanas y el análisis completo de los encefalogramas en sus primeros 8 días de vida mejoraron las previsiones.
Diferenciaron entre lesión, que es lo que tuvo Anita y el daño cerebral, que es lo que realmente haya
quedado en su cerebro; ésto segundo no lo sabemos y dependerá de cómo responda ella. El cerebro de un bebé es extraordinariamente plástico y está en fase de desarrollo. Todo puede pasar; y sabiendo cómo es nuestra hija, no tenemos duda de que no sólo será normal, sino de que será una mente extraordinariamente brillante.
Los médicos dijeron que la vista y el oido podían estar afectados y a día de hoy Ana tiene los oídos perfectamente y sus ojos reciben la sangre que necesitan… el tiempo dirá si su cerebro es capaz de procesar las imágenes, pero sabemos que lo hará. Por qué? Porque confiamos ciegamente en ella.
Actualmente se alimenta exclusivamente por ella sola por biberón y pecho y engorda y crece cada día. Ésto lo consiguió Ana en el día 40, algo que parece tan sencillo y que lo damos por sentado siempre que nace un bebé.
Tiene un corazón que no está totalmente recuperado pero que el tiempo le acabará de sanar
con un poco de medicación. Que haya ocurrido ésto después de cómo estaba al nacer no se lo explica nadie.
Pero lo que es más increíble es que en los últimos días los Fisioterapeutas, Médicos y Neurólogos se han quedado fascinados por los avances que ha hecho la niña. A día de hoy, Ana, según los médicos, es una bebé extraordinariamente normal que tiene la movilidad, reflejos y actividad típica en sus 7 semanas de existencia. Juega con sus manitas y pies,empieza a sonreír no como reflejo sino como respuesta social; se entera de todo lo que pasa alrededor y mira al techo, ventanas, juguetes…..Está todo el día moviéndose y le gusta mirarsu “periódico”, que son unas figuras negras con fondo blanco.
Ahora mismo no ven ningún area de anormalidad para su corta edad y éso para nosotros es como oro puro caído del cielo. Todo el mundo en la Unidad de Cuidados Intensivos la califica como un bebé milagro. Un
milagro del que tenemos la inmensa fortuna de ser los padres.
Obviamente, ésta es una carrera de fondo y en los próximos meses/años tendrá que estar muy monitorizada y cumplir cada una de las metas propias de su desarrollo.
Cada mes será una nueva prueba y un nuevo reto que debemos afrontar con la fuerza y la fe que nos ha ayudado a vivir estos días. Habrá visitas a neurólogos, cardiólogos, pulmonólogos; habrá pruebas difíciles, fisioterapia semanal y muchas otras cosas, pero tenemos la seguridad de que nuestra hija ha venido a este mundo a hacer algo extraordinario y no tenemos dudas de que lo hará. No le tenemos miedo al futuro porque no pensamos en él, vivimos el presente de nuestra hija al máximo porque es la mejor forma de ayudarla y estimularla.
Para que os hagáis una idea de nuestra confianza en ella os cuento un ejemplo. La semana pasada los médicos nos dijeron que ya nos podíamos ir a casa; encargaron el oxígeno necesario para varias semanas para que respirara con ayuda en nuestro hogar.
Querían que Ana se fuese con la cánula a casa y que en 8 semanas se le quitásemos. El problema de
necesitar ese Oxígeno adicional era que Ana necesitaba un suplemento cuando se quedaba profundamente dormida. Para un profesional de medicina un niño con oxígeno en casa es un niño sano y que puede vivir sin necesidad de estar en la UCI.
A nosotros, como padres, no nos gustaba la idea; no sólo porque de por sí no le podríamos disfrutar de la misma manera, sino que también le estaríamos quitando y poniendo el esparadrapo de su cara (y eso es muy doloroso para la niña) y sobretodo que estaríamos dependiendo de una botella de oxigeno las 24 horas del día.
Como durante todo este proceso, Marta y yo hemos tenido una fe absoluta en nuestra hija y sabíamos que podía ganar esta batalla. Le dijimos al director de la UCI que no nos íbamos hasta que Ana no tuviera otro oportunidad de demostrar que podía respirar por ella sola.
El primer día de su “partido” nos lo pasamos pegados al monitor; siempre vigilando que sus saturaciones de Oxigeno no bajasen cuando se durmiera. Las horas se hacían largas, pero veíamos que Anita estaba respondiendo, que se estaba haciendo fuerte. El segundo día, tercero, cuarto y quinto fueron la constatación de que no hay nada más poderoso que la confianza en la persona que quieres. Otra vez, nuestra hija llevó la contraria a los médicos y hoy podemos decir orgullosos que puede vivir enteramente su vida sin estar conectada a nada.
Si todo sale bien, mañana estaremos en casa los tres. Podremos empezar a vivir como una familia extraordinariamente normal y compartir a Ana con vosotros que, como tantos ya nos habéis escrito, ha hecho tanto bien en vuestras vidas.
Es por todo ésto, que estoy muy orgulloso de no ser un buen científico. Estoy orgulloso de desafiar los datos y los diagnósticos; estoy muy seguro en creer que, por encima de la exactitud de la ciencia, hay dos variantes en toda ecuación que muchas veces ignoramos y que cambian el resultado final; estas no son más que el amor y la fe en las personas que quieres.
Escribimos todo esto para que valoréis la maravillosa vida que todos tenemos y para que, sobretodo, agradezcamos y disfrutemos del milagro de Ana. Como os dijimos en algún mensaje, no queremos vuestra compasión, queremos vuestra pasión; queremos vuestro amor y cariño que harán que Ana supere todas y cada una de las barreras que la vida le ponga. Ella ha demostrado que las barreras no existen más que en tu mente, si crees con todo tu ser que eres capaz de conseguir algo, esfuérzate, supérate y olvídate de los obstáculos; eso nos lo ha enseñado y por ello nos consideramos los padres más afortunados del mundo.
Un abrazo fuerte.
Marta, Ana y Javi